El éxito de High School Musical

Disney Channel estrena hoy en España High School Musical, una película creada especialmente para el canal cuyo título no engaña a nadie, pues es un genuino musical ambientado en un típico, e idealizado, instituto estadounidense. Siguiendo la huella de clásicos como Grease, la película tiene como protagonistas a la estrella del equipo de baloncesto y a la estudiante más empollona del centro, que coinciden en un concurso de karaoke durante las vacaciones de Navidad. Por supuesto, para poder estar juntos, y participar en el musical que prepara el instituto para final de curso, deberán soportar las burlas y presiones del resto de sus compañeros, a gorgorito limpio.

Quizás esta falta de pretensiones sea precisamente la que ha llevado a High School Musical a convertirse en un éxito rotundo para el canal, con más de 7 millones de espectadores. El DVD vendió 1,2 millones de copias en apenas seis días, su banda sonora se colocó en el décimo puesto del Billboard estadounidense en su tercera semana en el mercado, y ha ocupado el primer puesto en dos ocasiones, despachando más de 3,5 millones de discos. Además, fue la primera película que se pudo comprar a través de iTunes, por 9,99 dólares, y Disney tiene planeado que dé el salto a Broadway, siguiendo el camino de otros títulos del estudio como La Bella y la Bestia o El rey león.

Para hacernos una idea del fenómeno que se desató en EE.UU., baste decir que mereció artículos en la revista Time que analizaban las razones de semejante éxito, sobre todo de ventas de DVD y discos, para un producto de un canal por cable, por mucho Disney Channel que sea. Tal vez en España no logre alcanzar entre el público más joven el éxito de series como Rebelde Way, pero habrá que estar atentos a su salida en DVD, que se está convirtiendo en un mercado cada vez más apetecible para los productos pensados directamente para televisión.

Quien quiera saber de qué va High School Musical, y si realmente es lo que parece, nada mejor que esta pequeña selección, cortesía de YouTube.

Vía | El País