Allá por 2013 las dos grandes leyendas de Studio Ghibli se despedían con un doblete: Isao Takahata estrenaba ‘El cuento de la princesa Kaguya’ y Hayao Miyazaki lanzaba ‘El viento se levanta'.
Por aquel entonces, Miyazaki anunció que el “biopic” animado de Jiro Horikoshi era su última película y que se retiraba definitivamente. Aunque claro, no habían pasado ni tres años y dejó atrás la jubilación para empezar a trabajar en ‘El chico y la garza’ como regalo para su nieto. Esta vez, nos decían, sí que sí es la última película del maestro, una obra en la que lleva siete años trabajando y que supondría su despedida definitiva.
Pero entonces Miyazaki hizo lo que hace Miyazaki cuando estrena una nueva película: salió del retiro.
¡Ni la primera ni la última!
Desde Ghibli ya han confirmado que el director de ‘El viaje de Chihiro’ tiene ideas para más películas, porque se ve que es un culo inquieto y como dice su propio hijo, no puede vivir sin trabajar en lo que más le gusta. Pero es que lleva desde 1997 amenazando con retirarse, y nunca le ha funcionado.
Anteriormente ya había dejado caer varias veces que pensaba en retirarse, pero apenas había estrenado ‘La princesa Mononoke' en Japón y Miyazaki ya había anunciado su despedida definitiva. El director decía que ya había cumplido y hecho todo lo que quería hacer como creativo… Pero entonces quiso hacer una película para niñas de 10 años inspirándose en las hijas de unos amigos y así nació ‘El viaje de Chihiro’.
Esta tuvo un éxito atronador y supuso el gran exitazo internacional de Miyazaki, quien además estaba tan encendido tras la invasión de Irak que decidió criticar a Estados Unidos con ‘El castillo ambulante’. Aquí ya sí que parecía que el maestro de Studio Ghibli estaba satisfecho y aunque lo dijo con boca pequeña, en 2005 también planteó la idea de ir cerrando el chiringuito y retirarse (de nuevo).
Miyazaki siguió trabajando unos años más ya siguiente década fue bastante movida entre ‘Ponyo en el acantilado’ y ‘El viento se levanta’, dos películas muy diferentes con las que demostró todo su rango como creador. Y ahora sí que sí parecía que era el momento perfecto, con Takahata y él retirándose a la vez y dejando Ghibli en manos de una nueva generación. Chimpún, retiro definitivo en 2013.
“Sé que he causado mucho revuelo en el pasado diciendo que me retiraba. Pero esta vez lo digo en serio. Hay muchas cosas que siempre he querido hacer y no tienen nada que ver con la animación”, dijo Miyazaki en 2013, explicando que notaba que se había vuelto más lento con la edad y que quizás ya le llevaba demasiado tiempo hacer sus películas. “Creo que mis días haciendo películas se han acabado. Y si dijera que quiero continuar sonaría como un viejo chocho diciendo tonterías”.
Puede que fuera porque se puso tierno, porque le picó el gusanillo creativo o porque la fuga de talento de Ghibli para fundar Studio Ponoc dejó tiritando el estudio, pero al final Miyazaki se terminó arremangando en 2016 y empezó a preparar ‘El chico y la garza’. Y entre medias, allá por 2018, incluso estrenó ‘Boro la oruga’, un corto para el Museo Ghibli que le tuvo ocupado un tiempo.
Desde hace ya siete años se lleva anunciando ‘El chico y la garza’ como “la película final de Miyazaki”. Y parece que de viejo chocho que ha perdido su toque Miyazaki no tiene nada, porque las primeras críticas la ponen por las nubes y los avances que se han dejado ver auguran que es una auténtica preciosidad.
Ya es 2023 y el director lleva amenazando con retirarse desde hace casi tres décadas. A sus 82 años, parece que eso de jubilarse no le pega demasiado, pero oye, que los fans de Studio Ghibli no nos vamos a quejar mientras quiera seguir dándonos más joyas animadas.
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