Hace algunas semanas os traje aquí uno de los mejores cortos de animación que he visto últimamente, dirigido por un verdadero autor en esto de la animación, el imaginativo Malcolm Sutherland. Después de 'The Astronomer's Dream', demuestra que es un artista con un universo y unas formas propias que le han hecho justamente famoso.
Colores y figuras que se van creando gracias, y es la sensación que busca el director, al sonido y la música. Es decir, un ejercicio de abstracción absoluta, que no se debe confundir con la experimentación (término que nada tiene que ver con el arte), un sueño o una prestidigitación, con la que parece que presenciamos el origen mismo de los colores, como entes vivos que nacen, crecen y se comunican. Una gozada: