Viernes por la noche y Antena 3 lanza su enésimo intento para destronar a 'Sálvame Deluxe'. En esta ocasión, se trataba de una unión extraña, dirigida a arañar o, por qué no, liderar las audiencias de ese prime time, aunque al menos fuera por la curiosidad televisiva del primer día. Ni eso tuvo a su favor Antena 3, que se conformó una vez más con quedar en segundo lugar y observar de lejos al programa de Jorge Javier Vázquez, que una semana más daba un golpe sobre la mesa y demostraba la fortaleza de su show.
Así, 'Los mayores gamberros' y 'Por arte de magia', obtuvieron un 11,2% y un 11,7% respectivamente. No son datos extremadamente malos, sobre todo si se mantienen y no decaen en las próximas semanas, pero parece que demuestran que la cadena no puede aspirar a más en ese prime time, sin importar el espacio que se decide emitir. Quizá fue esa impotencia la que hizo que se cambiaran los planes sobre la emisión de ambos espacios, ya que hubo un par de modificaciones en la emisión final respecto a la que se anunció en un principio.
En esta ocasión, los elegidos para la batalla eran dos formatos conocidos por la audiencia, la cámara oculta y el talent show con famosos, que llegaban con la incorporaron de pequeños cambios introducidos para dar novedad pero que no consiguieron desprender el mismo grado de entusiasmo. Así, 'Por arte de magia' fue un show mucho más compacto que el estreno de 'Los mayores gamberros', convertido en una mecánica sucesión de bromas con un humor muy específico. Pero, pese a este contraste, ninguno de los dos consiguió brillar en solitario.
'Los mayores gamberros', humor desvergonzado
La premisa de 'Los mayores gamberros' es observar a un grupo de ancianos tomándole el pelo a los jóvenes, dando una vuelta de tuerca al formato de la cámara oculta y depositando todo el peso de las bromas en los mayores elegidos para llevarlas a cabo. Este es el punto de partida para una sucesión de sketches donde los ancianos hacen de las suyas, ya sea una mujer pidiendo ayuda para abrir un paquete con un vibrador o un hombre hablando por teléfono a grito pelado sobre los gustos sexuales de su parienta.
Un conjunto de situaciones en las que desde luego no tenemos en la mente a ningún anciano hoy en día. Y es ese contraste el que pretende despertar nuestras carcajadas, al mismo tiempo que cada víctima no puede creerse lo que está viviendo. El problema de estas situaciones es que se encuadran en un tipo de humor en concreto, que no pretendo catalogar ni valorar en estas líneas, pero que, algo muy frecuente en el mundo del humor, no obtuvo las mismas respuestas en todos aquellos que lo vieron. Es curioso descubrir que un mismo programa puede causar respuestas tan distintas, ya que, como hemos visto en otras ocasiones, el mundo del humor es un lugar muy amplio donde viven todo tipo de personas.
En mi caso, los sketches de 'Los mayores gamberros' no pasaban de la simpatía de algunos y el ridículo de otros, lo primero al observar la efectividad de algunas de las bromas y lo segundo tras comprar la falta de soltura de algunos bromistas que, no sé si por cosas de la edad, generalmente no poseen el carisma necesario para llevar a cabo tales acciones. Esa es la razón de que el estreno de 'Los mayores gamberros' me dejara a medias, mientras veía cómo otros se desternillaban con las ocurrencias del programa de Globomedia. Se trata de un buen número de personas que podrían, gracias al boca a boca, reunir al público necesario para que 'Los mayores gamberros' coja oxígeno a lo largo de las semanas reuniendo a todo su público específico, del que yo no formo parte.
'Por arte de magia', un programa con truco
Después del primer programa de 'Los mayores gamberros', convertido en un pequeño espacio de acces prime time para el viernes, tocaba el turno de 'Por arte de magia', el talent show que podía hacerle más daño a 'Sálvame Deluxe'. Como he dicho más arriba, tampoco brilló, pero su llegada a la televisión sí pudo ofrecerme ese toque de entretenimiento al que quizá acuda algún que otro viernes por la noche. Al fin y al cabo, la magia ha sido un arte muy recurrente en el pasado televisivo, que se deja ver y que en parte se ha vuelto a poner de moda gracias a la llegada de 'Dynamo, el mago' a Discovery Max.
La propuesta de 'Por arte de magia' es parecida a la de cualquier otro talent show con famosos, con la excepción de que en esta ocasión los famosos no poseen la responsabilidad que sí se tiene en otros programas. Es decir, en 'Por arte de magia' los famosos no pasan de ser los ayudantes del mago en cuestión, por lo que su enfrentamiento al mundo de la magia deja bastante que desear. Como talent show habría sido más enriquecedor ver a estos famosos haciendo trucos en solitario, aunque fuesen más sencillos, y observar su evolución con el paso de las semanas, dejando que los magos profesionales llevaran a cabo algunos de los trucos que vimos el viernes, que gozaban de esa espectacularidad necesaria para enganchar a los espectadores.
Incluso esa habría sido la excusa perfecta para que los propios magos se convirtieran en el jurado de 'Por arte de magia', el elemento lógico de cualquier programa de estas características. En vez de eso, son otras caras famosas (a excepción de Luis Piedrahita) quienes juzgan y valoran el resultado de las actuaciones, lo que nos hace pensar que realmente no estamos ante un talent show de primera categoría, sino delante de un programa que solo busca una excusa para ofrecer trucos de magia y ganarse el favor del público. Y, como demostró la audiencia del pasado viernes, parece que con eso solo no vale.
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