Siempre hay un enorme riesgo cuando se intentan hacer cinematográficos los complejos procesos de la mente, buscando cómo externalizar abstracciones que pasan en el interior de la mente. Si esta mente además sufre una alteración profunda, ya sea por drogas psicoactivas o por problemas de salud mental, requiere de un talento especial en el arte surrealista.
Pero cuando sale bien, tenemos obras que vale mucho la pena indagar. De ejemplos tenemos la reciente 'Beau tiene miedo' de Ari Aster o la magistral 'El almuerzo desnudo' de David Cronenberg. O una osada y demencial odisea que es prima hermana de esta última en varios aspectos. Se trata de la joya de culto de los noventa 'Miedo y asco en Las Vegas'.
Un mal viaje
Una de las mejores películas de la filmografía de Johnny Depp, que está especialmente inspirado en su retrato de un alucinado escritor que asienta un curioso precedente para los excéntricos manierismos de Jack Sparrow. Una valiente adaptación de la semi-autobiografía de Hunter S. Thompson que sólo un visionario como Terry Gilliam podía convertir en una película. En una muy espectacular, que además se puede ver en streaming a través de Filmin.
Con el alter ego de Raoul Duke, Thompson describe sus intensas experiencias con las sustancias psicoactivas, las drogas fuertes de todo tipo, mientras realiza labores periodísticas en un viaje hacia Las Vegas. En compañía del también adicto Dr. Gonzo (un magnético y animal Benicio del Toro), su exploración de los oscuros rincones de los casinos y espectáculos de la ciudad del pecado se vuelven un paralelismo tenebroso de un país desquebrajado mientras se produce la guerra de Vietnam.
Paul Thomas Anderson intentaría hacer algo similar con 'Puro vicio' década y media después, presentando un protagonista adicto navegando un contexto social y político enrarecido. Pero Gilliam consigue ser más exitoso en su propósito, además de respetar la poco convencional narración del libro de Thompson, claramente influida por la experiencia de consumir. Su manera de reflejar las percepciones de esa mente estupefacta se aproxima mucho a la versión fílmica de 'El almuerzo desnudo', que también tiene tintes autobiográficos mezclados con mirada crítica al momento político.
'Miedo y asco en Las Vegas': un tornado que te traga y te escupe
En su empeño de convertir esas experiencias psicotrópicas en imágenes que respeten esa alteración de la percepción, Gilliam crea una película mareante además de desafiante. Su narración inquieta, paranoica y tremendamente difusa puede verse como un dislate imposible de seguir, aunque consigue ser sugerente por la combinación de humor surrealista y la subversión al colisionar iconografía de Las Vegas y del Estados Unidos de la contracultura.
De una manera incorregible y alucinada consigue capturar la desilusión de una nación en un momento de cambio, con la guerra y los asesinatos de la familia Manson provocando la salida del sueño que prometían los sesenta. Depp consigue ser el gancho para el espectador en este frenético viaje sin dejar de hacer una interpretación desatada que captura el consumo desenfrenado. 'Miedo y asco en Las Vegas' se convierte en esa clase de película tornado, capaz de tragarte y escupirte a los pocos segundos si no encuentras algo a lo que agarrarte, pero es una experiencia sin igual.
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