Siempre es curioso observar y analizar esos periodos donde un director parece que está en lo más alto del oficio. Ese momento donde encadena una serie de obras grandes, e incluso maestras, donde deja la sensación de ser el mejor cineasta del planeta. A menudo estos periodos se hacen de tres películas, y normalmente suele haber una entre ellas que se ve un poco como la menor, a pesar de que se puede colocar entre lo mejor de su carrera.
Los mejores tienen periodos de más de tres películas, o incluso tienen varios de estos repartidos por su filmografía. Billy Wilder es uno de ellos, con una amplia variedad de grandes películas, aunque muchas de ellas enmarcadas en la comedia. Miremos mismamente de 1959 a 1963 como encadenaba imprescindibles: 'Con faldas y a lo loco', 'El apartamento', 'Un, dos, tres', y la que hoy nos ocupa, 'Irma la dulce'.
Policía infiltrado
El 60 aniversario del estreno de la película nos da la excusa para recordar una de las mejores comedias de los sesenta, donde hace una particular reunión con sus protagonistas de 'El apartamento', Shirley MacLaine y su habitual Jack Lemmon, para hacer un ligero cambio de tercio. Una deliciosa joya que vale la pena rescatar en streaming a través de Filmin.
Lemmon es un policía estricto y centrado en su trabajo en un barrio de París, aunque con una existencia algo desangelada. No se le ocurrirá mejor idea que enamorarse de una atractiva prostituta de la zona, y para asegurarse de que le sea fiel se disfrazará de un anciano lord inglés que la tendrá de cliente exclusiva. Con esto se lanza una de esas clásicas e hilarantes comedias de enredos que nunca vienen mal.
La película es una adaptación teatral que en parte no esconde esa condición. Hay hasta decorados que parecen preparados para la representación en un escenario, y también hay unas pocas localizaciones donde los personajes intercambian importantes cantidades de diálogo. Wilder, sin embargo, es probablemente de los mejores directores para hacer todo esto especialmente cinemático.
'Irma la dulce': sofisticada y también payasa
Lo vemos sobre todo en cómo dirige a estos actores, excelentes ambos con una dinámica distinta a la de 'El apartamento' pero el mismo carisma a raudales. Las interacciones son ágiles, inteligentes y divertidas, pero no en un modo de performance teatral sino con la perforante sagacidad que caracteriza una conversación en una película de Wilder. El desarrollo de la historia está también trabajado a la perfección para ser sofisticada y sugerente, pero también un poco payasa además de accesible para el público.
Tiene parte de la elegancia de 'El apartamento' y parte de la hilarante desvergüenza de 'Un, dos, tres' dando más dinamismo del esperado a esta clase de adaptaciones. Aun así, no es de las que muchos citan de primeras al hablar de las imprescindibles de Wilder. Pero realmente está entre sus mejores películas, fortaleciendo aun más su perfecta dinámica con Lemmon y dando a MacLaine la oportunidad de hacer uno de sus trabajos más majestuosos.
En Espinof | Las mejores comedias de la historia
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 10 Comentarios