'Dunkerque': Christopher Nolan nos sumerge de lleno en la II Guerra Mundial en una de sus mejores películas

Christopher Nolan había encadenado varios grandes éxitos cuando decidió hacer 'Dunkerque', una película que podía verse como una especie de capricho por parte del autor de bombazos como 'El caballero oscuro' u 'Origen', pero lo cierto es que era un proyecto que tenía en mente antes de incluso de rodar 'Following', su primer largometraje.

Una de las particularidades de la película es que la idea inicial de Nolan era echar mano de la improvisación, pero acabó aprovechando el guion para enfocarlo de tal forma que lo visual resaltase por encima de lo narrativo. De esta forma sumerge al espectador de lleno en la II Guerra Mundial, tal y como podréis (volver a) comprobar esta noche a partir de las 22:10 en Antena 3.

Intensidad y agobio

Nolan busca agobiar al espectador desde al arranque de la película para que en ningún momento se sienta cómodo ante lo que sucede en pantalla. Su primer gran aliado es la música de Hans Zimmer, ya que ayuda a crear el clima necesario para que eso suceda y en más de una ocasión llega a resultar casi tan penetrante en el público como las balas en los soldados en plena batalla.

Además, Nolan no duda en dividir 'Dunkerque' en tres frentes diferentes, tanto físico como temporales, aportando así una muy bien recibida variedad que sirva para camuflar que cada una de las historias en sí mismas no es tan importante como el conjunto. Obviamente, hay una conexión entre esas historias, pero aquí las explicaciones sobran y la clave está en saber cómo llegar al punto de destino.

A fin de cuentas, 'Dunkerque' está basada en un hecho real, el cual Nolan adapta a sus necesidades, prescindiendo de echar mano de la historia de algún soldado real para aplicar su plan. Y es que la estructura de la película se podía haber descontrolado con facilidad, pero aquí todo encaja en su lugar, no da pie a repeticiones innecesarias y además nunca resulta confuso.

El buen trabajo de su reparto, desde aquellos rostros más conocidos hasta otros que el público quizá vea aquí por primera vez, ayudan a dar una mayor dimensión emocional a la película, mientras que el inapelable trabajo en la fotografía de Hoyte van Hoytema resulta la base imprescindible para una película que busca más hacer sentir que contar algo al espectador.

Además, 'Dunkerque' tampoco esquiva el lado más espectacular, pero sin regodearse en ello. Lo importante aquí es hacer llegar al espectador esa angustia inherente a la situación por la que pasan sus personajes, y para eso hay que ir al grano, siendo ese posiblemente el motivo de que sea la película más corta de su director con excepción de su ópera prima.

El gran éxito de 'Dunkerque' fue la demostración de que Nolan era quizá el único director de Hollywood que sabe cómo captar de forma continuada el interés del público masivo sin la necesidad de una gran franquicia detrás. Y es que ingresó 525 millones de dólares en todo el mundo cuando había costado "solamente" 100 millones, aunque algunas fuente lo elevan hasta los 150.