Las mañanas en verano no son para ver la televisión

Es pleno julio, te levantas a eso de las 11, ya que aunque estás de vacaciones tu cuerpo no está acostumbrado a dormir todo lo que te gustaría. Notas que te entra un poco de frió por tu pequeño pijama de verano y se te da por mirar por la ventana, perfecto, está nublado, otro día de playa echado a perder por lo caprichoso que está el tiempo este año. Bueno, no hay mal que por bien no venga, puedes dedicar la mañana a uno de tus pasatiempos favoritos, ver la televisión.

Enciendes el televisor, está en La Primera porque ayer estuviste viendo una película que dejaste a medias porque te iban a dar las tantas gracias a la "poca" publicidad que tiene la cadena pública. Primer susto, tienes a Inés Ballester contándote no se qué de las recetas más refrescantes para el verano, habrá que cambiar porque eso no te interesa nada. Habrá que recuperar el ejercicio en el dedo y comenzar a practicar el antiguo arte del zapping, por no esforzarte le das al siguiente canal y pones en La2 y otra desilusión, están echando programación infantil que bueno, está bien que la haya pero hace unos cuantos años que dejaron de gustarte la mayoría de dibujos animados y eso, añadido a la tirria que te tienes a Los Lunnis hacen que cambies inmediatamente de canal.

El siguiente canal es Antena 3, ya que tienes la cadena en ese dial desde que vinieron las primeras privada, y ves más programación infantil con un interminable Megatrix, te preguntas si seguirá Natalia de presentadora, ya que al menos te podrías alegrar la vista un poco pero no, ahora ya parece que no tienen ni presentadores, se ve que la crisis ha afectado bien a la cadena de San Sebastián de los Reyes. Pasas a Telecinco, ya que en la cuatro tienes a la autonómica y no la recibes bien desde que toquetearon la antena comunitaria. ¿Y qué te encuentras? Una repetción del programa Tú sí que vales que ya habías visto hace unas semanas ¿no estaba el programa de Ana rosa aquí? Que pena, porque te podías entretener viendo gritar a los colaboradores y viendo los patéticos temas acerca de los que discuten.

Empiezas a ponerte nervioso y cambias a Cuatro, sí, tienes a Cuatro después de Telecinco porque ahí es donde estaba Canal+ y la verdad, hay pocas ganas de cambiar el dial. Están echando una serie que parece interesante, con tiros y persecuciones de coches... pero después de verlo unos minutos la serie te raya de tal manera que te ves obligado a cambiar, más tarde te enterarías que era Alerta Cobra, que se emite toda la mañana en la cadena de Sogecable. Ya con la mano temblando por la desesperación pones tu última opción, laSexta, aquí tiene haber algo te dices a tí mismo, laSexta es una cadena joven y fresca que suele tener buenos contenidos a la mayoría de las horas... pero a esta no, están echando por enésima vez en la televisión española la serie mejicana Rebelde, y como que no te apetece ver una serie en la que no entiendes la mitad de las expresiones. Ni te esfuerzas en mirar algo de los canales de TDT porque sabes que va a haber infocomerciales, y ya has tenido suficientes pesadillas con ellos como para volver a verlos y ponerte aún de más mal humor del que estás.

Gritas, no puede ser que no haya nada en la televisión, con la desesperación tiras el mando al suelo y la televisión se apaga, sienes alivio, ya no estás tan nervioso. Has perdido 10 minutos de tu vida en algo que ya sabías, que las mañanas televisivas en verano dejan mucho que desear. Al final te vas a dar un paseo que, aunque no haga sol, la temperatura es agradable y hay que estirar un poco las piernas.

Foto | Tannhäuser

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