Desde que en 2011 'El Hormiguero' diera el salto de Cuatro a Antena 3, ha sido el rey indiscutible del access prime time. Es más: en 2017, gracias a Isabel Pantoja, rozó los cinco millones de espectadores con el 23,8% de cuota de pantalla, algo increíble en ese momento, y el resto de cadenas no tenía nada con lo que hacerle frente. Ni series, ni programas sobre política (aunque ahí sigue resistiendo 'El intermedio'), ni empezar el prime time antes: nada podía con Pablo Motos y las hormigas. Llegados a un punto, de hecho, ni siquiera nadie lo intentó, llevando a morir programas a esa franja. Acostumbrados a ser el número 1 durante más de una década, 'La revuelta' les ha pillado por sorpresa, y no ser los líderes les está sentando francamente mal.
Se abrió la veda
Durante años, hemos sabido de las prácticas rozando lo mafioso de Pablo Motos y los suyos: si vas a este programa olvídate de venir con nosotros, si hablas mal de 'El hormiguero' prepárate para una llamada telefónica de las hormigas, etcétera. Gran parte de los invitados, que iban porque era el mayor escaparate de España, ya dejaban caer (sobre todo en privado) que no se habían divertido demasiado, por ponerlo suavemente, y un porcentaje del público, a medida que el programa se politizó de manera salvaje, empezó a sentir cierta aversión contra él.
Puede que fuera más una tradición que un programa, pero las tradiciones están para romperlas, y solo hacía falta un catalizador (en este caso, jugar con sus mismas armas) para que el imperio de Motos cayera por su propio peso. David Broncano y su equipo no quieren enfocar el enfrentamiento entre ambos (a la misma hora, con el mismo tipo de programa) como una guerra, pero es inevitable que el público lo haga. Y que la audiencia haya escogido un nuevo número uno en la televisión ha pillado a Motos a contrapié.
Como decía David Broncano al entrevistar a Hovik Keuchkerian y Milena Smit, a ellos no les importa reciclar los invitados de 'El Hormiguero', pero al reves no pasa "por lo que sea". Y a medida que los invitados van escogiendo ir -con razón- al programa más visto (al margen del resto de sus cualidades), con cierta sensación de liberación y venganza poco sutil, el anterior gigante se va quedando sin nadie a quien invitar y sin armas para recuperar el liderazgo. Y en este maremágnum de desesperación es donde ocurren desastres como el de ayer.
Pasamontañas e Internet
A nadie, sea del partido político que sea, le pilla de nuevas que 'El Hormiguero' lleva unos años virando hacia ser un programa de política (porque tenemos poca política en la televisión, por lo visto), con una "mesa de actualidad" de talante marcadamente conservador en la que Juan del Val y compañía dedican varios minutos del programa a, básicamente, meterse con el gobierno, cayendo en vídeos virales como el ridículo espantoso de "el inquilinato". Y, sabiendo perfectamente que para gran parte del público se ha convertido en "el programa que ve la gente de derechas", ayer redobló la apuesta invitando a Ceciarmy... intentando, de paso, captar al público joven.

¿Por qué Ceciarmy? Está bastante claro: Motos quiere renovar el plantel de invitados clásicos del programa (de ahí que el día anterior fuera a divertirse la rapera Ptazeta) e intenta tirar de Internet, de los iconos de una juventud diversa, de un mundo que no conoce en absoluto, tratando de plantar cara a 'La revuelta'. Mientras, ellos, casi como mofa no buscada, compitió llevando a Andrés Pajares y a Sonya Yoncheva, una soprano búlgara. Y ganó. Porque el público ve 'La revuelta' por sus presentadores y 'El hormiguero' por sus invitados. Intentar ir más allá es, como poco, imprudente. Y meter la cabeza bajo tierra junto a las hormigas no va a ayudar
Igual que Ptazeta es un icono LGTBQ+, Ceciarmy lo es de otro segmento de la población totalmente contrario: 'El hormiguero' trata de llamar a la juventud de todos los espectros políticos con cantos de sirena, pero la jugada no le ha salido bien. Solo hay que echar un vistazo a las cifras: el influencer con pasamontañas tuvo un 12,5% de share y 1.683.000 espectadores, unos números que, pese a la competencia del fútbol, hacía tiempo que el programa no veía. Y es que no hacía falta que Pablo Motos intentara solucionar un problema que no existe: seguía manteniendo a su público, pero 'La revuelta' había hecho que la tarta fuera más grande.
Así, cada uno con su pedazo de tarta, ambos programas podrían convivir sin problemas. Pero 'El hormiguero' lo quiere todo, y ha decidido atacar también al segmento de audiencia de Broncano, arriesgándose a perder por el camino a sus propios fans irredentos, sorprendidos de ver a un señor con pasamontañas sentado en la mesa. Y es llamativo, porque realmente la crisis de reputación en redes sociales no parece haberle afectado significativamente en audiencia: va goteando números, sí, pero lentamente. No había ninguna necesidad de ponerse nervioso y tratar de hacer daño directamente a su competidor, sobre todo cuando 'La revuelta' juega a su propio juego de esperar lo inesperado.
De toda la vida, los programas de televisión similares han coexistido. Concursos, magazines, corazón y series se han hecho la competencia unos a otros de manera constante y con cierta deportividad, pero dentro de 'El Hormiguero', poco acostumbrados a estar en el número 2, no saben lo que hacer para recuperar el trono. Y a base de ideas desesperadas, como traer a Ceciarmy, y por más que los medios les hagan la ola (por miedo a recibir llamadas inoportunas que cada vez asustan menos), no pueden superar ni tan siquiera a una soprano de Bulgaria. Motos y los suyos deberían estar contentos con su target, con haber alcanzado un nicho al que Broncano jamás llegará. Intentar ir más allá es, como poco, imprudente. Y meter la cabeza bajo tierra junto a las hormigas no va a ayudar.
En Espinof | Las mejores series de 2024
Ver 15 comentarios
15 comentarios
charlie_brown
Le tiene que estar jodiendo muchísimo a su ego y complejo de Napoleón que, sin haber perdido audiencia, La Revuelta se los este merendando. Creo que fue aquí, donde acertadamente dijisteis eso de: al Hormiguero vas a promocionarte y cumplir un trámite, mientras que a La Revuelta vas a divertirte.
Es lo que tiene haber convertido tu programa de entretenimiento en una tertulia rancia y cuñadil.
McGrego
En la revuelta, llevando a Pajares están intentando lo contrario.
bobdylan
Es que da vergüenza ajena, jajajaj cuando le dic vamos a hacer un vídeo en directo para Instagram, no sé qué es pero se nota esa desesperación...y mira que me cae bien motos, pero no lo consigue.
Y parte es culpa suya por polarizar todo...
mazinger5
El "pobre"Motos no sabe lo que hacer ya y va dando palos de ciego(no se puede llevar todos los programas a Will smith y Joaquin)y ademas es que audiencia tiene pero no quiere que Broncano tenga,lo quiere todo para él,hasta la prensa mete a Broncano en tonterias como la de que era el vecino de la novia de Abalos.Sencillamente,lamentable
Predicador
Todos juntos repitamos el estribillo: “Intentar ir más allá es, como poco, imprudente. Y meter la cabeza bajo tierra junto a las hormigas no va a ayudar.”
John Connor
El título de esta entrada es "Creo que 'El hormiguero' está intentando conquistar al público joven de 'La revuelta' llevando a Ptazeta y Ceciarmy... pero no le está saliendo bien"
La respuesta es "Es que Pablo Motos está encorsetado en un estilo de programa de entretenimiento del cual no puede salir porque tampoco sabría, y además de todo eso no tiene gracia que atraiga a público juvenil."
A mi particularmente, y lo he dicho en otras ocasiones, no me cae bien. También digo que no soy fan de Broncano pero su estilo de hacer un programa que parece (sin serlo) caótico es lo que le da la gracia.
Las entrevistas consecutivas en ambos programas a Ana Mena son un ejemplo, el mejor ejemplo, de lo que es uno y lo que es otro.
Ladderman
Creo que Ceciarmy es un invitado de mierda, aunque supongo que Motos cree que es de su cuerda. Tiene una cuenta superpopular, pero lo único que hace es reciclar contenido de otros. Tampoco estoy muy seguro de hasta qué punto realmente apela al público juvenil, porque en su cuenta siempre he visto comentar a gente de mi edad o incluso más mayores. Además, ya he visto capturas de pantalla de stories que publica y no se corta a la hora de publicitar estafas entre sus seguidores.
Si Motos realmente quiere ir a por el público joven de verdad tiene que copiar a Broncano y llevarse al programa a traperos cutres y parecidos, gente que no vas a ver entrevistada en muchos programas. El problema es que después eso le haga perder al público tradicional que tenía.
guillermodeltoro
Que lleven a Alvise o a Bertín Osborne
redio
En La revuelta importa más la interectuación de Broncano con los invitados, además de sus secundarios, en El homiguero todo está más encorsetado y premian los invitados. Por eso luego vemos como con la Revuelta suele ganar el duelo con excepción de cuando llevan en El hormiguero un invitado muy top.
Ayer tienes como invitada a una soprano y uno no para de reirse, encima hay música, quien va a pensar que a los jovenes le van a dar más a esta que al Hormiguero, simplemente es más divertido.
Encima coges y metes política, una cosa es alguna vez un chiste y otra hacer campaña, yo lo que quiero es divertirme un rato, para eso ya hay otros programas. Uno de los problemas de Salvame, fue politizarlo aunque eran plurales.
klein
Te ha quedado un artículo bien politizado. La revuelta no la he visto ya que vi alguno de La Resistencia y no me gustó, así que pasar de 30 minutos a una hora de algo que no me gusta pues... Además de que Broncano no me gusta (me parece buena persona pero no le veo la gracia). Me gustaba su programa La vida moderna pero por sus colaboradores Quequé e Ignatius (que al contrario que Broncano creo que dejan mucho que desear como personas pero me gusta su lado cómico).
El Hormiguero lo he visto según el invitado, digamos que unos 4-5 por temporada como mucho y por la entrevista, el resto me sobra. Lo que si quiero especificar, es que Motos se empezó a meter en el tema político cuando se le empezó a utilizar desde el gobierno como ejemplo de machismo y patriarcado, publicando cortes de su programa fuera de contexto como cuando Mónica Naranjo le pidió que le tocara el culo. A partir de ahí empezó el tema de la política ya que abría el programa con un discurso para defenderse de dichos ataques y mostrar los vídeos completos y no los cortes que publicaban ciertas personas del gobierno de forma capciosa (la marquesa de Galapagar y el últimamente famoso Milhouse eran algunos de ellos).
El Hormiguero antes o después tenía que dejar de ser líder en audiencias, son muchos años, igualmente hay que felicitarlos porque siguen ahí, no les han restado audiencia sino que Broncano ha sabido recoger a gran parte de los que no veía en El Hormiguero, por lo cual también hay que felicitarlo, aunque también es cierto que ha contado con una ayuda de marketing bestial como ha sido tener a la televisión pública y el gobierno de su parte.
antoneo
La tertulia del Hormiguero surgió en pandemia como algo para llenar espacio porque no se podian hacer entrevistas in situ. Después de dos años y vistos los reditos, deberían de acortar el programa o alargar las entrevistas (muchas veces se quedan cortas) o hacer otras secciones diferentes.
La opción más rocambolesca sería dejar a motos como productor y poner a alguien a presentar. La cabeza visible no tiene que ser el jefe siempre!
mlax
Y ahora recurren a la pública en noticias, deben estar desesperados.