‘Fuga de cerebros’ es un film de Fernando González Molina, protagonizado por Mario Casas, Amaia Salamanca, Alberto Amarilla, Canco Rodríguez, Álex Angulo, José Luis Gil, Loles León, Antonio Resines, Fernando Guillén y Asunción Balaguer.
La trama nos cuenta cómo la compañera de clase perfecta obtiene una beca para estudiar medicina en Oxford y el chico que está enamorado de ella y sus amigos la siguen tras fabricarse unos expedientes falsos.
No soy de las que hablan negativamente las películas por tratarse de comedias descerebradas o desvergonzadas, cosa que se puede comprobar leyendo mis críticas de films de este tipo. Acudí a ver ‘Fuga de cerebros’ en una sesión de cine de verano con la intención de pasármelo bien, ya que me imaginaba que encontraría una comedia que funcionase dentro de lo que intenta ser y que me hiciese reír. Lo primero que tengo que decir, por lo tanto, es que sí me hizo reír y sí pasé un rato agradable.
La característica más apreciable de ‘Fuga de cerebros’ es el desenfado con el que se afronta todo y, gracias a eso, el film tiene un arranque que atrapa, que tiene una construcción ajustada y que es donde más momentos de humor se pueden encontrar.
No falta ninguno de los ingredientes obligatorios en este tipo de comedias: meteduras de pata, malos entendidos, momentos de suspense, torpezas, situaciones embarazosas… En ese sentido, me parece encomiable el esfuerzo que han hecho los autores por encontrar todas estas escenas.
Sin embargo, considero que con un intento sólo algo mayor, podrían haber sido capaces de justificar estas situaciones, ya que los motivos por lo que todo ocurre son tan absurdos y carentes de sentido que la película va dando una sensación de que el guión no está nada trabajado que aumenta poco a poco y finalmente te hace perder la atención. Es cierto que puede haber cosas de este estilo que cuelen o que voluntariamente pasemos por alto porque preferimos divertirnos, pero tampoco es cuestión de exprimir tan hasta la última gota esa buena voluntad del espectador.
Algunas de las bromas que contiene son graciosas, pero además las hay de caca-culo-pedo-pis y en el caso del último elemento enumerado hablo literalmente, pues hay una escena en la que se rocía este líquido por una discoteca que podría haber tenido gracia si viniese provocada por algún motivo y no fuese simplemente así porque sí.
‘Fuga de cerebros’ está rodada de forma válida, pero donde falla estrepitosamente es en el montaje, ya que tiene muy mal ritmo y que abusa de las secuencias de montaje (los film montages), que carecen de brío y aburren enormemente.
Los intérpretes son otro de los apartados de los que se puede decir, como mucho, que no están del todo mal. El protagonista, Mario Casas, se adapta bien a su papel y en casi todos los momentos está correcto. Sin embargo, lo que nos sorprende de su trabajo es que, de vez en cuando, en alguna escena, intenta actuar y crear humor con sus caras. Si esto lo hubiese hecho uniformemente a lo largo de toda la película, quizá podría haber creado un personaje interesante, pero tal como está, simplemente consigue desconcertar. Amaia Salamanca hace bien lo poco que tiene que hacer, pues su personaje no consiste en nada más que ser guapa: no sabemos qué piensa, qué siente, qué gustos u opiniones tiene… En los secundarios encontramos actores interesantes, pero siempre nos quedamos con la sensación de que fuesen de derribo, no tanto por su forma de actuar como por su presencia.
El cierre de la película nos demuestra que todo ese desenfado era sólo de inicio y que el fondo era de lo más convencional. SPOILER. El ciego se queda con una ciega, el cojo con una coja… La trama de quien tiene que salir del armario se resuelve repentinamente y de manera muy torpe. En cuanto a los protagonistas, no hay la más mínima emoción romántica, pues nunca sabemos por qué ella accede a quedarse con él. No hemos visto que haya encontrado una razón para quererle, parece que se está conformando con él o que lo besa por compasión. Esa escena de clímax romántico, interrumpida por tantos diálogos que impiden la tensión, no funciona. FIN DEL SPOILER.
Me pareció inteligente, sin embargo, la reflexión del protagonista hacia el final de la obra, a pesar de que estuviese poniendo de manifiesto todo el subtexto: decía que ellos se habían juntado porque era lo que quedaba, porque no habían tenido la oportunidad de elegir a sus amigos. Es una buena definición de los friquis que se han elegido para protagonizar el film, llevando mucho más allá el planteamiento de todas las películas norteamericanas similares a ésta: en ellas, encontraríamos empollones e inadaptados, pero aquí lo que hay son auténticos lisiados que casi nadie se habría atrevido a poner como personajes principales en una comedia dirigida a un público extenso en EE. UU.
Como dije cuando hablé de ‘Pagafantas’, independientemente de cuál sea el resultado, me parece maravilloso que en el cine español se hagan películas que intentan gustar a los espectadores. Cuando el número sea grande, ya podremos tener buenas y malas, como tienen en otras cinematografías donde no se dedican a ignorar lo que al espectador le puede o no atraer para luego insultarlo si no ve los films que producen. En ‘Fuga de cerebros’ hay muchos elementos de las comedias gamberras norteamericanas, pero no por ello creo que sea una película tan ajena a España. El ambiente estudiantil, el ligoteo, la niña guapa y los hombres como protagonistas… todo eso ya existía en nuestro cine desde hace muchas décadas. Así que quizá, lo que se está haciendo es recuperar un cine popular que existía en los años cincuenta y sesenta más que acercarse a lo que se llama el cine palomitero de Hollywood.
Más información en Blogdecine sobre ‘Fuga de cerebros’, que saldrá en alquiler en DVD el 26 de agosto.
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