Cerca de cuatro millones de espectadores y un 25.9% de share. Si hace unos meses nos hubieran dicho que estos datos pertenecerían a un programa en el que un grupo de famosos imitan con mayor o menor fortuna a una serie de cantantes, nos habría costado creerlo. Pero ése fue el dato que consiguió ‘Tu cara me suena‘ en su último día, en una gala que puso el broche de oro a una primera edición en la que ha conseguido alzarse como el programa revelación de la temporada.
Tengo que reconocer que en un principio fui de los reacios al programa. Yo también pensaba que ‘Tu cara me suena’ sería el batacazo de la temporada, pero semana tras semana me vi ante un talent show que sólo pretendía que pasara un buen rato, algo que me terminó conquistando. ‘Tu cara me suena’ llegó como una de las consecuencias de la nueva imagen que Antena 3 se ha propuesto ofrecer esta temporada y, al final, ha terminado convirtiéndose en el mejor de los reflejos de lo que la cadena quiere ser en la actualidad: un programa blanco lleno de puro entretenimiento para toda la familia. Todas estas características pueden sonar a tópico pero si analizamos bien el programa de Antena 3 nos daremos cuenta que ‘Tu cara me suena’ cumple a la perfección con todas ellas.
Es un programa blanco porque desde el principio ‘Tu cara me suena’ no ha pretendido herir sensibilidades. Ni las imitaciones buscaban burlarse del cantante de turno ni desde el programa se buscaba que los participantes quedaran en ridículo, aunque alguna que otra vez fue muy difícil impedirlo, gajes del oficio. Los integrantes de ‘Tu cara me suena’ sólo han querido pasar un buen rato o, al menos, así lo han sabido transmitir de cara al espectador, mostrándonos esa imagen tan explotada últimamente en nuestra televisión de un grupo de amigos que se reúnen en torno a un programa para pasarlo bien.
Las rivalidades no han hecho acto de presencia y eso al final lo hemos terminado agradeciendo, sobre todo desde que Francisco comenzó a aceptar las críticas negativas de sus actuaciones. Con ‘Tu cara me suena’ hemos descubierto que se puede disfrutar de un talent show sin que los concursantes sólo piensen en ganar y de ahí sólo nos ha llegado el entretenimiento que el programa pretendía desprender. Y, por último, nos queda la parte de para toda la familia. ‘Tu cara me suena’ ha estado dirigido a todo tipo de público, a los de más edad, que se llevan las manos a la cabeza cuando hay un beso de por medio o a los más jóvenes, obsesionados con que la imitación sea lo más perfecta posible.
El sabor que nos deja ‘Tu cara me suena’ es bueno, pese a que algunas cosas ocurridas el miércoles nos hacen pensar que el voto del público no fue del todo limpio. No ya por el comentado fallo que se dio en la página web de Antena 3, en la que se publicó el nombre de la ganadora horas antes del inicio de la última gala y en la que no nos queda más remedio que admitir las excusas de la cadena, que asegura que hackearon su página web y publicaron uno de los borradores que tenían pendientes de cara a la final. Me refiero al paripé que montaron para que Santiago Segura esté en la segunda edición del concurso. Pese a que ha sido uno de los concursantes clave del programa, adornaron la elección para que pareciera parte del azar, aunque todo apunta a que ya se sabía de ante mano quién sería el segundo clasificado del programa.
‘Tu cara me suena’ ha llegado en un buen momento. Antena 3 necesitaba la acogida que ha tenido el programa, que permite justificar el cambio de rumbo que le está dando a su programación. Ha llegado en ese momento en el que se ha aprovechado del resurgir que los talent show están teniendo de nuevo. Y encima, le ha dado algo fresco a nuestra televisión, rescatando y adaptando una idea ya explotada en el pasado. Si ser una cadena blanca es ofrecer programas como ‘Tu cara me suena’, Antena 3 va por buen camino.
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