La buena animación infantil y sobre todo la clásica, es un género que adoro, porque me trae buenos recuerdos y porque continúa sorprendiéndome la capacidad que tenían los autores para crear divertidos mundos basados en la realidad pero sin sentido alguno, sin necesidad de recurrir a lo sobrenatural, la violencia actual y los plásticos gráficos 3D de hoy en día. Una de las cadenas que mejor lo hacía en la década de los 90 era Cartoon Network, a la que me niego a colocar su nuevo logo sobre estas líneas porque su antigua imagen de cadena estaba mucho mejor.
Personajes extraños y extravagantes, con una personalidad única, y parodiando situaciones de la realidad son algunos de los ingredientes de estas cuatro series originales que he seleccionado de Cartoon Network, que cruzaron la línea de los canales temáticos de pago para aparecer en las televisiones en abierto de medio planeta.
1. Vaca y Pollo
Vaca, Pollo y sus padres, son probablemente la familia más extraña que hemos visto en la televisión. Hijos de un matrimonio convencional bastante divertido, Vaca y Pollo son dos hermanos que tienen una vida muy peculiar. A los padres nunca se les ve de cintura para arriba (porque no hay nada), todo lo hacen con los pies, gesticulan con ellos, hablan… Pollo representa al niño pasota y chulo con un carácter rebelde que siempre está criticando a su hermana por lo infantil que es. Tiene 11 años y no pesa más de 2 kilos.
Sin embargo, Vaca tiene 7 años, pesa más de 250 kilos y su aspecto es de lo más divertido. Vive en un mundo de felicidad, amable e inocente, adora a su hermano. Si a Pollo le pasa algo, un alter ego de Vaca aparece en escena: se viste con un traje morado y SuperVaca lo defiende bajo el lema de “¡Supervaca al rescate!”, y además habla con acento mexicano. Su objeto favorito es su propia “mascota”: un juguete llamado “Jabalí Ladillas”, que Pollo detesta.
La serie es muy divertida. Las actitudes exageradas de Vaca, el propio aspecto físico de los personajes y los secundarios que aparecen, aseguran el humor. La comadreja, las amigas de Vaca, los amigos de Pollo (nerds totales), la señorita del colegio, el diablo rojo… La serie salió de un pequeño corto animado llamado ‘What-A-Cartoon!’, en el que participó David Feiss, quien elaboro la historia de Vaca y Pollo para su hija pequeña… sin saber que acabaría conviertiéndose en un éxito mundial.
2. El Laboratorio de Dexter
Con 9 años, Dexter es todo un genio. Promesa futura de la ciencia mundial, esconde en su casa un gigantesco laboratorio secreto en el que realiza los experimentos más curiosos que puedas imaginar. Todo el posible en el laboratorio de Dexter, desde criar cualquier bicho con un químico hasta teletransportarse a Marte. Por desgracia, siempre es interrumpido por su hermana mayor, Dee Dee. Molesta y malcriada, pero simpática y graciosa, amante del ballet, los tutús, los unicornios y los ponys, siempre siente curiosidad por lo que hace su hermano en el laboratorio y termina destruyendo algo.
En este caso, los padres de Dexter y Dee Dee son más normales. El padre es el típico padre, suele estropear las situaciones con relativa facilidad y simpatiza más con su hija. La madre se parece a Dexter, no sólo compartiendo algún que otro rasgo físico, sino que se dedica con mucha concentración y esmero en sus recetas de cocina, a imagen y semejanza de Dexter con sus experimentos. Además, es una maniática de los gérmenes y la limpieza, siempre usa guantes y esa característica provoca más de una comedia en la serie.
3. Agallas, el perro cobarde
Éste es Agallas. Un perro rosado que le tiene miedo a cualquier cosa. La antítesis de la raza canina. Es capaz de andar tanto a cuatro patas como a dos y tiene un sexto sentido. Pese a lo cobarde que es saca un valor e ingenio especial para salvar a sus dueños cuando se encuentran en peligro. Los dueños de Agallas son Muriel y Eustaquio Habichuela, dos viejecitos bastante adorables. Muriel es una adorable anciana escocesa que tiene sobre unos 70 años, vive con su marido y su perro en una cabaña de madera en mitad de “El Centro de Aquimismo” (malamente traducido del inglés The Middle of Nowhere), un lugar extraño donde transcurre toda la historia y habitado por personajes inesperados de lo más peculiares.
Muriel recogió a Agallas de la calle cuando era un cachorro abandonado, porque secuestraron a sus padres, y de ahí procede el terrible miedo de Agallas hacia cualquier cosa. Por eso el perro adora estar con Muriel, a la que tiene un gran afecto. Afecto que sin embargo no tiene hacia Eustaquio Habichuela, un anciano granjero rancio, malhumorado, grosero, antipático y muy ambicioso. Sólo aprecia su camioneta verde y su pasatiempo favorito es sentarse en su sillón rojo para leer el periódico, ver la tele y lo que más le gusta: asustar a Agallas con una máscara verde. No le tiene ningún aprecio y le llama “estúpido perro” desde que llegó a casa.
4. Johnny Bravo
¿Puede haber un tío más chulo que Johnny en televisión? Creo que no. Originalmente concebido con el mismo nombre de su creador, Van Partible, Giovanni Bravissimo Partible, decidieron acortar su nombre a Johnny (de Giovanni) y Bravo (de Bravissimo) porque así sería más fácil traducirlo al inglés. Es un mujeriego, tremendamente narcisista y coqueto a más no poder. Físicamente, es una mezcla entre James Dean y Elvis Presley, caracterizado siempre por su forma de vestir y sus gafas de sol. Está todo el día persiguiendo a las chicas, las cuales siempre le rechazan cada vez que intenta ligar con ellas.
Pese a ser un hombre musculado, nunca hace apología a la violencia ni a la conflictividad, concentrando todas sus energías en sorprender a las mujeres. Johnny Bravo es una sátira hacia todos esos hombres que tienen peculiares formas de ligar y conquistar toda aquella chica que le guste.
Es curioso que todas estas series parten del núcleo familiar, incluso Johnny Bravo (su madre tiene un papel muy característico en la serie), y además, todas ellas excepto esta última, han tenido alguna nominación a grandes premios como los EMMY o los Oscar.
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