Un grupo de amigos se reúne, tras un largo periodo sin apenas verse, para rememorar la noche que vivieron en un refugio de montaña quince años atrás. Algunos van con parejas y otros solos, pero falta uno de ellos, aquél al que llamaban El Profeta por su moral católica. Por la noche, tras un inesperado apagón, ven que las estrellas brillan más que nunca. Por la mañana uno de ellos ha desaparecido. No será el último.
Así arranca ‘Fin’, la novela que le ha cambiado la vida radicalmente de la noche a la mañana al operario de una fábrica de cartón de Vilafranca del Penedès, David Monteagudo, al conseguir colocarse en las listas de los libros más vendidos en castellano durante los últimos meses. Alejandro Amenábar ha comprado los derechos para realizar una película, que no se sabe si dirigirá o si sólo producirá. Si le sirviese para volver al thriller y al fantástico de los cuales, por desgracia, se ha ido alejando a medida que ha ido cobrando fama y reconocimiento, sería motivo para esperar que se pusiese tras la cámara.
El planteamiento de ‘Fin’ no sólo no suena muy novedoso —ni siquiera dentro del cine español, pues me recuerda a ‘El arte de morir’—, sino que incluso parecería más adecuado para un slasher directo a vídeo que para una novela. Algunas voces comentan que más le vale a Amenábar darle una buena vuelta para que tenga interés convertida en película, especialmente por su desconcertante final. Sin embargo, la crítica de los grandes medios ha sido muy entusiasta con la novela, comentando, por ejemplo, que se trata de un libro nada fácil de leer, con reminiscencias de McCarthy, Ferlosio o Sánchez Piñol, o comparándola con la prosa asfixiante de Stephen King, a la vez que aseguran que carece de los convencionalismos del de Maine. Todas estas palabras, como mínimo, despiertan la curiosidad, así que estará bien echarle un ojo al libro mientras esperamos si llega o no a producirse el film correspondiente.
Vía | Público.