Espectacular salto el que hemos dado en este especial de vampiros, en realidad debido a la dificultad para encontrar determinadas películas que tengo intención de incluir en esta larga serie dedicada a las maravillosas criaturas de la noche. Es por eso que me he decidido a rescatar la más olvidada de todas las versiones de ‘Drácula’, la inmortal obra de Bram Stoker. Me refiero al trabajo realizado por John Badham en 1979 y que a día de hoy es una pieza de culto, que en mi opinión necesita ser reivindicada mucho más. Su realización va en parejo con lo que sucedió con la versión de Tod Browning de 1931. Si aquella era en realidad la adaptación de la obra teatral de Hamilton Deane y John L. Balderston, que aprovechaba además a su actor principal, Bela Lugosi, la película de Badham es el resultado de la misma operación.
Frank Langella, de escasa experiencia en el cine, interpretaba en Broadway dicha obra durante los meses de 1977, impresionando lo suficiente a John Badham, que movió los hilos para que la Universal, productora de la adaptación cinematográfica, le confiase el proyecto. En verdad, el director no lo tuvo nada difícil, pues venía de saborear las mieles del éxito con el espectacular taquillazo de ‘Fiebre del sábado noche’ (‘Saturday Night Fever’, 1978), demencial segunda película de Badham, totalmente opuesta en forma y fondo a la que nos ocupa. Realizador proveniente de la televisión, alcanzaría con ‘Drácula’ las más altas cotas de su carrera junto a su siguiente film, ‘Mi vida es mía’ (‘Whose Life Is It Anyway?’, 1981). Nunca volvería a estar tan inspirado.
El caso es que la realización de ‘Drácula’ fue oportuna, pues el género de terror estaba viviendo una especie de segunda época dorada con películas como ‘Halloween’ (id, John Carpenter, 1978), ‘Alien, el 8º pasajero’ (‘Alien’, Ridley Scott, 1979), ‘La profecía’ (‘The Omen’, Richard Donner, 1976), ‘Carrie’ (id, Brian De Palma, 1976) o ‘La invasión de los ultracuerpos’ (‘The Invasion of the Body Snatchers’, Philip Kaufman, 1978), film que habían llenado las arcas de sus productoras, y que animaron a la Universal —recordemos, la productora del film mencionado de Browning, que en los años 30 vivió una de las épocas más esplendorosas gracias a sus ciclos de terror— a rescatar la mítica creación de Stoker, que además había caído un poco en el ridículo en las últimas incursiones de la productora británica Hammer.
Así pues se convenció a Frank Langella para que tuviera su primer papel importante en el cine —dejó un viernes de actuar en Broadway y al lunes siguiente ya estaba en Londres filmando la película—, y se echó mano del guionista W.D. Ritcher, que hizo muy buenas migas con Badham, a quien llegó a sugerir para dirigir una historia suya, ‘Brubaker’, filmada un año más tarde por Stuart Rosenberg. Tanto Ritcher como Badham tenían claro que querían apartarse un poco de lo ya visto, sin traicionar la esencia de la obra, y de paso homenajear al clásico protagonizado por Lugosi, algo que se logró conservando alguna frase de diálogo como aquella en la que el conde hace referencia a las criaturas de la noche cuando él y Lucy oyen aullar a los lobos, o la impresionante decoración del castillo, que rememora con gran despliegue de medios el utilizado por Browning.
Cabe citar que el presupuesto de la película fue poco menos que espectacular para la época, unos diez millones de dólares, hoy ridículos para un film de estas características, pero enorme para 1979. Todo tipo de medios y los mejores técnicos para que Badham llevase a buen puerto una de las más originales, atrevidas, fascinantes y románticas películas que se han vertido sobre tan carismático personaje. Atrevida y original porque se realizan una serie de cambios importantes con respecto a la obra literaria y también otras versiones. Para empezar se suprime todo el prólogo en Transilvania, a donde acudía Harker siendo uno de los tramos de mayor sugestión y carácter terrorífico de la historia. ‘Drácula’ da comienzo en el barco rumbo a Inglaterra donde la abadía de Carfax le espera como nuevo lugar de reposo. El braco naufraga por culpa de que una bestia salvaje termina con toda la tripulación. Irónicamente, el mismo marco de acción —un barco— será el lugar donde la historia concluya, cerrando de forma ejemplar el film.
Otros cambios importantes son los parentescos de los personajes. En esta versión Mina es hija de Van Helsing, y se convierte en la primera víctima del conde, derivando este cambio en dos apuntes interesantes. Por un lado, se acrecienta el ansia de venganza por parte de Van Helsing hacia Drácula, y por otro, Mina camina entre los vivos como un vampiro decrépito cuya carne se descompone con el paso del tiempo. Atención al ataque de ésta al sanatorio mental del Dr. Seward —un prodigio de diseño que realza el carácter insano del relato— para matar a un bebé, o el descubrimiento del lugar donde yace gracias a la utilización de un caballo blanco, apunte éste que se encuentra en la obra de Stoker, y que por primera vez se incluía en una película. Por otro lado, Lucy es la hija del Dr. Seward y se convierte en el amor eterno del conde, ante el que cae rendida por voluntad propia, marcando Badham con ello la fuerza romántica de la historia. Drácula es algo más que un ser maligno, también es alguien con deseos y sentimientos, aunque el encuentro sexual esté filmado con el peor gusto imaginable, sin duda el punto negativo de la elegante puesta en escena de su director. Comentar que dicha secuencia fue diseñada por Maurice Binder, autor de un buen número de títulos de crédito para la saga de James Bond.
Frank Langella nos ofrece una de sus más convincentes interpretaciones, muy alejada de lo que ya nos habían ofrecido Bela Lugosi, Christopher Lee e incluso lo que años más tarde hizo Gary Oldman. Su conde es un ser irresistible de una elegancia y porte que con su sola presencia eclipsa a buena parte del reparto, aún encontrando a actores como Donald Pleasence, a quien le fue ofrecido el papel de Van Helsing, que rechazó por sus más que evidentes paralelismos con el Dr. Loomis de ‘Halloween’, o Laurence Olivier que con su consabida profesionalidad, y también ayudado por una dolorosa enfermedad, borda un Van Helsing totalmente patético y decadente. La nota femenina la pone una sensual Kate Nelligan, en uno de sus primeros papeles, como Lucy, mujer de personalidad fuerte que encuentra en su amante vampiro una salida a su represora existencia en una sociedad victoriana, elemento que solía incluirse en las películas de la Hammer.
‘Drácula’ es, en definitiva, una extraordinaria película de terror en la que John Badham consiguió los mejores momentos de su cine. Basten citar escenas como las del baile entre el conde y Lucy ante la celosa mirada de Harker (Trevor Eve), de ascendente tensión sexual, todas aquellas que ocurren dentro de la abadía, en la que la dirección artística de Brian Ackland-Snow brilla en todo su tétrico esplendor, cómo visualiza la entrada de Lucy en la abadía, o la excelente persecución final que culmina en el barco. Badham demostraba estar en plena forma, y aunque posteriormente tuvo éxitos mayores —las prescindibles ‘El trueno azul’ (‘Blue Thunder’, 1983), ‘Juegos de guerra’ (‘War Games’, 1983) o ‘Cortocircuito’ (‘Shor Circuit’, 1986) entre otras— jamás volvió a mostrar la elegancia, exquisitez y buen gusto que en ‘Drácula’ predominan.
Para el recuerdo del aficionado quedan la impresionante y bellísima banda sonora de John Williams, que serviría de inspiración a Wojcieh Kilar para el ‘Drácula’ de Coppola, y el imponente trabajo de fotografía de Gilbert Taylor —excelente operador en films como ‘¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú’ (‘Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb’, Stanley Kubrick, 1964), ‘Frenesí’ (‘Frenzy’, Alfred Hitchcock, 1972) o ‘La guerra de las galaxias’ (‘Star Wars’, George Lucas, 1977)— que en la edición en DVD y por orden expresa de Badham, nos presenta los colores desvaídos, acercando así la película a una de esas gloriosas películas en blanco y negro que parecen de otro tiempo.
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pilar62
Es la primera película de Drácula que vi. Vista desde la perspectiva actual, eliminando el factor de la nostalgia, sigue pareciéndome fascinante.
Probablemente tiene el Dracula más completo de todos los habidos. El mito de Dracula tiene un aspecto terrorífico, un aspecto sensual, y un aspecto romántico- la literatura gótica es heredera de la literatura romántica-, Otras versiones del mito lo construyen con un aspecto del personaje, pero no con todo los aspectos del mismo. Me explico:
Para Murnau, es prácticamente una fuerza de la naturaleza. Una plaga bíblica.
Para Browning, que lo humaniza, es un personaje icónico.
Para Fisher es prácticamente un animal que casi no habla y que se mueve por sus instintos. La adaptación tiene, a veces, más de Merville que de Stoker. El protagonista de la película es un capitán Acab- van Helsing- y la historia trata de como éste intenta dar caza a su ballena blanca- Dracula-.
La versión de Coppola, se centra precisamente en los aspectos olvidados de otras versiones- el romanticismo- convirtiendo a Dracula en un héroe trágico que navega por océanos de tiempo para reencontrarse con su amada Elisabetta- a mi esto me recuerda más a "La momia" que a "Dracula", pero son cosas mías.
La versión de Badham es un príncipe de las tinieblas genuino. Ni un monstruo ni un icono ni un animal. Y tampoco es un héroe romántico. ES malvado- no hay duda de ello- pero eso no quiere decir que no pueda sentirse sólo, enamorarse, etc. Y además es tan superior a los demás- los mediocres van Helsing, Harker, el padre de Lucy- que Lucy no puede más que enamorarse de él- siempre resulta más atractivo un grandioso malo que un mediocre "bueno"-
Y ahí está el porque considero que esta es la versión romántica del mito- la de Coppola siempre me pareció la versión postmoderna- El amor no redime a Dracula, corrompe a Lucy. Y es que Lucy también es alguien muy superior a la mediocridad que la rodea. Lo único que podía aspirar es rebajarse a un papel- el que las mujeres teníamos en aquella época- en la que no se sentiría nunca feliz. Y en cambio Dracula lo que quiere, de quien se ha enamorado es de ella, no tiene que rebajarse, puede ser ella misma. Lógico que no quiera saber nada de mediocres.El amor es un impulso egoísta, y los protagonistas de esta historia son dos egoístas que deciden no sacrificarse por el bien de los demás y buscar su propia felicidad.
La pena es que dirigiera esta película Badham- y no porque lo haga mal, todo lo contrario, es una película en la que habla de tu a tu a colosos como Coppola, Fisher, Murnau y Browning- sino por que tiene tan poco nombre que la película ha terminado pasando desapercibida con el tiempo. Si esta película llevara la firma de un director más prestigioso, ahora sería considerada, con toda justicia, un clásico.
Por cierto, por ahí arriba dicen que Dracula que se le priva de lo sobrenatural Falso, en esta película tiene más poderes sobrenaturales que en la versión de la Hammer- que es la que menos capacidades sobrenaturales posee, al menos hasta "Las cicatrices de Dracula", que en esa película aumentaron misteriosamente sus capacidades- lo que no tienen son adornos que se le ponen a los vampiros- más o menos como le ocurría a la versión de Browning- Vamos que el hecho de que no se le pongan los ojos rojos no quiere decir que tenga menos cualidades sobrenaturales- de hecho tiene más-
Jo, que parrafada acabo de soltar. Se nota que me gusta la película, ¿no? :D. En fin perdonar por haberme enrollado tanto.
Besos.
tgtr666
Tiene sus momentos, la he visto varias veces desde que era niño, y nunca terminara de convencerme. Uno, por las licencias con la historia (aspectos que es salvable cuando la adaptacion es perfecta -lease Horror of Dracula 1958); dos, por errores de guion (la muerte de la hija de Van Helsing); tres, por el atroz acento de Sir Lawrence Olivier (yo no veo nunca jamas peliculas dobladas asi que debo soportar el lamentable acento "holandes" del venerable maestro, en una de sus menos felices apariciones); pero, 4, y sobre todo, por el caracter del conde. No solo le privan de lo sobrenatural (colmillos, ojos rojos, algo por favor), su forma de hablar y moverse es muy de siglo XX, muy "suave", y tiene el peor corte de cabello de la historia de los Dracula en el cine (solo superado por el legendariamente cataclismico Zandor Vorkov en la gloriosamente calamitosa Dracula vs Frankenstein), pareciendo mas figura de pelicula disco que el gran monstruo que ha estado acechando por mas de 4 siglos. De esto ultimo Langella no convence a nadie en esta pelicula. Si hasta Jack Palance lo hizo mucho mejor(!)
Y pensar que ahora, en su vejez, Langella pasaria por un Dracula mucho mas respetable....
Pelicula defectuosa, con buenos momentos, buena banda sonora, algunas bellas tomas, y nada mas. No le pisa los talones a las de Fisher, Murnau, Herzog, y Coppola, y le falta la relevancia de la de Browning.
Harry Powell
A mi siempre me ha encantado el Dracula de Badham.
Seis años antes de este Dracula existió otro vampiro mucho más funky llamado Blacula.
Saludos.
Juan E. Trujillo
Una fotografía que me ha dejado perplejo, a esto se le llama fotografía del genero, cuantas obras quisieran tener esa imagen.
Alexuny
A ver si alguien se le enciende la bombilla, porque yo llevo desde la última vez que ví "Nosferatu" intentando recordar título y no hay manera.
Se trata de otra peli en torno a los vampiros (valga la redundancia) en la que el susodicho es un no muerto chupóptero del mismo corte que Orlok en Nosferatu. Es decir, que nada de película de vampiros con sex-apple rebosando por las orejas.
Un vampiro protagonista por tanto bastante impactante y bien recreado, con un tono de piel un tanto verdoso. Y de la película únicamente recuerdo sobre todo la escena en la que los protagonistas descubren su ataúd y lo abren para darle muerte. El primer plano de ese horripilante vampiro con los ojos iluminados de un tono amarillo al ser despertado de su sueño, y una colección de agudos incisivos que hasta el mismo Orlok desearía (con un color de no ver un cepillo de dientes desde que sucedieron a los de leche xD) no se me olvidará nunca.
Es una película relativamente moderna, no creo que sea anterior a 1986. Y recuerdo que la primera vez que la ví fue en una emisión por la tele hace bastantes años me pareció entretenida (fue una tarde lluviosa de invierno de un domingo amena por tanto) pero ni la volví a ver, ni recuerdo que volvieran a emitirla.
Para colmo tampoco recuerdo más de aquella película que la escena de turno. Ni protagonistas, ni nada. Que era en color (eso sí) y en su momento lucía en la tele como una película de reciente creación. Hablando de que cuando la ví sería pues 1994 o así. Nada más. Creía que igual se trataba de 'La sombra del vampiro' pero no. En mi opinión el vampiro de ésta última es un chiste al lado del que aparece en la que comento que pone los pelos de punta con sólo verlo.
¿A alguien le suena por un casual? Porque creo que no ha sido comentada en esta serie de artículos de 'Vampiros de verdad' y por lo que sentí viendo esa peli en su momento creo que merecería estar en esta serie. :) La ventaja es que las películas de vampiros del corte de Nosferatu no son las más prolíficas.
chivi15
Creo que la próxima entrega de esta serie de post debería ser la película de: "Lesbian Vampire Killers" con un título un tanto engañoso.
325330
Yo igual pienso que no es la mejor peliculas de Vampiros que hay, Sir Lawrence Olivier no es el vampiro mas tenebroso y ni siquiera me dio miedo, por supuesto tiene su valor cinematografico, y esta hecha de forma inteligente, pero siempre he dicho que cuando se trata de vampiros hay reglas que tienes que respetar, puedes jugar con la filosofia vampiresca pero sin ser drastico. Les invito a visitar mi blog www.eduardofalcon24.blogspot.com en el hago una reseña de mis peliculas de vampiros favoritas y pueden ver "Dejame entrar" pelicula sueca añadida recientemente a mi lista de peliculas favoritas
miguel.desastre
Espero que no se caiga en el olvido con El Ansia de Tony Scot. Es un gran largometraje de culto del mundo vampírico.
Usuario desactivado
Incluso un director tan mediocre como John Badham, tiene alguna que otra película aceptable. Su Dracula es excelente, a pesar de que en algunos aspectos ha quedado desfasada. Langella hace un buen papel, que, además, es el precedente directo del que muchos años después iba a interpretar Gary Oldman. Buena crítica que ha servido para recordar una peli quizás demasiado olvidada hoy en día.
juancarlos13
Pero a este vampiro si que le mata la luz solar , no?
eluyeni
Hombre, el 'Dracula' de Badham, más conocida como 'Disco Dracula', o 'Dracula Fashion'... Fallida, bastante aburrida,... pero no por ello exenta de interés: al menos por la fotografía se salva.
Salu2 ;)