“Ya no creo más que una película pueda cambiar el mundo. Ni que un libro pueda cambiar el mundo. Cuando era joven solía pensar que estas cosas podían tener un significado. Que los libros y las películas podían ayudar a la gente a pensar por su cuenta. Pero ya no creo que ese sea el caso. La gente es ahora más codiciosa de lo que jamás fue. No se puede parar a la gente que dirige este mundo.”
El despiadado mundo de la animación cinematográfica ha conocido unos cuantos iconos, bastantes ángeles caídos, y algunos renovadores. Seguramente, el realizador Ralph Bakshi, de origen palestino-israelí y adopción neoyorquina, sea uno de esos renovadores, que en las tumultuosas décadas de los sesenta y los setenta supo imponer su personalidad en algunos proyectos, los cuales para bien o para mal influyeron en muchos otros directores y creadores de animación, ganándose un nombre y un territorio de representación muy personales. Eso sí, comenzó como tantas otras promesas dedicándose a la lucrativa industria de los superhéroes, antes de emprender proyectos propios, muy pocos de los cuales han sido recibidos con una respuesta positiva o unánime de público y crítica, por mucho que de alguna forma ha aportado más a la animación, en muchas de sus variantes, que otros grandes directores comerciales del género. Genial, apasionado, retorcido, narrador nato, muchos calificativos pueden aplicarse a la labor de Bakshi como contador de historias y forjador de formas.
Pero lo que siempre ha sido Bakshi, por encima de otra consideración, es un verdadero superviviente, capaz de plegarse a los requerimientos del estudio para el que estuviese a sueldo, pero también capaz de doblegar las convenciones para construir su propio mundo. Creo que nunca ha dirigido una obra completamente perfecta, pero sí ha sido capaz de ser fiel a sí mismo, a sus gustos y a sus obsesiones artísticas. No hay muchos que puedan presumir de lo mismo. Su obra es irregular en fluidez y logros, pero también apasionante por todo lo que significa de rompimiento con las normas establecidas, con un cine de animación cada vez más mainstream, preconcebido y predigerido, y en muchos aspectos fascinante porque todas sus obras poseen arterias de conexión subterráneas, aunque nítidas, que nos revelan a un creador convencido de que está haciendo algo importante, denso y perdurable para todos aquellos que no se conformen con imágenes de fácil recepción.
En cierto modo, la personalidad artística de Bakshi, por geografía y momento histórico, pertenece a la contracultura más feroz que ha existido en Estados Unidos en el siglo XX, y sus esfuerzos narrativos tratan de hacerle justicia a esa herencia. Hablamos de los convulsos años sesenta, de personalidades capaces de mandar todo al carajo por un sueño o por una meta social, política, artística. Revolucionaria, en suma. Y ya sus primeros trabajos deben observarse desde esa perspectiva formal. Incuso su encargo de dirigir a las míticas ‘Urracas Parlanchinas’ o ‘Super ratón’ ya va dejando píldoras de su gusto exacerbado por el humor negro y los personajes fuera de lo común. Incluso llegó a dirigir veinticinco episodios de la serie animada ‘Spider-Man’ para televisión. Su capacidad de trabajo, su arrolladora personalidad, no caerían en saco rato (como ocurre, desgraciadamente, tantas veces…) y pronto tendría la oportunidad de emplear la animación para lo que él siempre ha creído que puede servir más que ningún otro medio: erosionar el mundo real, y todas sus convenciones, armado de colores y muchísima mala uva.
Una leyenda de la animación

En la década de los setenta dio un golpe encima de la mesa con un trío de películas que, para bien o para mal, y gracias a su éxito en circuitos minoritarios (y quizá en circuitos masivos…aunque es algo que a algunos parece no convenir aceptar), le hicieron pasar de promesa a director de renombre. La primera fue la fundacional ‘El gato caliente’ (‘Fritz the Cat’, 1972), llena de sensualidad y bestialismo, y el resto no fueron muy diferentes. ‘Heavy Traffic’ (íd, 1973) y ‘Coonskin’ (íd, 1975) reincidieron en ese espíritu combativo, muy underground, y le pusiero en el punto de mira de los grandes estudios. Así llegó su primera gran película, ‘Los hechiceros de la guerra’ (‘Wizards’, 1977), en la que mezclaba los acordes líricos (y jazzísticos, tan del gusto de Bakshi) con un sentido grandioso de la fantasía, entendida como espejo o parábola de este mundo. Considerada como un filme importantísimo dentro del género, ‘Los hechiceros de la guerra’ le valió sin duda para ser contratado para la compleja adaptación cinematográfica de ‘El señor de los anillos’ (‘The Lord of the Rings’, 1978), un proyecto lleno de complicaciones que él se empeñó en llevar a cabo con la vetusta técnica de la rotoscopia: filmar todo en imagen real y luego dibujando y añadiendo colores primarios encima de la imagen.
Aunque está considerada un fracaso, lo cierto es que ‘El señor de los anillos’ no lo fue en absoluto, aunque sí fue una película recibida con mixtura de opiniones, y de ningún agrado para la Fantasy Films ni para su productor Saul Zaentz. Se propusieron adaptar en dos películas los tres volúmenes literarios, y la segunda película nunca tuvo lugar. Aún con sus problemas de ritmo, creo que es una película magnífica que captura muchísimo mejor el espíritu aventurero y fantasioso tolkiano que las lujosas adaptaciones de Peter Jackson, por la sencilla razón de que la personalidad artística de Bakshi se acerca mucho más a la de Tolkien que la de Jackson. Eso sí, Bakshi no quedaría satisfecho con lo que él más pretendía mejorar: la expresión facial en la animación. Quizá por eso tras ‘American Pop’ (íd, 1981) y ‘Hey Good Lookin’ (íd, 1982), regresó a su odiada rotoscopia con ‘Tygra: Hielo y fuego’ (‘Fire and Ice’, 1983), mucho mejor filmada, con impresionantes diseños de su colaborador y gran amigo (aparte de genial dibujante y pintor, recientemente fallecido) Frank Frazetta, y con claras influencias de los cómics de Conan, el bárbaro. Pero su fracaso le hizo retirarse temporalmente del cine y dedicarse a la televisión.

Dedicado a varios frentes, varias series, en televisión, aún pudo filmar un último filme de animación, mezclándolo con imagen real (que hizo creer a algunos que se trataba de una respuesta underground a la magnífica ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’ (‘Who Framed Roger Rabbit’, Zemeckis, 1989), cuando no tenía nada que ver, más que nada porque Bashki ya había llevado a cabo narraciones similares antes que Zemeckis…) que fue un nuevo fracaso económico: la extraña y absurda ‘Cool World: una rubia entre dos mundos’ (‘Cool World’, 1992), que aunque es increíblemente desequilibrada, con partes muy flojas, es capaz de crear otro mundo salvaje tan puramente Bakshi: una urbe hiperbolizada, demente, que convierte a Dibulywood (Toontown) en un parque de atracciones para niños. Muchos despedazaron la película, a mi juicio muy injustamente, porque lo que le falta de narrativa o consistencia, le sobra de carga crítica, de audacia audiovisual. Una película llena de erotismo y violencia, con momentos excelentes que justifican sobradamente su visionado.
Todavía no ha tirado la toalla Bakshi, aunque lleve tanto tiempo sin dirigir películas de animación, y aunque está mayor y harto del mundo. Los residuos del cineasta idealista que antaño fue permanecen encendidos. Dicen que todavía está dispuesto a reunir un par de millones de dólares para filmar una última película salvaje y mandar a todos y a todo al cuerno. Sinceramente, espero que tenga suerte y la haga. Maestro de animadores, influencia inexcusable para las últimas generaciones de directores del género tanto en Estados Unidos como fuera de ellos, Bakshi sigue muy vivo, y cualquier día nos sorprende con otra gran película de dibujos con la que mostrar un espejo de este mundo, que para él (para los lúcidos) es casi siempre el peor imaginable. Al menos él posee un mundo propio, completamente identidicable, como todos los grandes artistas, en los que es confortable vivir durante un tiempo, aunque sean descarnados, siniestros y poblados por criaturas deformes o mezquinas. También hay luz, diversión y vitalidad en esos mundos.
Ver 30 comentarios
30 comentarios
Harry Powell
"...El señor de los anillos de Ralph Bakshi creo que es una película magnífica que captura muchísimo mejor el espíritu aventurero y fantasioso tolkiano que las lujosas adaptaciones de Peter Jackson, por la sencilla razón de que la personalidad artística de Bakshi se acerca mucho más a la de Tolkien que la de Jackson"
Ni de coña, el film de Bakshi es una genialidad, de hecho lo tengo en muy alta estima, desde que era niño ha sido una de las películas de animación que más veces he visto y a la que me siento más ligado emocionalmente(junto con Tygra). Y siendo lector de Tolkien desde mi tierna infancia debo decir que la trilogía de Jackson basada en los escritos del Maestro Tolkien no es demasiado fiel a los libros pero creo que eso queda en segundo plano, porque Jackson capta perfectamente ese espiritu fantasioso tolkiano que tú tan elocumente mencionas.
Y quiero dejar claro que la versión que hizo Bakshi me parece una gran película, y de hecho Jackson tomó prestadas algunas ideas de Bakshi.
¿No te gusta demasiado el cine de Jackson no? A la mínima que puedes le tiras un dardito envenenado de los tuyos.
Saludos.
Caith_Sith
Por cierto, quien quiera ver algo más del estilo de Bakshi pero en mi opinión más depurado, puede probar con "Tarón y el caldero mágico", una de las cintas de Disney más infravaloradas. También con la fabulosa producción europea "Felidae" (cine noir con gatos de protagonistas) o con "Rock & Rule", que es algo así como Interstella en plan underground.
P.D: Adrián, estaría bien que ya que has demostrado que te gustan los cortos de animación, dedicases alguna entrada similar a esta de Bakshi a animadores/directores del medio, como Chuck Jones o Tex Avery, que fueron los verdadores renovadores de una forma de hacer cine y que aún soy imitados. Una entrada sobre las Silly Shimphonies también estaría de fábula, pero hay tanto de lo que hablar... En mi opinión, recordar -o dar a conocer- obras maestras como "The Old Mill" debería ser obligatorio en los medios sobre cine, como hiciste antaño con "Tale of Tales".
daviddvdgore1
Muchas gracias por esta gran entrada. Gracias y saludos.
filmman
Un buen creador Ralph Bakshi, bastantes buenas cosas tiene.
Un saludo.
walsh
El mérito del Señor de los anillos de Bakshi es la de ser película y literatura a la vez, gracias a la rutilante fantasía de sus magnéticas imágenes y una oscuridad que ensalza la imaginación.
El de Jackson, lidiar con imágenes mucho más explícitas y aún así crear también un digno universo Tolkien.
El de Massanet, ser un acérrimo de rebeldes capaces de mandar a todos al infierno en el último suspiro. No creo que odie a Jackson, simplemente Bakshi entra en el podio de los artistas puros, y Jackson, no.
Juan E. Trujillo
Un verdadero A-R-T-I-S-T-A
stephen_dedalus
De acuerdo con Cool World aunque recuerdo que tenía escenas sonrojantemente malas con un Byrne muy desubicado.
Una pregunta: ¿La parte de Taarna de Heavy Metal tambien es de Bakshi o solo me lo recuerda por el uso de la misma técnica de animación?
Saldudos
Anton Ego
Wow, no sabía que era el mismo autor de Cool World y el de la versión animada del Señor de los Anillos (películas que me parecen muy bizarras). Aunque a mí me gusta muchísimo más la versión de Peter Jackson.
Sobre el comentario: "Ya no creo más que una película pueda cambiar el mundo. Ni que un libro pueda cambiar el mundo. Cuando era joven solía pensar que estas cosas podían tener un significado. Que los libros y las películas podían ayudar a la gente a pensar por su cuenta. Pero ya no creo que ese sea el caso. La gente es ahora más codiciosa de lo que jamás fue. No se puede parar a la gente que dirige este mundo."
Creo que se aplica perfectamente a George Luca$: en los 70's era un joven idealista que ya había hecho American Graffiti y tuvo que luchar varios años con los estudios para su anhelada Star Wars (un homenaje a los seriales de los 30's, a los cómics de Flash Gordon, a los libros de Tolkien, al manga, al cine de vaqueros de John Ford -Centauros del Desierto-, y las películas de samuráis de Akira Kurosawa). Cuando estuvo con la Fox tuvo que convencer a Alan Ladd y los ejecutivos (gracias a su entonces esposa Marcia y al productor Gary Kurtz y el equipo creativo de fotografos, editores, ilustradores). Pero a partir de Return of the Jedi(1983), empezó a descuidar los guiones, más preocupado por el "merchandising". A fines de los 90's sacó su trilogía de precuelas, pero los restos del joven idealista se habían esfumado: Luca$ se asemejaba más a los ejecutivos de los estudios, más preocupados por la taquilla y la mercadotecnia.
calick
Lo siento por Bakshi, pero nunca he podido con su estilo ni con su manera de retorcer lo establecido. Le reconozco sus agallas por ello y por probar técnicas nuevas de animación, pero como director de cine nunca ha cumplido con las expectativas. Ni siquiera le vi la gracia a Fritz the Cat o Cool World (no hablo de que sean para reírse). Y a El Señor de los Anillos le faltaba ritmo y carisma, además de que odio la rotoscopia tanto o más que el capture-motion de Zemeckis.
lsgg
GRANDE....MUY GRANDE FRANK FRAZETTA
Caith_Sith
American Pop es una de las mejores películas animadas de los 80-90 y la mejor de Bakshi. Merecía un poco más de espacio que una mención, sin duda, por ser la cumbre de su estilo (y un ejemplo notable de rotoscopia) y atreverse a moldear bajo su mirada la historia de la música en los Estados Unidos, con una BSO portentosa. El resto de su filmografía me parece irregular, incluyendo su Cool World, pero desde luego es una leyenda de la animación y hasta su obra más floja tiene algún detalle rescatable, como su miniserie noir para la HBO, Spicy City.
274271
Me gusta el cine de animación y la verdad es que no tengo idea alguna sobre él. Hoy he aprendido algo más.
Antonio
Una curiosidad:
Después de no haber recibido el visto bueno del gran público aquella maravillosa cinta de animación que es "The Lord of The Rings", y tras la negativa a hacer una segunda parte, la propia Warner Bros. realizó su propia adaptación en animación de The Return of th King, donde reutilizaba parte del estilo de la cinta de Bakshi adaptándola a un tono más infantil.
Aquí un enlace de youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=FqXTSBnz7aQ&feature=related
Boyaca
Impresionante el autor de "El señor de los anillos" en dibujo animado.Me encanto la pelicula y esperaba la segunda que nunca dio la luz.
A ver si haces un reportaje sobre Chuck Jones, me parece que se le debe un tributo.
Saludos.
steli
Solo he visto ( vía cineclub, ¡ cómo los añoro!) " El Señor de los Anillos" y " Tygra, hielo y fuego". La segunda está más lograda que la primera quizá, pero no hay quien pueda quitarle el mérito a Bashki de ser el primero que intentó adaptar la famosa obra de Tolkien; y es verdad que tanto las imágenes como la adaptación recuerdan mucho más a Tolkien que los que hizo Jackson. Otra cosa es el ritmo, que tiene algunos bajones, en especial al final de la cinta; unas partes se ven más logradas y trabajadas que otras. Pero el principio de la película es precioso, con la visualización del famoso poema inicial " Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo" en figuras negras sobre fondo rojo, en el el que se inspiró Coppola para el principio de su " Drácula", y a partir de ahí todo va a mejor, con ese Bilbo, ese Gandalf, ese Frodo, ese Sam, ese Aragorn, y ese Gollum tan bien caracterizados y dibujados. Para mí al menos tiene un encanto especial.
delpino
Estoy visionando por primera vez la pelicula " Tygra, Hielo y Fuego" y lo que puedo asegurar es que Tygra esta muy, pero que muy buena, vaya erotismo tiene la peli de animación. Esta tremenda.....
matheus.quintilianod
Sr. Massanet, aunque ya no estés en Blog de Cine (ya descubrí tu nuevo blog y te sigo a diario), quiero darte las gracias por todos los magníficos artículos que nos has dejado aquí. No siempre coincidíamos en puntos de vista, pero se te nota la pasión y el conocimiento del cine.
Me ha encantado este artículo, pues había visto de pequeno "Cool World", aunque no me acordaba del nombre de la peli ni mucho menos sabia quién la había hecho, pero me dejó una gran huella, especialmente su final.
Así que muchas gracias por revelarme un nuevo directo al que (re)descubrir!