Junto a 'Sailor Moon', 'Cardcaptor Sakura' marcó un antes y un después en los animes de chicas mágicas
Entre estreno y estreno de temporada, es importante también rescatar de vez en cuando animes clásicos que fueron clave para asentar las bases de las series actuales. 'Sakura, cazadora de cartas' no solo fue un pelotazo a nivel mundial en su momento, sino que marcó el género de las magical girls para siempre y solo tienes hasta el 30 de junio para verlo antes de que desaparezca de Netflix.
Cazando cartas
Sakura Kinomoto es una niña que un día descubre el misterioso libro del mago Clow. Al abrirlo, sin querer libera las cartas mágicas que estaban ocultas en su interior y terminan esparciéndose por toda la ciudad. Junto a Kero, el (adorable) guardián de las cartas, Sakura tendrá que arreglárselas para hacerse con todas y evitar que causen estragos en el mundo humano.
'Sakura, cazadora de cartas' ('Cardcaptor Sakura', 1996-2000) es un anime de 70 episodios de 20 minutos de duración cada uno. Adapta el archiconocido manga shojo de las CLAMP que, al igual que la serie animada, marcó un antes y un después para el género de las chicas mágicas.
Este anime coincidió en el tiempo con 'Sailor Moon' y prácticamente fue su relevo, ya que la popular adaptación del manga de Naoko Takeuchi finalizó en 1997, justo cuando las aventuras de Sakura arrancaban. Fue una etapa en la que el género de magical girls estaba pasando un momento dulce, con títulos tan exitosos y dispares como 'La mágica Doremi', 'Kamikaze Kaito Jeanne' o incluso 'Utena'.
Sin duda, Sakura aportó su granito de arena llevando el tema de las chicas mágicas a su terreno. Aquí encontrábamos algunos rasgos habituales en el género, como la estructura episódica, las escenas de transformación, las coletillas a la hora de usar los poderes y una protagonista torpe pero de buen corazón.
Sin embargo, también tenía su propia personalidad, ya que desarrollaba toda una mitología propia y, si bien la protagonista tenía poderes gracias al artilugio mágico que le entrega su simpática mascota, realmente no necesitaba ponerse ningún traje en específico para usarlo. Algo que solucionaba la estupendísima Tomoyo, su mejor amiga, siempre dispuesta a hacerle un modelito tras otro para la ocasión.
Teniendo en cuenta que el manga original son tan solo 12 tomos, para adaptarlo al anime se crearon muchísimas cartas originales y alguna que otra trama como la del personaje de Meiling, que es exclusiva de la adaptación. La serie tiene una estructura de "monstruo de la semana", pero también metía tramas románticas de vez en cuando que daban mucho juego y se desarrollaban a lo largo de los capítulos.
Vista ahora, sigue siendo una serie disfrutable y desenfadada (no recomendada para gente que necesite que todo se resuelva lo antes posible, eso sí), pero sobre todo sigue brillando gracias al carisma de sus personajes. Sakura, Shaoran, Tomoyo, Kero, Toya... todos se terminan quedando con nuestro corazón.
Fue tan popular que no se quedó ahí. Tuvo dos películas: la primera en 1999, que se sitúa entremedias de la serie, y la segunda en el año 2000, 'La carta sellada', que da conclusión a una de las tramas que se había quedado colgando una vez terminó el anime.
Además de sus versiones alternativas en 'Tsubasa Reservoir Chronicle' y 'XXX Holic' (obras en que las CLAMP consolidaron su universo compartido), tuvo una secuela 16 años después con 'Card Captor Sakura: Clear Card', en la que los personajes volvían a las andadas en su etapa adolescente.
'Sakura, cazadora de cartas' es uno de esos animes que hay que ver una vez en la vida (aunque solo sean unos cuantos capítulos), ya que dejó una huella que todavía sigue vigente en muchas series que han venido después ('Miraculous', sin ir más lejos). Por no hablar del mítico momento de doblaje, que eso sí que es historia indiscutible del anime.
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