El cine es un elemento orgánico e inseparable de su propio contexto. La realidad se inmiscuye necesariamente en el audiovisual como toma de conciencia y compromiso con su propio mundo. Y tras mi paso por el Festival de Annecy, confirmo la sospecha que tenía antes de llegar y que pasa de hipótesis a realidad ineludible: la animación como medio está tanto o más comprometida con su contexto que el cine de imagen real.
La selección oficial, repleta de propuestas muy dispares, ha aglutinado segmentos de una animación de corte conceptual y experimental, con el marcado caso de la fascinante 'La casa lobo' y la mágica 'Insects', pero también ha mostrado en su programación preocupación sobre los problemas de su época. Películas como 'El pan de la guerra', 'Funan' o 'Tito e os pássaros' han tomado las riendas de la reivindicación, haciendo de sus argumentos un reclamo frente a las injusticias y la memoria.
El compromiso social no sólo ha ido en la línea geopolítica, con el caso del conflicto israelí que reflejan 'Wall' y, en parte, 'Seder-masochism', sino también con la necesidad de contar historias femeninas, así como reivindicar el papel de la mujer delante y detrás de las cámaras. De nuevo aparece aquí 'El pan de la guerra' y también 'Virus tropical' así como películas fuera de concurso: 'Liz and the blue birds', 'Dilili à Paris' u 'On happiness road'.
La problemática, además de tratar asuntos sociales de nuestro tiempo, también ha puesto en el punto de mira la cuestión del individuo contemporáneo. Aquí sobresale la excelsa y metafísica ‘Mirai’, y resuenan ‘On happiness road’ y ‘Okko’s Inn’, que tratan con delicadeza el conflicto del individuo como ente social, así como la asunción de condiciones universales tan variopintas como el paso del tiempo, las expectativas sociales o la muerte.
Las historias nos convierten en humanos, las historias construyen nuestra identidad. Esta necesidad del ser humano como storyteller también ha sido otro de los troncos temáticos del festival, que en su programación ha contado con películas que han tratado el asunto de la creación de historias, con el destacado caso de ‘Hoffmaniada’, pero también de los relatos como constructores del yo y el nosotros, tal como ocurre con ‘El pan de la guerra’, ‘The tower’ y ‘The last fiction’.
Annecy es un festival poco común, porque a pesar de su dimensión internacional, es una celebración íntima y cercana. Esta fiesta del cine y la animación, con el sentimiento familiar y de comunidad que se genera en el pueblo francés, se refleja en la ilusión de todos los asistentes. Este atípico evento, lleno de magia y fantasía, solo tiene un momento de tristeza: su final, que llega con el Cristal al mejor largometraje para ‘Funan’, el doble premio (público y jurado) para ‘El pan de la guerra’ y la mención del jurado a ‘La casa lobo’.
El año que viene el festival estará dedicado a la animación japonesa, y promete volver a ser una fiesta por todo lo alto con todo lo que se viene. Esperaremos, entre otros, lo nuevo de Masaki Yuaasa, anunciado en la charla que realizó dentro de la programación del festival, y posibles adelantos de la despedida de Miyazaki del cine, que, en principio, será estrenada en 2021.
Palmarés: éstas han sido las galardonadas en Annecy 2018
- Cristal al mejor largometraje: 'Funan', Dennis Do
- Premio del jurado a largometraje: 'El pan de la guerra', Nora Twomey
- Mención del jurado a largometraje: 'La casa lobo', Cristóbal León y Joaquín Cociña
- Premio del público a largometraje: 'El pan de la guerra', Nora Twomey
- Cristal al mejor cortometraje: 'Bloeistraat 11', Nienke Deutz
- Premio del jurado a cortometraje: 'Weekends', Trevor Jimenez
- Mención del jurado a cortometraje: ' Biciklisti', Veljko Popovic
- Premio del público a cortometraje: 'Weekends', Trevor Jimenez
- Premio "Jean-Luc Xiberras" a la ópera prima: 'Egg', Martina Scarpelli
Las diez mejores películas del festival
1) 'Mirai', de Mamoru Hosoda (Japón)
2) 'La casa lobo', de Sebastián Cociña y Cristóbal León (Chile)
3) 'Insects', de Jan Svankmajer (República Checa)
4) 'Hoffmaniada', de Stanislav Sokolov (Rusia)
5) 'Liz and the blue birds', ,de Naoko Yamada (Japón)
6) 'El pan de la guerra', de Nora Twomey (Irlanda)
7) 'On happiness road', de Hsin-Yin Sung (Taiwán)
8) 'Dilili à Paris', de Michel Ocelot (Francia)
9) 'Seder-masochism', de Nina Paley (Estados Unidos)
10) 'Funan', de Dennis Do (Francia)
Me sorprende que 'Mirai', probablemente la mejor película de todo el festival por su ligereza y sencillez, no se haya alzado con el Cristal a mejor largometraje. 'La casa lobo', enigmática y terrible, fue de las primeras que vi en Annecy, y aún resuena en mi cerebro. Me ocurre igual con 'Insects' y 'Hoffmaniada', obras personalísimas y contrapuestas entre sí.
Naoko Yamada me encandiló con 'Liz and the blue birds' por su sensibilidad y sentido estético,'El pan de la guerra' por su reclamo y 'On happiness road' por su reflejo del conflicto del individuo en nuestra sociedad. 'Dilili à Paris' es una preciosa carta de amor a la ciudad de las luces, y 'Seder-Masochism' una divertidísima y crítica cinta que me ganó con su ironía musical. Cierra el top 'Funan', ganadora de esta edición que, a mi juicio, está un paso por detrás de las nombradas de la sección oficial, sin dudar de su calidad.
Aquí puedes leer todas las opiniones de estas diez y las demás películas que he visto en el 42º certamen de Annecy.
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