Siempre es lo mismo. Y siempre acaba igual. El directivo de Disney y los financieros de turno, con cada nuevo estreno de Pixar, se echan las manos a la cabeza temiendo el fracaso de una historia que no tiene las pautas correctas para convertirse en “blockbuster“. Sin embargo, el público no piensa como ellos, y termina dando la razón a quienes confían en la calidad de la historia y el producto que entregan. A pesar de todo esto, la verdad es, que por muchos estudios de mercado que se hagan, nadie sabe como piensa la cabeza del espectador de cine. Atan cabos y sólo ven que la historia habla de un jubilado, un mundo perdido y perros que hablan… Es decir, lo mismo que sucedía con ‘Buscando a Nemo‘ y ‘Wall-E‘: el miedo a lo desconocido y a una historia en apariencia poco comercial, le está empezando a pasar a ‘Up’. Dichosa apariencia. ¿Por qué? Ellos piensan así, y no han visto la película. Lo cual no quita para que se hagan sus falsas expectativas.
Resulta que antes de que el público empiece a vislumbrar imágenes de las nuevas obras de Pixar, y durante el desarrollo y la producción de la misma, se hacen semanalmente pases entre los empleados de Pixar para ver sus reacciones. Si hay algo que no gusta o no se entiende, se revisa, analiza y se cambia, si la historia y el guión, que es lo primordial, se ve mejorado. Es decir, los ejecutivos y financieros no tienen en cuenta que ‘Up’, en este caso, ya lleva un proceso grande de prueba y error antes de ver la luz por primera vez. De hecho, es el propio director, Pete Docter, quien deja bastante claro la manera de pensar del estudio:
“¿Público? ¿Qué es eso? Somos unos egoístas y hacemos las películas para entretenernos. Lo único que nos preocupa es la base emocional sobre la que construir todas las locuras. Y la tenemos.”
Y un ejemplo, como ya comentaba con anterioridad de esas dudas, lo tenemos en los problemas con los que se enfrentó Andrew Stanton para llevar a buen puerto la ideal original de ‘Buscando a Nemo‘, y los cambios introducidos durante ese proceso de continua mejora de la historia, junto a la manera sobre cómo contarla y encontrar la mejor forma de hacerlo, que viene incorporado en el desarrollo de cualquier proyecto de Pixar.
Si pensamos en concreto en ‘Buscando a Nemo’, y en el inicio de la película, recordaremos que lo que al final vimos era un padre muy protector con su hijo, debido al ataque de una barracuda que había matado a la madre y al resto de la prole. En un principio, y la idea que manejaban para contar el porqué de esa excesiva protección, era hacerla en sucesivos flashbacks a lo largo de la película, pequeñas dosis informativas que terminasen revelando por sorpresa el ataque devastador de la barracuda (algo que no se llega a ver).
Al final, cambiaron de idea tras dos pases del film, al comprobar que las piezas del pasado entorpecían la narración. Se dieron cuenta de que el arranque debía ser más emocional, y en consecuencia más poderoso y brutal. Por eso cambiaron todo lo que tenían ya rodado, pensaron en ‘Bambi’, y decidieron arrancar directamente con el ataque de la barracuda, presentando el problema de Marlin y Nemo, y su vínculo tan especial, de un único disparo. Por esa razón, también se incluyó la parte en la que Marlin le cuenta un cuento para dormir a Nemo, donde le explica a su hijo lo que pasó con su madre, por qué el océano se la llevó, y que supone el cierre perfecto al ataque mortal en el coral.
Lo curioso de toda esta historia, residía en que Michael Eisner, por aquel entonces, 2001, cuando vio la primera versión de la película, no estaba incluida esta secuencia, sino que el film empezaba directamente con el primer día en la escuela de Nemo. Por ahí, vinieron las dudas comerciales sobre el proyecto por parte de Disney (aunque en realidad estaban discutiendo la renovación del contrato de distribuición, y Eisner no veía con malos ojos que la obra no fuese tan existosa).
De hecho no fue la única escena y personaje que se cambió. El otro cambio importante que tuvo lugar, implicaba a Gill, el pez líder en la pecera del dentista donde termina dando con sus espinas Nemo. Éste no era el héroe que al final terminamos viendo, sino que por el contrario, en la idea original, ese heroísmo era engañoso, ya que Nemo descubría en realidad que Gill era un mentiroso, y que la historia de su procedencia no era más que el tebeo que solía traerse uno de los niños de la consulta. La idea de traer a un mentiroso como el espejo en el que quería fijarse Nemo y quien en realidad debía ayudarle a sobrevivir dentro de la pecera, confundía a la audiencia de tal forma, que Andrew Stanton vio que era obligado también hacer un cambio en este personaje. La secuencia entera del libro, se tiró, y se convirtió a Gill en un solitario que estaba continuamente pensando en planes para escapar de la pecera. Este cambio tampoco lo vio Eisner, a quien le mostraron la secuencia que luego terminarían desechando.
Lo mismo sucedió con el actor que en principio se iba a encargar de poner la voz a Marlin, William H. Macy. Su elección despertó dudas a todos los niveles, en especial en Eisner, lo que obligó a Andrew Stanton a plantearse si realizar el cambio. Al final optó por ello, trayendo en su sustitución a Albert Brooks, que con su interpretación dio un cambio brutal a la película. ¿Qué paso? Que de nuevo la versión que vio Disney era la de William H. Macy.
¿Qué queremos comentar con todo esto? Que la versión o el proyecto que pueden ir viendo los productores y que motiva sus miedos, puede llegar a ser muy diferente a la que finalmente verá la luz. Los directores y su equipo de animadores y guionistas en Pixar están continuamente trabajando buscando la manera de mejorar la historia, y conseguir esa base emocional sobre la que construir historias de la que hablaba Pete Docter al principio, y que consiguió que el Nemo de 2001, en 2003 se convirtiera en el éxito mundial que luego fue.
Los rumores sobre ‘Up’, pese al miedo de inicio, hablan de una maravillosa película. La historia se ha ido repitiendo a lo largo del tiempo, primero con ‘Buscando a Nemo’, luego con ‘Wall-e’, y ahora parece que con ‘Up’. Y en los tres casos, ha sido el trabajo del equipo quien ha ido poniendo los cimientos necesarios para cuadrar una película perfecta. De esas que suele cuadrar Pixar.
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