‘Mayor Dundee’ se convirtió en la odisea más grande por la que pasó Sam Peckinpah, y probablemente todos los que intervinieron en ella. A lo largo de los años, actores como Charlton Heston, L.Q. Jones o James Coburn hablaron y hablaron de lo que supuso para ellos la experiencia y cómo veían a Peckinpah, quien se ganó en el rodaje de esta película la mala fama que le acompañó hasta su muerte. Exigente como pocos, montaba en cólera si alguien le llevaba la contraria y disfrutaba despidiendo a gente todos los días.
Tras ‘Duelo en la alta sierra’, cuyo prestigio estaba subiendo como la espuma, Peckinpah mostró especial interés por un guión escrito por Harry Julian Fink (futuro guionista de ‘Harry el sucio’), del que el director hizo su habitual reescritura, acompañado por Oscar Saul. El libreto original tenía demasiadas historias juntas sin centrarse en una concreta, demasiados tonos, demasiadas cosas. Peckinpah lo arregló poniendo como base principal el personaje del Mayor Dundee, adentrándose en sus personales obsesiones y aspiraciones.
El productor Jerry Bresler presionó duramente a Peckinpah, pues en la Columbia querían una película de aventuras que narrase la lucha entre soldados e indios, cuyo presupuesto estaba estimado en 3 millones de dólares. Al final ‘Mayor Dundee’ costó un millón y medio más, pasándose bastantes días en el tiempo de rodaje previsto. Pero antes de que Peckinpah y los productores empezasen a pelearse por el resultado final, el director recibió en México los máximos premios cinematográficos entregados allí por su labor en ‘Duelo en la alta sierra’, lo que provocó una juerga de órdago, una de las muchas que Peckinpah solía correrse. Un oasis en mitad del infierno que supuso el rodaje del western que hoy nos ocupa, cuya mutilación en la sala de montaje por parte de la Columbia, fue arreglado hace pocos años, y eso sin disponer de todo el material que Peckinpah rodó.
‘Mayor Dundee’ narra la historia de un veterano oficial de la Unión que forma un grupo con soldados de su ejército, rebeldes, antiguos esclavos y delincuentes, para perseguir a Apaches asesinos, encontrándose en el camino con más adversidades de las esperadas. Además de tener que soportar un viaje largo y angosto, los hombres tendrán que lidiar con sus propias diferencias si quieren tener éxito. Este elemento logra dotar al relato de una gran tensión, con especial intensidad en los momentos de discrepancia dentro del grupo.
Al igual que en su anterior film, Peckinpah enfrenta a dos personajes, antaño amigos, con distintos intereses pero encontrando un lugar común en el respeto por las viejas tradiciones sobre el respeto. Charlton Heston y Richard Harris dan vida a Amos Dundee y Benjamin Tyreen, en un duelo interpretativo antológico, de perfecta compenetración, aunque en cierto momento el film se centra completamente en el personaje del título, dando oportunidad a Heston de lucirse en todo un tour de force, parte que fue suprimida en su primer montaje, el que durante demasiado tiempo padeció el film. En la restauración se recuperó, y el film gana y pierde a la vez, para sorpresa del que suscribe. Por un lado el dibujo psicológico de Dundee logra que entendamos sus motivaciones hasta un punto en el que antes ni podríamos imaginar. Pero al mismo tiempo el ritmo del film se resiente. Y es que si de algo peca ‘Mayor Dundee’ es de cierta inestabilidad en su historia, queriendo abarcar demasiadas cosas.
Nunca sabremos qué película era la que al principio dejó diseñada Peckinpah, duraba dos horas y 35 minutos, pero con esta restauración, que alcanza los 140 minutos, nos acercamos bastante a sus intenciones (él siempre sostuvo que ‘Mayor Dundee’ podría haber sido su mejor trabajo). El film mejora en su dimensión trágica, y la descarnada violencia de sus secuencias golpea al espectador que asiste temeroso a una misión de búsqueda que va más allá de lo personal. La mirada crepuscular de Peckinpah, su tratamiento de los personajes femeninos (el central ideado exclusivamente para Senta Berger, pensado en las posibilidades internacionales del film, es presentada como una bella mujer pero que juega a sus anchas con Dundee y Tyreen, una puta más que añadir al listado de Peckinpah, experto putero en la vida real, y por ello en la ficticia), el uso de la violencia (recortada, cómo no, en su primer montaje) y el mimo de los personajes, son elementos más que suficientes para disfrutar de una obra no perfecta pero apasionante.
Los actores, excelentemente dirigidos por Peckinpah, brindan interpretaciones de primer orden. Charlton Heston compone aquí uno de sus personajes más memorables, muy en su línea (Heston gozaba dando vida a sujetos atormentados), pero con una diferencia bien visible, y es que el director logró que Heston se olvidase por completo de una de sus principales manías como actor: la de estar posando en cada plano. La relación entre el actor y Peckinpah fue cordial dentro de lo que cabe esperar del director. Éste le metía mucha caña a Heston, y en cierta ocasión en la que le obligó a repetir una escena mientras le insultaba, Heston en un ataque de rabia cargó con su caballo, sable en mano, contra Peckinpah, que se llevó el susto de su vida. No obstante, y a pesar del mal humor del director, todos admiraban su entrega al trabajo, y cuando los productores decidieron despedir a Peckinpah antes de finalizar el rodaje, Heston intervino ofreciendo su salario a condición de que lo readmitieran, cosa que aceptaron. Heston pasó un infierno de rodaje sin cobrar nada por ello.
Ésa fue una de las variadas anécdotas que ocurrieron durante la filmación de ‘Mayor Dundee’ (aceptó a Ben Johnson porque éste le dijo que le daría un puñetazo si le despedía, provocó infinidad de peleas en los bares de las localidades mexicanas donde rodaron, etc), en donde además de los citados, nos encontramos con Warren Oates (protagonizando un momento muy especial, en el que se confirma el carácter de Tyreen), Jim Hutton, James Coburn (que sustituyó a Lee Marvin, que era a quien Peckinpah quería), R.G. Armstrong (dando vida a otro predicador, al igual que en ‘Duelo en la alta sierra), Slim Pickens y L.Q. Jones. Suculento reparto como pocos se ven.
A Peckinpah no le dejaron tener el control en el montaje final, de hecho ni estaba presente, pero años después cuando éste consiguió gran fama por ‘Grupo salvaje’, recibió una oferta de la Columbia para remontarlo a su gusto. Se negó alegando que no tenía tiempo. Muchos piensan que fue su particular venganza hacia los estudios, y es que Peckinpah en un alarde inteligencia sabía muy bien que ‘Mayor Dundee’ tendría más valor como la gran película que estaba escondida, y no descubierta. Quizá podamos soñar con esa obra maestra que nunca se rescatará, lo que hay es un excelente western vibrante y espectacular lleno de detalles.
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Alberto Abuin
Cuidado, pedrokan, si te metes con Moore, es capaz de ir a tu casa a tocarte los eggs y dejarte mal delante de medio planeta, y lo que es peor, que se lo crean. Va a haber que hacer lo que Eastwood dijo en una ocasión al respecto de la anécdota de Heston.
Alberto Abuin
Peckinpah despreciaba a todo el mundo. A mí no me parece mal esa decisión, algo idéntico hizo Scorsese con 'Gangs of New York', jura y perjura que nunca verá la luz el montaje que él quería.
Eastwood dijo que si Michael Moore le hacía a él lo que le hizo a Heston... no, lo dejo para el especial de Eastwood. Mjuajuamjuamjuajuajua.
;)
carlitobriganti
Regular nada más, claro que más de un director de los de hoy día quisiera si acaso acercarse a realizar un filme como este. Fueron muchas las adversidades y diversos los imperativos a los que se tuvo que enfrentar el locuelo de Sam. Queda una película realmente buena pero se nota que no fue lo que pudo haber sido (viva la retórica).
mcnulty
Joer Alberto ahora cuenta la anécdota!
Sin saber lo que lo que comentó el tito Clint al respecto, yo creo que Moore lo único que hizo fue dejar patente como era Charlton Heston, a saber, un reaccionario de campeonato y un tipo bastante insensible con el tema de las armas de fuego y las víctimas que causan.
Todo esto no tiene, o no debería tener, nada que ver con su calidad como actor, que indudablemente era mucha. Es decir, por muy mal que nos caiga a muchos, seguía siendo un actor excelente, y eso es lo que hay que juzgar, que para juzgar la vida íntima de la gente ya están los "periodistas" del corazón.
Saludos!
mcnulty
Jajaja.. conseguido! es tan facil como poner "Heston Moore Eastwood" en Google.
Pues a mi tampoco me parece una decisión acertada. Si cada creador tuviese libertad total en lo que hace, en vez de seguir criterios económicos y de taquilla mejor nos irían las cosas.
Además no sé si es cosa mía, pero me da la impresión que cada vez que un productor mete mano en una película, la jode. Que bien nos vendrían unos cuantos como O. Selznik hoy en día!
mrlombreeze
Yo, como espectador, prefiero que los directores se traguen su orgullo y que si les dan la oportunidad de enmendar errores (aunque sean ajenos), lo hagan. Dicho esto, la versión que conservo de Dandee contiene un montaje que es una locura y más que una buena película es una "cosa" con unas cuantas buenas escenas. Aún así, totalmente recomendable.
pedrokan
Una gran película. Lástima que la versión restaurada esté redoblada, pero da igual con la versión original. Ya va siendo hora de reivindicar a Charlton Heston como el majestuoso actor que fue, que las tonterías de Michael Moore siguen haciendo daño, y una opinión no desmerece una carrera versátil y excelente.
pedrokan
Ardo en deseos de conocer la anécdota xDDD
Hace poco vi Hamlet (la de Branagh) y cuando sale Heston hablando de la caída de Troya se me humedecieron los ojos.
Por cierto, para montajes inencontrables, por muchos blu-rays y deuvedeses que haya... lo que se ha perdido de Orson Welles es tanto como lo que no. Es descorazonador, aunque si Peckimpah despreciaba a todo el mundo (aunque era un maestro de directores) a veces parece que Orson se burlaba de todo el mundo y luego se arrepentía.
Moutache
Yo también vi el último montaje de Mayor Dundee y sinceramente, por muy buen actor que sea Charlton Heston (tal vez verle interpretar papeles tan similares agota), en esta película me identifico muchisimo más con Richard Harris, y es que su sola presencia (es incapaz de desprenderse de ese aire gentleman) se adueña de todas las escenas en las que aparece. Eso si, la química entre estos dos actores era brutal.
Por otro lado, estoy de acuerdo en lo de que el ritmo se resiente (y de qué manera) en este último montaje. Una buena película aunque lejos de sus mejores.