Cuesta imaginar un 'Desayuno con diamantes' protagonizado por otra actriz que no sea Audrey Hepburn. Las cosas podrían haber sido muy diferentes si hubieran hecho caso a Truman Capote, que quería haber protagonizado la película junto a Marilyn Monroe y odió la adaptación con la fuerza de mil soles.
La otra Holly
En 1961 se estrenó 'Desayuno con diamantes', adaptación de la novela homónima de Truman Capote, dirigida por Blake Edwards y protagonizada por una icónica Audrey Hepburn en el papel de Holly Golightly. Ese rol marcó un antes y un después en su carrera, consolidándola como actriz y causando un gran impacto en el mundo de la moda.
Los astros se alinearon en esta combinación ganadora que, no obstante, podría haber sido de otro modo. Por un lado, al principio Hepburn y su marido Mel Ferrer se opusieron a que ella interpretara el papel de una trabajadora sexual (aunque Capote dijo que no veía a Holly como una prostituta).
No obstante, la principal oposición que encontró esta adaptación fue la del propio autor de la novela: Capote estaba totalmente en contra de que Audrey Hepburn fuera la protagonista y consideraba que el estudio le había "traicionado de todas las formas posibles" al hacer dicha elección.
Al parecer, Capote escribió su novela teniendo en mente a Marilyn Monroe como la despreocupada Holly Golighly. No solo eso: también quería coprotagonizar la película en el rol de Paul Varjak (que al final interpretó George Peppard).
Afortunadamente, el productor Marty Jurow le convenció de que "el papel no era lo suficientemente bueno para él", ya que Varjak iba a ser solo un apoyo para Holly, el verdadero foco de atención de la historia.
No obstante, siguió insistiendo con lo de Monroe hasta el punto en que Jurow terminó en un avión proponiéndole el papel a la actriz. Tras esto, la profesora de actuación de Monroe llamó a los estudios para aclarar que no participaría en la película y el resto es historia.
Lo traicionado que se sintió Capote ante la elección final llegó a oídos de todo el mundo, haciendo sentir verdaderamente incómoda a Hepburn cuando el novelista se paseaba durante el rodaje de la película.
Pese al reconocimiento general del que gozó el filme y su actriz protagonista, Capote siguió odiando el trabajo de Hepburn en la adaptación: "Fue el peor error de casting que he visto nunca. Me dieron ganas de vomitar".
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22 comentarios
aledrallny
Audrey Hepburn fue una gran elección para hacer de Holly, de acuerdo a la visión que tuvo Edwards sobre Breakfast at Tiffany's. En realidad lo que deberíamos apuntar es que la película toma muchísima distancia en el tono y el argumento, respecto del libro original
1182363
Pues me parece normal. Yo también habría querido hacer una película con Marilyn Monroe...
fahrenheit451
Con Marylin hubiera sido algo diferente y tambien una buena pelicula, tal vez mas como estaba pensado el guion. Pero se habria quedado en una buena comedia.
Audrey Hepburn en cambio convirtio una pelicula normalita en un mito del cine. Varias de sus escenas son absolutos iconos en el imaginario de cualquier generacion desde entonces. Y a ella misma, con las archiconocidas fotos, en la misma definicion de glamour. Aun ves esas fotos hoy en dia colgadas en cualquier tienda pija o local progre gafa-pasta a lo largo y ancho del mundo. Y me siguen encantando.
halleck
Y esa amigos es la razón por la que los autores adaptados no deberían acercarse a la adaptación ni con un palo.
wildisthewind
Una de las mejores películas de todos los tiempos. Audrey y George Peppard tienen una química que traspasa la pantalla. No tiene mucho que ver con la novela de Capote, que está muy bien, pero también muy lejos de la brillantez de la película, la mejor de Blake Edwards para mí.
rio63
Creó que ese fue el principal problema que tuvo Marilyn. Aunque era muy hermosa, hubo muchas actrices contemporáneas que eran igual de bellas pero más talentosas. Este me parece que es el caso.
Jonesjr.
Mira que he visto veces esta película, pero nunca me ha acabado de gustar. Me parece conservadora, en ningún momento me hace gracia y es finalmente ñoña. Seguiré revisionándola cada cierto tiempo a ver si acabo de cogerle el punto.