Homer Simpson es una persona hiperactiva detrás de esa fachada de vago. No le basta con su trabajo de inspector de seguridad en la planta nuclear de Springfield. A lo largo de todas las temporadas ha tenido cientos de trabajos, así lo refleja la Wikipedia, indicando el capítulo donde aparecía. Solo le duraban un capítulo, alguna vez por las torpezas que cometía y otras por haber conseguido sus objetivos.
Ha ganado un Grammy, ha viajado al espacio en el transbordador, fue promotor de cantantes, fue atracción en Lounge-A-Palooza, fue vecino de George Bush, fue alcalde de la mitad de Springfield, trabajó como guardaespaldas, ganó dinero como artista plástico de vanguardia, fue capitán de un submarino nuclear y en el mismo capítulo se salvó de un consejo de guerra. En fin, que Homer no es ningún vago, es un culo inquieto.