Nos guste o no la taquilla tiene un papel fundamental en la industria cinematográfica. Algunos fracasos son una incógnita y otros… se pueden ver venir. La película con el dudoso honor de tener el récord Guinnes al mayor batacazo en taquilla salió en los noventa, y para los creadores era la crónica de una muerte anunciada.
Los números hablan de un verdadero desastre. El récord (que se dio en 2012, pese a que la película fuera del 1995) marcan que del presupuesto estimado de 98 millones de dólares, la película solo recaudó 10 millones. Una pérdida inaudita del 90% de su presupuesto.
Se llamaba 'La isla de las cabezas cortadas' ('Cutthroat Island') y era una aventura de piratas protagonizada por Geena Davis y Matthew Modine, dos actores que no eran demasiado taquilleros en su momento y a los que, en parte, se les asocia el fracaso. Pero no es justo cargarles todo el muerto.
Carolco Pictures, productora de las dos primeras de 'Rambo' o de 'Showgirls', ya estaba en una situación económica crítica cuando hizo la película. La cinta de aventuras era su última apuesta a la desesperada antes de irse a la quiebra, pero gastaron tanto dinero en hacerla que no pudieron permitirse una campaña de marketing potente.
Su propio director, Renny Harlin, admitió haber "suplicado al estudio que no hicieran la película", que en gran medida se justificaba por la presencia de Michael Douglas en el papel de Modine antes de saliera del proyecto. Davis, por su parte, se sintió muy intimidada por tener que cargar con el peso de la película en una época en la que las protagonistas femeninas eran una anomalía en Hollywood.
¿Merecía este destino 'La isla de las cabezas cortadas'? Muchos dicen que no. La película se ha reivindicado con el tiempo como una cinta fallida en diversos aspectos pero muy disfrutable, con unas secuencias de acción bien rodadas que bien merecen el visionado.
Disney se la pegó más fuerte
Son características que también compartían la película que, pese a no tener ningún récord Guinnes, es popularmente considerada uno de los mayores fracasos en taquilla de la historia: 'John Carter'. La película de Disney tenía un presupuesto de 263 millones de dólares, inflados en gran medida por culpa de los reshoots.
La película hizo 283 millones internacionalmente. Lo que supone una pérdida si tenemos en cuenta que el estudio, además de gastar 100 millones en su campaña de marketing, necesitaba casi el doble de su presupuesto para ganar beneficios. Esto sirvió para despedir al jefe del estudio del momento, Rich Ross, y, por supuesto, cancelar la secuela planeada.
A día de hoy se sigue discutiendo las razones de este batacazo para lo que también era una película generalmente disfutable. Su descentrada campaña de marketing y la falta de conexión de los espectadores con la marca son dos razones que se dan habitualmente.
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