Separados por grupo sanguíneo y multas a los tardones. Toma nota si sueñas con trabajar para el director de 'El chico y la garza'
Trabajar con genios nunca es fácil, y aunque Hayao Miyazaki nos haya dejado algunas de las películas más bonitas de la historia se las tiene que gastar tremendas en su estudio. Trabajar en una película de Studio Ghibli como 'La princesa Mononoke' o 'El viaje de Chihiro' es un sueño para muchísimos animadores, pero según un animador veterano del estudio, Miyazaki tiene unas reglas muy concretas para mantener el "orden" mientras hace sus películas.
¿Eres A+ o B-?
Shinsaku Kozuma es un animador veterano que ha trabajado en todo tipo de animes, desde 'Dragon Ball Z' a 'Jujutsu Kaisen', pasando por 'Neon Genesis Evangelion'. En una entrevista con Full Frontal, Kozuma ha hablado sobre sus cuarenta años de carrera y de Yoshinori Kanada, toda una leyenda dentro del mundo del anime, y tiene anécdotas como para llenar un libro con salseos de la industria.
En concreto, Kanada trabajó con Miyazaki en varias de las primeras producciones de Studio Ghibli, y gracias a él sabemos que el director no se andaba con chiquitas con quienes llegaban tarde al estudio. Su no estabas en tu puesto a las diez de la mañana, había una caja para "multas" en Ghibli y los tardones tenían que pagar la falta con mil yenes.
"Kanada era el tipo de persona que siempre llegaba tarde. No había manera de que fuera a estar a las 10:00", explicó Kozuma. "Así que, verás, había una caja en Ghibli donde se ponía el dinero de las multas, que eran como 1000 yenes. ¡Y el primer día que Kanada llegó al estudio, puso un billete de 10.000!" "Miyazaki se fijaba en que todo el mundo estuviera dentro o fuera. Su asiento era el más cercano a la puerta, así que veía todo".
Parece que además de estricto con la puntualizada, Miyazaki también es muy supersticioso respecto a los tipos sanguíneos, ya para muchos japoneses supuestamente influencian la personalidad de cada persona. Así que, por ejemplo, no permitía a los de tipo B- y A- negativo sentarse juntos para evitar conflictos.
"Piensa que los grupos sanguíneos influencian la personalidad, así que hacía que la gente con sangre B- y la que tenía A- se sentasen por separado", aseguró el animador.
No sabemos si el director sigue manteniendo estas normas, o se le han pasado con los años. Lo que sí que es cierto es que con 'El chico y la garza' se ha vuelto mucho más comunicativo y abierto con sus animadores, así que igual con el tiempo también ha aprendido a relajar algunas de las reglas.
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