Reconozco que tengo la bilis en la boca, que no debo decir lo que pienso, sino contar hasta 33, y plantear con qué cara se mira cada mañana al espejo al despertarse Patricia Gaztañaga. Si le gusta la imagen que se ve reflejada. Ella se puede defender diciendo que presenta el trabajo que hace su equipo, pero volvemos a lo mismo, imagino que tendrá la última palabra. Si eso es así, les pregunto a los "guionistas" o "periodistas de investigación", de ese diario que buscan las mejores historias (las más morbosas), en ese todo vale por la audiencia, cómo tienen el estómago y qué tal van de conciencia, cuando ayudan, o eso se supone que quieren o nos quieren hacer vender, a una mujer a encontrar a su padre, para comunicarle, cuando ya han creado la suficiente expectación entre el público (pero quién ve estos programas), que está muerto. ¡Cómo hay que tenerlos para hacerlo en directo!
¿En qué cabeza o persona entra semejante idea? Si la dirección de Antena 3, no pone cartas en el asunto, sobre todo tras lo que ocurrió con el triste ejemplo de Svetlana, y cómo fue engañada al programa, el todo vale por la audiencia se va a volver en su contra, empezando, o eso espero, por unos anunciantes que se deben pensar si quieren ver su imagen emparentada con un programa de este calado. Y curiosamente, parece ser que ejemplos de su "ejemplar" código ético existen, como su búsqueda en foros de gente con problemas o con "historias que pueden llegar al alma de la audiencia". Seamos serios o consecuentes. Personalmente, no podría mirarme a un espejo, si mi único cometido es contar las tristezas de la gente. ¿Qué hay historias alegres? Simple equilibrio. Pero si no queremos que esto se termine escapando de las manos, alguien debe poner un límite.
Vía | Meneame
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