En este verano, con su sequía televisiva asociada, ha habido alguna que otra propuesta interesante para reseñar, en este caso el bloque de comedias animadas que Comedy Central ha habilitado los jueves en lo que ellos llaman “thurs-dimension” juntando dos comedias para mí imprescindibles: ‘Futurama‘ con su segunda (y muy recomendable) mitad de la sexta temporada y ‘Ugly Americans‘ con su segunda temporada formada por diez episodios. Mientras que a la serie ambientada en el siglo XXXI le queda todavía un episodio para concluir a la ambientada en Manhattan en una dimensión en la que existen todo tipo de seres sobrenaturales ha concluido ya su tanda de diez episodios, firmando una gran temporada.
Esta segunda temporada de ‘Ugly Americans‘ no podría haber comenzado más divertida. Desde “Wet Hot Demonic Summer”, un grandísimo episodio centrado en Leonard y su discípulo al que tendría que haber enseñado las artes mágicas y que es igualito a Harry Potter, hasta “Mummy Dearest”, en el que conocemos a la madre de Grimes hemos encontrado episodios para enmarcar y llenos de genialidades y bestialidades sin perder esos toques de humor negro y algo macabro intrínseco de la serie.
Quizás el mayor cambio de esta segunda temporada de ‘Ugly Americans’ (y que ya se empezó a notar en la segunda mitad de la primera) sea el planteamiento de la serie, con una disminución notable de la “crítica social” propia de la animación para adultos para fomentar tramas algo más surrealistas. Sí, sigue habiendo ese reflejo de la sociedad en los componentes y situaciones que se dan en la serie pero han pasado a un plano mucho más sutil y menos forzado. Eso sí, no falta el humor referencial e incluso no se resisten a parodiar a cierta estrella del pop adolescente.
Esta temporada ha sido la que más atención ha tenido los entresijos del infierno con las aspiraciones de los Maggotbone y de Twayne que se han marcado al menos media temporada con episodios magistrales como “Callie and her sister”, “G.I. Twayne” o “Wall Street” entre otros. Y con más presencia demoníaca parece que significa menos sitio para Leonard que, aunque ha tenido sus momentos (y dos episodios con un papel bastante relevante por no decir protagonista) no ha dado tanto la lata como en la primera temporada, lo cual por otra parte es de agradecer ya que personalmente puede llegar a cansar bastante.
Creo que en ese sentido en la segunda temporada de ‘Ugly Americans’ han procurado repartir mejor los tiempos para cada uno de los, por otra parte, grandes secundarios de la serie aunque he echado algo de menos algo más de protagonismo para el grupo de Mark Lilly (quien sigue siendo el involuntario centro de atención de la serie). En definitiva creo que esta segunda temporada de ‘Ugly Americans’ demuestra que todavía hay mucha serie por delante. Siento que ahora mismo está en su mejor momento creativo pero que le queda un poquito para desarrollar todo su potencial.
En ¡Vaya Tele! | ‘Ugly Americans’, de monstruitos en Manhattan