Unos clásicos del terror que nunca envejecen son los monstruos más conocidos, principalmente porque cada poco tiempo reciben nuevos tratamientos y adaptaciones con tonos nuevos, a veces apropiados para la época en la que se realizan. Los enfoques clásicos y teatrales de la Universal dieron paso a los más góticos de la Hammer, y años después llegaron los noventa con sus enfoques románticos y pomposos gracias al éxito de Francis Ford Coppola.
Tuvimos también el fallido Dark Universe y ahora los monstruos están resurgiendo gracias a Blumhouse, que de la mano de Leigh Whannell están orientándolos hacia metáforas sobre relaciones abusivas. Aunque de estas nuevas olas se ha quedado fuera el fantasma de la ópera, que ha terminado reciclándose a través del musical gracias a Andrew Lloyd Webber, pero sobre todo a ‘El fantasma del paraíso’.
Muriendo por el rock and roll
Brian De Palma se inspira parcialmente en el monstruo clásico para hacer una de sus primeras grandes obras, aprovechando también el impulso de la ópera rock que compone su músico y co-protagonista Paul Williams. Junto a William Finley y Jessica Harper crean una obra de culto magistral que cumple 50 años y que se puede ver en streaming a través de Filmin.
Winslow Leach es un pequeño pero ambicioso músico que espera conquistar el mundo con su ópera rock. Por el momento capta la atención del poderoso magnate Swan, mano firme en la industria y propietario del club El Paraíso, que a través de artimañas se hace con las composiciones de Winslow, al que incriminan por tráfico de drogas y posteriormente acaba desfigurado. El club es todo un éxito gracias a la nueva y refrescante música, pero pronto empieza a estar asolado por una misteriosa figura que causa estragos y trama su venganza.
Todavía estableciéndose como director en el cine de estudios, De Palma crea aquí una irreverente joya que satiriza precisamente la creatividad devorada por una industria del espectáculo implacable. Sus inicios más vanguardistas van dejando ya paso a su puro músculo como artesano que busca estudiar al milímetro las herramientas cinematográficas y su impacto en el espectador, lo que le hacía tan efectivo como creador de cine comercial como de autor provocador.
‘El fantasma del paraíso’: un musical irreverente
Aquí consigue uno de los inicios más sensacionales de la historia del cine, con un número musical lleno de gloria pop y rock and roll que sirve también para enmarcar la tragedia que se nos avecina en el espectáculo que vamos a ver. Su impecable gusto por el diseño permite que todo, desde el aspecto del “monstruo” hasta las estancias donde se produce la acción, tenga un aspecto icónico y arrebatador.
Su musculo cinematográfico alcanza aquí sus primeros dejes magistrales, dando increíble lustro a esta poco convencional joya de terror que, sin duda, se coloca entre los mejores musicales de la historia. Un ejercicio que desborda pasión y está hecho con una convicción propia de quien quiere llevar al máximo las posibilidades del audiovisual y de la historia que tiene entre manos, quizá pensando que pueda ser su último órdago. Pero le esperaban muchos más.
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