‘El internado’ ha vuelto para marcharse. Pocos serán los que no sepan todavía que Antena 3 ha comenzado a emitir la última tanda de capítulos, los que pondrán punto y final a la serie en seís semanas si todo se mantiene según lo previsto. Y el capítulo con el que ha vuelto mantiene la tendencia de la séptima temporada: más giros en la trama, más historias de relleno y más enfermos con el virus.
La serie sigue ofreciendo capítulos que invitan al bostezo pero que en algún momento recuerda lo buena que fue en sus inicios. Valorando los capítulos de la séptima temporada emitidos hasta ahora, se confirma lo que ya sabíamos: la historia está alargándose demasiado. Las tramas no evolucionan, sólo se mantienen capítulo tras capítulo sin que pase nada importante. No es de extrañar que en los tres o cuatro últimos capítulos ocurra todo lo que llevamos tanto tiempo esperando.
El capítulo empezó con una escena que dará lugar a toda clase de especulaciones. Iván se despertaba de una especie de sueño y mostraba sus ojos brillando en blanco. Además parecía estar en un lugar especial (¿la máquina para curar a los enfermos?). Con este comienzo consiguieron llamar nuestra atención, pero después de esa escena, un rótulo de 72 horas antes y el mismo aburrimiento de siempre.
Es triste decirlo, pero ‘El internado’ ya comienza a aburrir. La trama de la pérdida de memoria de Iván es un claro ejemplo. Sigue empeñado en que no lo sepa nadie, mientras cruza interminables miradas con Julia por los pasillos de la Laguna Negra. Los guionistas nos mostraron un flojo flashback sobre uno de los encuentros amorosos de la pareja. El capítulo hubiera quedado decente si esos recuerdos hubieran servido para ver que ella, tras enterarse de la enfermedad de Iván, le mostraba su apoyo. Pero ni eso. Como he comentado antes, si en algo se caracterizan los guionistas de ‘El internado’ es en alargar las tramas lo máximo posible y esta trama ya no da más de sí.
Curro, que se está convirtiendo en un personaje muy odiado, anda suelto por el bosque con el objetivo de curarse del virus como sea y ya de paso vengarse de Amaia. No tengo ninguna duda sobre este personaje. Está donde está para que la serie pueda durar lo que dura en la actualidad sin que acabemos hartos de Jacinta y las niñas. Una historia puesta a última hora para tener algo que contar cuando ya se ha contado todo lo que interesaba. Uno de los momentos en los que creí que por fin pasaría algo emocionante en el capítulo fue cuando Curro se encerró en el cuarto de los niños con Evelyn, Paula y Lucas. Pero al final todo terminó con una ridícula huida cuando apareció Marcos.
También hemos sabido que Fermín no murió en el último capítulo (qué cruel engaño). Ni que todas las medicinas estaban destruídas. Ahora todas las esperanzas están puestas en el misterioso hombre al que al menos ya hemos puesto identidad, un tal Max que sabe construir la máquina que los curará a todos. Y hay que estar atentos a Paula. Ella es especial, inmune a la enfermedad. Creo que de ella dependerá la cura definitiva.
La gran revelación de este capítulo ha sido saber que los militares son en realidad empleados de Ottox y que están esperando a que todos mueran para ocultar lo que allí está pasando. Este nuevo giro es lo que más me ha gustado del capítulo. Me he alegrado al comprobar que la serie aún puede sorprender. Soy de los que siguen la serie sólo para saber cómo termina y sorpresas como esta me hacen pensar que quizá sí que los guionistas se estén reservando algo grande para el final.
Para todos aquellos que se entretienen buscando similitudes entre ‘El internado’ y ‘Lost’ este capítulo nos ha dejado una nueva: El capítulo se titula “El principio del fin“, igual que el primer episodio de la cuarta temporada de la serie americana, el primero después de conocerse que ‘Lost’ ya tenía fecha para su final.
En conclusión, seguimos donde mismo, avanzando a paso de tortuga y esperando que pronto los guionistas den el spring final que nos permita despertarnos y aclamar esta serie una vez más antes de su despedida. Para terminar, y tras saber que han anunciado que morirán como mínimo cinco personajes, os animo a que hagáis vuestra apuesta sobre qué personajes morirán. Aquí va la mía: Roque, Elsa, Iván (aunque la escena con la que empezó el capítulo de ayer hace que me lo replantee), Rebeca y Hugo. ¿Y vosotros? ¿Quiénes pensáis que serán los que no lleguen al final?
En ¡Vaya tele! | ‘El internado’, qué podemos esperar de su final