Naruto es un protagonista icónico por muchas razones, y desde luego su diseño de personaje ayuda muchísimo entre el mono naranja, el pelo rubio de pincho y las marcas de zorro en sus mejillas. Aunque a lo largo de 'Naruto' le hemos visto crecer (y ya ni te cuento si nos vamos a 'Boruto'), su diseño no ha cambiado demasiado desde que empezó el manga. Aunque lo que perdió por el camino fueron las gafas.
No, no pasó por el oftalmólogo
Al principio del manga de Masashi Kishimoto (y del anime), una de las características principales de Naruto eran las enormes gafas que llevaba en la frente. Incluso en los primeros borradores de la historia las llevaba, pero llegado el momento Kishimoto decidió quitárselas.
Esta decisión vino dada por dos razones: una por practicidad, y otra dentro de la historia. La primera y la más importante es que por muy guays que fueran estas gafas y le dieran a Naruto un aspecto interesante, era un problema dibujarlas todo el tiempo. Las gafas se convirtieron en un quebradero de cabeza para Kishimoto, especialmente porque las había diseñado con demasiado detalle y perdía mucho tiempo con cada viñeta.
Así que aquí entró la razón de la historia: las sustituyó por la bandana de ninja que todos los ninjas llevan en 'Naruto'. En el caso del protagonista, una bandana con el escudo de la Villa Oculta de la Hoja, un accesorio que cada personaje lleva a su manera.
De esta manera, Kishimoto consiguió solucionar un problema técnico a la hora de dibujar, y de paso añadió un momento muy emotivo en el manga: Naruto por fin era reconocido como genin después de mucho tiempo esforzándose en aprobar el examen. Así que al igual que Akira Toriyama con el rubio platino de los Super Saiyan, Kishimoto consiguió quitarse un lío de encima y de paso darle un pequeño detalle argumental a su manga. Un dos por uno que le salió redondo.
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