Si ya tienes una edad y te cantamos "En un país multicolor" no vas a poder impedir que tu cerebro rellene el resto. Y es que 'La abeja Maya' fue más que una serie infantil, una religión. Por aquí la vimos en 1978, pero 'Mitsubachi Māya no Bōken', el anime original, era de tres años antes. Sin embargo, no era la primera vez que se pudo ver a Maya en una pantalla. Solo que la versión inicial era en imagen real y, vista ahora, resulta francamente extraña.
Fue famosa en el lugar
En realidad, 'La abeja Maya' no viene del anime, ni del cine, sino de la primera novela de Waldemar Bonsels, un escritor alemán que en 1912, a sus 32 años, escribió 'Die Biene Maja und ihre Abenteuer' ('La abeja Maya y sus aventuras'), que tuvo una secuela tres años después ('Gente del cielo') que empieza como una fábula animalística y termina siendo un tratado filosófico y religioso.
Bonsels, años después de Maya, acabaría apoyando al régimen nazi escribiendo varios artículos antisemitas. Da otra perspectiva de la abeja, quieras que no, y no es difícil notar el tono claramente pro-militar y nacionalista del libro, que son dos cosas que no esperabais encontrar en un divertido artículo sobre la primera película de Maya. Ahora llegamos a eso.

La novela de Bonsels fue un sonoro éxito de ventas, y, claro, el siguiente paso era llevarla al cine. Hay que tener en cuenta que aunque la animación no estuviera tan desarrollada como ahora, los años 20 alemanes estaban a años luz en el género que la mayoría del resto de países, no solo en cuanto a calidad artística sino en cuanto a técnicas utilizadas: la primera película animada europea es, de hecho, alemana, de 1926, 'Las aventuras del príncipe Ahmed'. Pero nadie pensó en la animación para 'La abeja Maya'. ¿O es que acaso no hay abejas en la vida real?
Bienvenido al panal
Año 1924. Wolfram Junghans, un biólogo amigo de Waldemar Bonsels, decidió llevar a la gran pantalla el libro de su colega a cambio de que él le ayudara en la fotografía de la película. Ambos se pusieron manos a la obra hasta terminar los seis actos de una película muda con el mismo título que la novela: 'La abeja Maya y sus aventuras'. El plan era perfecto, un visto y no visto: el propio Junghans tenía un terrario propio en el zoológico de Berlín. ¿Qué podía salir mal? Ya sabéis la respuesta: todo.

Lo que iba a ser un rodaje sencillo se alargó hasta los 21 meses, porque las abejas, por lo que sea, no saben lo que es una orden, y eso imposibilitaba completar un plan de filmación coherente. De hecho, para subsanar el caos, incluso Bonsels terminó dirigiendo parte de la película, haciéndose cargo tanto de una breve escena con duendes como de los intertítulos. Al final, los 76 minutos de este documental de abejas ficcionado y dividido en seis actos se estrenaron el 3 de marzo de 1926 en Dresde, y después en Berlín.
El resultado fue un rotundo éxito en la crítica de la época, e incluso se reeditó en 1934 en un mediometraje de 25 minutos con sonido que, de momento, está totalmente perdido. No es lo único perdido en esta historia: también se creía que la película en cuestión había desaparecido en el tiempo, pero en 2002 se encontró casi al completo en el archivo cinematográfico de Finlandia después de años de encontrar tan solo trozos sueltos por Alemania. Desde entonces, 'La abeja Maya' tuvo una banda sonora hecha específicamente para el lanzamiento en DVD, se ha proyectado en varios festivales y ya es un clásico al alcance de cualquier curioso.
La abeja japonesa
Si ahora estamos hablando de la versión de cine documental mudo de 'La abeja Maya' es porque conocemos su anime, 104 episodios divididos en dos series, 'La abeja Maya' y 'Las nuevas aventuras de la abeja Maya'. Aunque en realidad la continuación no pudo estar más forzada, porque al final de la primera serie Maya vuelve al panal y se convierte en profesora, sin que nadie explique por qué en la segunda ya vuelve a correr aventuras. Las dos series se emitieron en Japón entre 1975 y 1980 y su diseño aún sirve ahora para las películas y episodios en tres dimensiones que se lanzan con un éxito relativo.
Durante los cincuenta años que pasaron entre la película y la serie hubo otros proyectos con la abeja como protagonista de lo más bizarros, como una ópera checa infantil de 1963... pero lo realmente fuerte vino después. Poco imaginaba Bonsels que su alegato ecológico acabaría convertido en un boom repleto de merchandising, videojuegos, películas en tres dimensiones y hasta una webserie protagonizada por una mujer vestida de abeja que tenéis que ver para creer.
En la vida de Maya ha habido nazis, cine mudo, óperas y hasta un hueco para viajar a Finlandia. La próxima vez que alguien te diga "Eh, ¿te acuerdas?" y empiece a cantar la canción, ya tienes algo que contarle para evitar que se te pegue como el Superglue. Bueno, vale, no puedo evitarlo: nació una abeja bajo el sooool, y fue famosa en el lugaaar...
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10 comentarios
jocyfsolojocyf
Hace unos años volví a ver algún capítulo de la abeja Maya (no la veía desde mi niñez) y me sorprendió muy gratamente. Ya solamente la intro musical con la abeja llorando encima de una hoja de loto es algo revolucionario incluso a día de hoy. A ver quién es listo que hace algo así en unos dibujos animados moderno; lo cuelgan del árbol más cercano por sus partes íntimas.
Otra cosa que sorprende y que está a otro nivel con respecto a las producciones modernas, son las voces de los actores de doblaje . Son voces muy sonoras, muy reconocibles e irrepetibles (la voz de Willy es brutal). Esas voces son carne de imitadores al más puro estilo "Carlos Latre", precisamente por esa calidad de reconocimiento instantáneo que tienen.
Se echa mucho de menos la increíble calidad vocal que tenían los dibujos de antes (Maya, Oso Yogui, Pixie y Dixie -ese gato Jinx andaluz era lo más- son para mí los más reconocibles). Supongo que el ahorro de costes ha llevado a la situación actual de voces planas, sin ninguna personalidad ni estilo. Una pena.
Antonio
Minuscule 0.5
amfortas
Yo no me atrevería a decir que "la abeja Maya" fuera realmente un anime tal como lo entendemos (100% japonés) ya que realmente fue una coproducción con Alemania y Austria, igual que por ejemplo, con Vickie el vikingo.
Normalmente en estos casos, la idea y diseño original parten de las cadenas alemanas, encargado el resto del trabajo a los estudios japoneses (guion en sí, animación y dirección). La música como suele ocurrir en muchas coproducciones, en Japón ponen la suya y para Europa ponen otra. Por cierto, el compositor de la música es el mismo que Vickie y de Nils Holgerson.
jorgedominguezmartinez
Vaya locurón ponerte a hacer una película con abejas reales.
Interesante artículo, gracias
Usuario desactivado
Curioso cuando menos.
"al final de la primera serie Maya vuelve al panal y se convierte en profesora, sin que nadie explique por qué en la segunda ya vuelve a correr aventuras."
Ni falta que hace, es un producto para niños pequeños, no necesitan que esas dos series tengan coherencia entre el final de una y el principio de otra.