El reciente fracaso comercial de 'Babylon' se ha vuelto nueva munición para aquellos que esgrimen que a nadie le interesan esas miradas al ombligo que se hacen en Hollywood. Puede ser verdad, pero solo a medias. Tenemos un montón de films ofreciendo una mirada a la trastienda de la industria cinematográfica que, incluso sin volverse exitazos, se han conservado como clásicos imprescindibles de esta forma de arte.
Curiosamente, varias de estas se producen desde el terreno de la comedia, porque es más fácil destapar las vergüenzas si consigues arrancar una risa de vez en cuando. Es también una manera de refutar la comedia como arte menor con respecto a dramas muy serios y mucho serios, plasmando cuestiones existenciales e inteligentes desde lo hilarante. Sobre esto hay pocos ejemplos mejores que 'Los viajes de Sullivan'.
Viaje al corazón del cine
Preston Sturges, uno de los mejores directores de comedia de todos los tiempos y el padrino del screwball aplicado a la comedia romántica, se coronó con esta película sobre cine y hacer cine que ya se puede ver a través de Filmin. Una paradójica reflexión sobre el papel de los cineastas en la industria y sobre el arte que están destinados a crear en momentos de emergencia social.
John L. Sullivan es un director de cine de Hollywood que quiere hacer una gran película triste, una profunda obra sobre la miseria y el sufrimiento que está sufriendo el país durante la Gran Depresión. Su cruzada es importante, alejada de la frivolidad de lo que los estudios de cine están sacando de manera regular. Para poder empaparse de la experiencia del hombre común realiza un viaje a través del país que, en realidad, le está llevando por los diferentes géneros cinematográficos para trastocar por completo su perspectiva.
Esa manera de emplear los géneros con astucia para reírse de sus convenciones, pero también para ponerlos en valor artísticamente, es una de las múltiples capas que hacen de 'Los viajes de Sullivan' una obra extraordinaria. Empleando como pilar central la comedia screwball y el romance que le caracterizan, Sturges crea una compleja pero accesible pieza de entretenimiento que trata de desentrañar sus contradicciones internas.
'Los viajes de Sullivan': la odisea del arte
¿Es posible hacer algo comprometido en una industria tan empecinada en ganar dinero? ¿Está condenado el individuo a estar arrinconado en los confines del sistema capitalista? ¿El camino de la creación es todo tortura para poder conseguir algo grande? Las dificultades de este artista en su odisea poco épica son dispuestas en una sátira muy bien hilada, con el director desentrañando sus experiencias personales en Hollywood.
No es de extrañar, por otro lado, que los Coen admiren tanto el cine de Sturges y esta obra en particular, de la que extraen el título de 'O Brother!' y montan su propia odisea homérica en medio de la Gran Depresión. El tono humorístico mordaz y perspicaz de 'Los viajes de Sullivan' es una influencia fundamental en el estilo de los hermanos, que al mismo tiempo hacen también obras sobre artistas teniendo dificultades para crear dentro del establisment.
En esta película ya está todo lo fundamental que desarrollarían los Coen a lo largo de decenas de obras, pero eso es sólo uno de los múltiples motivos que hay para ponerse esta excelente e imprescindible película. Su audaz análisis sobre el placer de compartir unas risas está narrado de manera absolutamente espléndida, y hace el mejor alegato por el arte de la comedia que se ha hecho jamás.
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