Aunque el marcador fue un 1-0, ayer hubo dos golazos históricos en la final del Mundial femenino de fútbol celebrado en Australia y Nueva Zelanda. El segundo gol fue el de las audiencias: prácticamente dos de cada tres espectadores siguieron a la Selección Española en su proclamación como campeonas del mundo ante Inglaterra.
El partido tuvo una audiencia media de 5,60 millones de espectadores y una cuota de pantalla de 65,7 %, con la celebración de la victoria sumando seiscientos mil espectadores más (6,23 millones y 59,6 % de cuota de pantalla). De lejos, la emisión más vista de ayer domingo.
Superando la Eurocopa
Unas cifras que son bastante positivas y optimistas respecto al seguimiento del fútbol femenino en nuestro país (sobre todo con el horario de mañana que había). Aun con el algo inconveniente horario de mañana, este ha superado con creces los datos que hicieron en la Eurocopa del pasado verano, donde las españolas cayeron en cuartos de final ante las inglesas en un partido seguido por 2,40 millones de espectadores y 23,3 % de share (3,06 millones y 27,1 % de cuota en la prórroga).
Si nos atenemos a temas de cuota de pantalla, la alcanzada en esta final es bastante similar a la del final del Mundial de fútbol masculino de Catar celebrado el pasado diciembre entre Argentina y Francia (con los penalties alcanzando el 69% de cuota en La 1). La gran diferencia, y donde todavía andan un poco lejos, es en número de espectadores.
La audiencia media de ese Argentina - Francia fue de 9 millones de espectadores, llegando hasta los 12 millones en los penalties (sin contar la audiencia en Gol Mundial). Si nos limitamos a los partidos de la Selección masculina en Catar, la media que marcó su paso por la competición fue de 9,58 millones de espectadores y 58,8% de share en La 1.
Si bien en apariencia hay terreno que cubrir, hay un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de comparar estas audiencias: los horarios. Los partidos del Mundial de Catar fueron todos por la tarde/noche hora española; los del Mundial de Australia y Nueva Zelanda se han celebrado por la mañana (alguno incluso de madrugada). Algo que se nota bastante repasando el histórico de la competición con partidos importantes (como los cuartos de final ante Países Bajos) apenas rascando trescientos mil espectadores por culpa de emitirse de madrugada.
Aun teniendo en cuenta que las cifras todavía no son del todo equiparables a las que congrega el fútbol masculino, sí que se demuestra que fútbol es fútbol jueguen mujeres y hombres y que sigue siendo el deporte favorito de la audiencia.
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