‘El fuera de la ley’ (‘The Outlaw Josey Wales’) es la quinta película como director de Clint Eastwood, cuyo guión fue escrito por Philip Kaufman, a quien el actor le encargó la tarea para dirigirla. Así fue durante la primera semana de rodaje, pero pronto empezaron las discrepancias entre Kaufman y Eastwood, sus visiones del proyecto no coincidían y el actor de ‘Harry el sucio’ ejerciendo su poder de productor no dudó en despedir a Kaufman, tomando las riendas del proyecto. Eastwood declaró al respecto que tal vez la visión de Kaufman fuera mejor, pero no era la suya, toda una declaración de principios por parte de alguien que tiene las ideas muy claras a la hora de dirigir una película.
Desde luego, visionando ‘El fuera de la ley’ uno llega a esa conclusión, pues Eastwood alcanza aquí una de sus cotas más altas en su trayectoria como director (también como actor), una obra monumental en la que están presentes todas las constantes de su cine, y el logro es aún mayor cuando en aquellos años (estamos en 1976) el western no se encontraba precisamente en su punto más álgido, sino todo lo contrario. Eastwood le devolvió su épica, añadiendo un fuerte carácter nihilista, con un tratamiento de la violencia terrible, casi inaguantable. Eastwood en estado puro.
‘El fuera de la ley’ narra la historia de Josey Wales, un granjero del sur que sufre en sus carnes las devastadoras consecuencias de la Guerra Civil, después de presenciar como un grupo denominado Los botas rojas asesinaban a su familia y a él le daban por muerto. Pronto no pensará más que en reclamar venganza, uniéndose a un pequeño grupo de rebeldes del sur, que en su desesperación por estar perdiendo la guerra, intentan no darse por vencidos, resistiéndose a creer lo evidente. En un intento de rendirse al enemigo, son traicionados y la mayor parte asesinados, siendo únicamente Wales y un joven con ganas de destacar, los únicos que se darán a la fuga, mientras se reúne un grupo para cazarlos. La cabeza de Josey Wales ahora tiene un precio.
‘El fuera de la ley’ es un relato uniforme en el que se pueden apreciar distintos bloques. El inicio, mientras desfilan tomándose su tiempo los títulos de crédito, no puede ser más descriptivo. Wales no puede impedir el asesinato de su familia, tras enterrarlos aquél practica con un revólver (escena que repetiría en la posterior y laureada ‘Sin perdón’), y tras un manejo de la elipsis absolutamente inaudito (no sabemos cuánto tiempo transcurre), Eastwood filma uno de los mejores planos de su carrera: ése en el que en lo alto de una pequeña colina, sentado ante las tumbas de su familia, detrás de él van surgiendo como fantasmas el pequeño grupo de renegados a los que se unirá. El rostro de Wales ya no es el de un padre de familia, su mirada no es de este mundo. Una estúpida guerra le ha quitado todo lo que tenía.

La película refleja perfectamente el estado de ánimo del pueblo americano tras haber perdido la Guerra de Vietnam. Eastwood es del sur, al igual que su personaje, pero su visión no es criticar al enemigo, sino reflejar la decepción general de un pueblo vencido, al menos tangencialmente. En cierto momento su personaje sentencia que todos los hombres pueden vivir en paz sin pelearse, una triste utopía que no hace más que apoyar esa decepción, y al mismo tiempo la demuestra reuniendo a lo largo de su viaje a distintas personas procedentes de diversos lugares, con los que se asentará en un lugar casi aislado, idílico y perfecto para todos ellos, que sólo buscan vivir en paz.
Los personajes que van apareciendo a lo largo del periplo de Wales determinan los distintos bloques mencionados, con el valor añadido de que Eastwood, en lo que es un prodigio de fluidez narrativa, los englosa perfectamente en un único bloque. A través de ellos se dibuja también la personalidad de Wales, y su personaje evoluciona psicológicamente. Sam Bottons, fallecido el pasado mes de diciembre, inolvidable protagonista de ‘La última película’ (‘The Last Picture Show’) con la que debutó en el cine, da vida al joven acompañante de Wales, representa al joven idealista y rebelde, la víctima joven que toda guerra se lleva injustamente. Su valor le lleva incluso en sus últimos suspiros de vida, a ayudar a Wales a salvarse de dos bandidos que les tienen atrapados. Chief Dan George (visto en otro western mítico, ‘Pequeño gran hombre’ de Arthur Penn) da vida a Lobo solitario, el carismático indio que se encuentra Wales y con el que establece una relación de amistad de lo más curiosa, llena de un feeling pocas veces visto en una película, proporcionando los momentos de humor del film, casi todos gracias a la impresionante interpretación del actor nativo americano, con quien Eastwood tuvo que estar muy atento y cuidadoso, pues se olvidaba continuamente de los diálogos. En los westerns protagonizados por Eastwod la figura del indio, o no aparecía, o era tratada con sumo respeto, tal y como sucede en ‘El fuera de la ley’, donde hace acto de presencia otro actor de origen nativo, Will Simpson, dando vida a un jefe indio con el que Wales hace un pacto de honor para poder convivir en el mismo territorio, un acuerdo por encima de toda ley, de todo gobierno, firmado con la sangre del hombre común, lo único que debería tener un auténtico valor.
Sondra Locke, futura compañera sentimental de Eastwood, aparece aquí por vez primera en una de las películas del director. Su personaje, de aspecto virginal y morboso, hace pensar a Wales en otra cosa que no sea la venganza, haciéndole recordar que una vez tenía una familia, y que las sensaciones de dicho recuerdo son agradables. John Vernon (el alcalde en ‘Harry el sucio’) da vida a Fletcher, compañero que Wales que se ve sin querer obligado a traicionarle y después perseguirle. De connotaciones de los films de Peckinpah, esta relación de amistad rota es otra de la pautas del relato, teniendo su desenlace en los momentos finales tras la consumación por parte de Wales de su venganza, cuando Fletcher simula no conocerle remidiéndose de su error. En personajes aún más secundarios, encontramos a John Quade y Bill McKinney, que seguirían trabajando con Eastwood en más de sus películas.

El personaje de Eastwood parece una prolongación de los que hizo para Sergio Leone, con cambios sustanciales. Esta vez su nombre es muy pronunciado y conocemos su pasado. Pero al mismo tiempo, Wales es, en tradición con los personajes de Eastwood, un antihéroe. Su sentido de la justicia le empareja con Harry Callahan, alguien que está por encima de toda ideología, obligado a utilizar la violencia con tal de hacer cumplir la ley. Su desacuerdo con toda la hipocresía que le rodea queda reflejado en su huraño comportamiento hacia todos los que le rodean (Wales ha perdido la esperanza en buena parte del ser humano); escupe continuamente su tabaco contra sus víctimas, a la chaqueta de un hombre que intenta timarle con un brebaje, incluso a un fiel perro que le acompaña a todos lados y responde a sus escupitajos con gruñidos.
En la progresión dramática de ‘El fuera de la ley’ no faltan los momentos violentos, que casi siempre resuelven la tensión que se acumula en ciertas partes de la película. Una violencia que avanza in crescendo, y filmada por Eastwood con mucha más sobriedad y sequedad de lo que Leone lo hizo en la trilogía del dólar. Los tiroteos del principio, el enfrentamiento a dos hombres en una sucia cantina, el duelo con cuatro jóvenes soldados del norte, o la escena en la que mata al líder de Las botas rojas como culminación de su venganza. Una escena llena de matices, como por ejemplo ir jalando sus revólveres contra su adversario mientras lo acorrala y le clava su propia espada. Wales ha terminado su trabajo y su extraño parpadeo es como si despertara de un trance.
‘El fuera de la ley’ es una de las mejores película de Clint Eastwood en su doble faceta. Su puesta en escena, deudora de Siegel y Leone, incluso del Anthony Mann que se preocupaba de enmarcar el paisaje en la historia, es de lo más concisa y directa. Bruce Surtess, que cristalizó las inquietudes del director en cuanto a iluminación (abriendo un camino más tarde explorado por sus sucesores), realiza un trabajo impecable. Jerry Fielding, que compuso varias de las bandas sonoras de las películas de Sam Peckinpah, inicia aquí su pequeña trayectoria en el cine de Eastwood con un trabajo que obtuvo una nominación al Oscar, la única que consiguió la película aquel año.
Muy machacada por la crítica en su momento (de público fue un éxito más bien modesto), hoy emerge como una de las obras maestras de su autor, llena de poesía, de un lirismo apenas perceptible pero que subyace en cada plano, en cada secuencia. Tras su rodaje, Eastwood se tomó un descanso de sus tareas de director, interpretando ese mismo año una nueva entrega de las andanzas de Harry Callahan, en un rodaje mucho más ligero. De ella hablaremos en el siguiente post del especial.
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darksider
Me encanta esta peli. Tras la trilogía del dólar (y quizás por tenerle cierto afecto "cometieron dos errores"), en esta peli me parece que se culmina el personaje de Eastwood como "pistolero" (Sé que para muchos el pistolero por excelencia es John Wayne, pero para mí, desde que vi esta película es Eastwood). Es sin duda, el germen de "Sin Perdón".
Saludos
Alberto Abuin
malpaso, he leído muchos libros sobre Eastwood, y ninguno me ha satisfecho al 100%. Me quedo con trozos de todos, harían el libro perfecto.
eluyeni
¿Qué más decir? Una película fenomenal. Aún recuerdo en esos tiempos del VHS, la pandilla de adolescentes devoradores de westerns que nos juntábamos a ver cualquier cosa que caía en nuestras manos. Y ésta nos la vimos sin pestañear, flipando en colores. Acábamos aquella tarde jugando a echarnos lapazos tras comer regaliz. Cómo nos gustaban las pelis con trasfondo de la guerra de secesión, y yo siempre me pedía ir con los del sur ;) Por cierto, es verdad que aquí se ven los "gérmenes" de detalles luego vistos en 'El jinete pálido' y 'Sin perdón'.
Salu2 ;)
carlitobriganti
Este western en manos de otro director hubiera sido notablemente inferior. Dices "‘El fuera de la ley’ es una de las mejores película de Clint Eastwood en su doble faceta". No podría estar más de acuerdo, para mi su mejor filme en su doble rol. Enorme película como la escena cuando escupe tabaco a un chucho, me encantan los perros pero me tengo que descojonar cada vez que veo esa escena. Menudo cabrón.
malpaso
Esta película es muy especial para mí, fue la primera que ví en el mercado doméstico, en una sala de cine fue El Imperio Contrataca, creo que es la primera gran película del gran Clint, sin olvidar anteriores logros. Por fin vemos el potencial de este enorme director en todo su esplendor, y lo que nos queda por delante... Muy buen análisis por tu parte, por cierto, tengo 3 libros sobre la vida y obra de este hombre, pero me gustaría ampliar, ¿alguna sugerencia?
mrlombreeze
LA MEJOR PELÍCULA DE CLINT EASTWOOD. Así, en mayúsculas. Y para mí, una de las películas más perfectas que he visto jamás. Me impresionó a los 11 años y lo sigue haciendo ahora.
malpaso
Eso es lo que me pasa a mí con los que tengo, todavía no he encontrado el libro con el que diga: esto es lo que yo quería!. En fin, seguiremos a la espera.
Coronel Mortimer
Me gusta mucho esta película, una de mis favoritas. '' En este estado hay algo que se llama justicia, y eastwood le respondia: '' y hay otra cosa que se llama darse un paseo por el mississippi''. Creo que decía algo asi, esta pelicula tenia momentos de humor bastante buenos, pocos pero muy buenos.
richardford
Magnifico post y esplendido film(aunque desde pequeño tengo debilidad por El jinete palido,mi western favorito de Eastwood),me encanta la relacion entre el personaje de Eastwood y el indio,tiene escenas memorables(algunas de las que has comentado),creo que es el primer gran film de Eastwood(sin desmerecer logros anteriores) y aqui pienso que el alumno empezo a superar al maestro(Leone,Siegel.)
vincenthanna
EASTWOOD ES UNO DE MIS DIRECTORES FAVORITOS (JUNTO CON MICHAEL MANN Y ), HE VISTO CASI TODAS SUS OBRAS, PERO NO VI ESTA PELI TODAVIA, NO LA CONSIGO. VOY A TENER QUE DESCARGARLA, CONTRA MI VOLUNTAD. MIS FAVORITAS DE EL SON SIN PERDON Y BIRD. Y COMO ACTOR, LAS DE SRGIO LEONE.
ES CIERTO LO QUE DICE KEMPER, EASTWOOD NO TIENE SUCESOR. EL TIPO ES UNICO.
richardford
Cuenca,claro que El jinete palido es una revisitacion de Raices profundas,pero el tratamiento de la figura del predicador que hace Eastwood casi de cine fantastico creo que aun enriquece mas la pelicula...
kemper
Eastwood es un mito viviente, y lo peor es que no tiene substituto a la vista.
Sin Perdón, mágnifica película, con guión de David Peoples, co-guionista a su vez de BR. Aunque eso es otra historia... XD
abarcon
Gran película, con el mérito añadido de ir contracorriente en un momento, los 70, en que el western estaba denostado por la progresía cinematográfica. En cuanto a El Jinete Pálido, sobre la que comentaba también algo richardford, a mí también me gusta, pero se parece demasiado a Raíces Profundas (Shane) y eso le resta un poco de interés. Es más, casi podríamos decir que es un remake de la película de George Stevens.