Las formas y los estilos en la animación no paran de crecer, y está desafiándose el aspecto uniforme que se ha ido imponiendo por Disney y Pixar con la técnica por ordenador. Sony y Dreamworks, desde esa misma técnica, están haciendo increíbles ejercicios estilizados que están formando una personalidad diferente. Pero la tendencia más interesante y agradecida es el resurgir que está viviendo el stop-motion.
La animación con aspecto más artesanal está teniendo un revival muy potente de la mano de Netflix, con producciones como la ganadora del Oscar 'Pinocho de Guillermo Del Toro' o el esperado regreso de un maestro como Henry Selick. Hasta desde lo independiente salen increíbles joyas que, además de exquisitas en la técnica, te desarman emocionalmente, como es el caso de 'Marcel, la concha con zapatos'.
Hola, caracola
Una verdadera joyita con sello de A24 que se coloca como una de las películas de animación más emotivas y especiales que vamos a poder disfrutar este año. Estrenada aquí de manera discreta en el mercado doméstico, pudiendo verse en streaming a través de Movistar+, es probable que pase desapercibida. No obstante, merece totalmente la oportunidad que le des a esta encantadora conchita de ojos saltones que fue nominada al Oscar en la categoría animada.
En la película encontramos a un cineasta llamado Dean, justo como el guionista y director Dean Fleischer-Camp, que se muda a un Airbnb tras una separación. Allí se encuentra a una caracola pequeñita con ojos, zapatitos y capacidad de hablar, que vive allí con su abuela y se fascina tanto por las pequeñas cosas de la casa como por el nuevo inquilino que les visita. El cineasta decide filmar a esta conchita en sus quehaceres y soltando sus reflexiones, volviéndose un fenómeno online en cuanto decide publicar los vídeos.
Fleischer-Camp creó el concepto y los primeros cortos de Marcel junto a Jenny Slate, co-creadora y voz del personaje además de ex-mujer del director. Su separación, aparentemente amigable, juega un papel en una película que sabe ser metarreferencial, introduciendo también la fascinación con los cortos originales. Con ello indaga en nuestros comportamientos online, creando fenómenos a través de cosas que nos resultan cuquis para contrarrestar la polución que a menudo puebla en las redes sociales.
'Marcel, la concha con zapatos': la confusa búsqueda de la felicidad
Son detalles de interés, aunque no es ahí donde reside el enorme corazón de esta pequeña película. La historia con una familia que hacía de inquilinos previos, así como la fragilidad del personaje de la abuela (con la hermosa voz de Isabella Rossellini), hace de 'Marcel, la concha con zapatos' una sobrecogedora reflexión de la familia, la pérdida y la distracción con pequeñas cosas para alejarnos de la tristeza.
Fascinación con lo cotidiano en medio de una sucesión de momentos amargos y bonitos, reflejando las luces y sombras que a veces nos arroja la vida. Fleischer-Camp nos lo cuenta con una delicadeza hermosa, mezclando el mockumentary con los detalles de animación en stop-motion tan modestos como exquisitos. Pero lo que más destaca es el cuidado de un inocente personaje que se vuelve un gran representante de las inquietudes existenciales modernas y nuestra confusa búsqueda de la felicidad.
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