Hoy en TV: el thriller erótico que lo cambió todo en los 90 con una de las escenas más icónicas de la historia del cine... y la confirmación de un director estrella

Nunca perdemos oportunidad aquí para recomendar un buen thriller erótico, género que entra en terrenos muy escabrosos pero resulta electrizante cuando está bien hecho. Cine de alta tensión, donde la química entre actores está candente y, con un director capaz, un torbellino de clase y morbo que indaga en los deseos de la condición humana. Un género del que, para muchos, la reina absoluta es 'Instinto básico'.

Pasiones que matan

El exitazo de los noventa, que cambió tanto el cine comercial adulto como el devenir del género, donde Paul Verhoeven se consolidó como director en Hollywood más allá de sus clasicazos de ciencia ficción. También otra gran entrada en los mejores momentos de Michael Douglas como protagonista desagradable y moralmente dudoso. Además, lanzó como estrella a Sharon Stone. Un perfecto combo que hoy se puede ver en el canal Be Mad a partir de las 22:05. También se puede disfrutar en streaming en Amazon Prime Video y en Filmin.

Douglas interpreta un agente de policía sumido en las adicciones al alcohol y las drogas, que intenta superar mientras tiene un nuevo y escabroso caso a resolver. Un propietario de un club nocturno es hallado muerto en su cama, ensartado con un picahielos, y la principal sospechosa es su amante escritora de novelas de suspense. El acercamiento del agente a esta rubia fatal romperá todos los límites éticos y morales, entrando en una nueva dimensión de tensión sexual.

La película pone las cartas sobre la mesa muy pronto, con la escena más icónica sucediendo bastante pronto en el metraje. La escena del interrogatorio al personaje de Stone, con ese cruce de piernas, tiene toda la controversia del mundo por el contenido explícito y la manera de llegar a rodarla (el director le aseguró a la actriz que no se vería la ausencia de ropa interior para conseguir que accediera a quitársela). Pero también muestra de la inteligencia de la película, que subvierte todo el morbo a través de la muestra de las reacciones de los policías fácilmente manipulables y sudorosos.

Verhoeven nunca ha tenido miedo en meterse en jardines sobre el contenido de sus películas, de ahí sus inicios puramente eróticos. Pero lo hace a sabiendas, buscando retorcer los puritanismos y perspectivas conservadoras. No siempre es apreciado, ya que busca siempre maneras bastante extremas de exponer sus ideas, de ahí que se cause controversia entre el colectivo LGTBI por mostrar la bisexualidad de manera que conecta con la psicopatía asesina de la protagonista.

Sin embargo, lo que hace duradera a 'Instinto básico' es que precisamente el aire de liberación con el que muestra al personaje de Stone, retratando a protagonistas como el de Douglas, canónicos en thrillers y género negro, como hipócritas que se quedan desarmados cuando ven que no pueden establecer control ante mujeres como ella. Es un subtexto muy rico que queda perfectamente claro con la puesta en escena tan hitchcockiana (otro que buscaba azuzar avisperos pasionales) que exhibe el holandés. Una película imprescindible.

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