Edward y Alphonse Elric son dos hermanos en busca de la piedra filosofal. Viven en un mundo donde la alquimia se utiliza como arma. Una dolorosa pérdida empuja a los hermanos Elric a realizar un prohibido experimento que acaba de forma inesperada y llevándose por el camino el cuerpo de Alphonse y algunas partes del de Edward. Así, con el alma del primero a salvo en una armadura y las extremidades del segundo convertidas en metal, los hermanos confían en que la piedra filosofal les otorgará el poder y las respuestas necesarias para recuperar lo perdido.
Este es el arranque de 'FullMetal Alchemist', manga de Hiromu Arakawa que desde su publicación en 2001 se convirtió en un auténtico éxito de ventas que resultó, como es habitual, en incontables productos derivados (guías, CDs, novelas, videojuegos, películas…) que incluían, por supuesto, series animadas. La primera tuvo que desligarse del material original, mientras que la Brotherhood llegó años más tarde para ofrecer una adaptación más fiel. .
Quizá podríamos llamar reboot a 'Fullmetal Alchemist: Brotherhood', ya que toma el manga de Arakawa desde el principio y re-adapta la historia de los hermanos Elric. Desgraciadamente no he visto más que el primer episodio del anime previo por lo que no puedo establecer una comparación. Personalmente decidí asomarme directamente a esta segunda versión por ser la más fiel al manga, por recomendación y por los comentarios que circulan sobre ella, generalmente muy positivos, que la califican de más adulta que su predecesora.
Grandes personajes y una emotividad especial
Como decía, personalmente no puedo comparar, pero sí me ha sorprendido encontrarme un trasfondo tan dramático en un shônen. Su primera tanda de episodios es una sucesión de historias devastadoras que te rompen. Esto evoluciona en un desarrollo más de acción en torno a una conspiranoia política abordada desde un prisma pesimista (que no derrotista) que huye del desenlace feliz.
Por supuesto, como buen shônen, no faltan las altas dosis de acción, que van aumentando a medida que avanzan los 64 episodios con los que cuenta la serie. El humor tontorrón tampoco está ausente. Aunque a veces se agradezca algo de alivio cómico, no acaba de convencerme el uso del humor en algunos momentos, en los que se me antojaba como algo fuera de lugar que interfiere en la tensión. Cuestión de gustos; a otros les encanta que nunca falte el chascarrillo.
Lo más destacable de ‘Fullmetal Alchemist: Brotherhood’ es el cuidado con el que construye y evoluciona a personajes principales y secundarios. No recurre a falsa tensión o a misterios vacíos, sino que su acción y aventura siempre está al servicio de la evolución personal, emocional, de los personajes. Sabe cómo involucrar desde el primer momento y con el paso de episodios hace esa conexión más profunda.
En el aspecto técnico la serie está a la altura del contenido, creando ese entorno steampunk y un diseño de escenarios, personajes y entornos que buscan simbiosis con ese tono adulto de la historia, muy en la línea de otras producciones del estudio Bones (como ‘Wolf’s Rain’). Juega mucho con el contraste y se aleja del tratamiento plano de la imagen del que adolecen otros animes del género. Y sí, en los momentos más cómicos no falta ese reconocible estilo simplista de la animación.
El espectador descubre poco a poco ese universo de los hermanos Elric, uno en el que es la alquimia la que subraya, junto con algunos detalles tecnológicos (como los automails que Edward lleva en lugar de brazo y pierna), la anacronía del mundo en el que se mueven. Aunque quizá algunos no lo consideren como tal, el estilo busca ese cariz steampunk que añade varios enteros al conjunto final.
Si estáis buscando un nuevo título de anime para ver y queréis ir sobre seguro, 'Fullmetal Alchemist: Brotherhood' es una gran opción. Se puede ver al completo, en versión original con subtítulos y alta definición en Youtube.
Serie completa | Youtube
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