'A Scanner Darkly', o los problemas del 'Rotoshop'

En abril del año pasado escribíamos que A Scanner Darkly, el filme que preparaba Richard Linklater, podía ser la película del 2005. O del 2006.

Entonces intuíamos que, a pesar de haber visto el trailer, podía no ser tarea fácil realizar un filme como aquel, con una técnica de rotoscopio digital de principio a fin. Sobre todo porque A Scanner Darkly tenía una diferencia fundamental con respecto a su antecesora, Waking Life: la uniformidad. La narrativa fragmentada de Waking Life permitía usar varios artistas y diferentes estilos para cada una de sus viñetas. A Scanner Darkly, que cuenta una sola historia, no. ¿Cómo podía unificar los diferentes trazos de distintos artistas en una sola obra y a lo largo de meses de producción?

Poco después, en julio de ese mismo año, también escribimos un artículo sobre los proyectos que Richard Linklater adelantaba al mismo tiempo (Bad News Bears, Fast Food Nation). Pues resulta que Linklater rodaba Bad News Bears, con la única intención de alejarse del doloroso proceso de producción de A Scanner Darkly y mantener a salvo su sanidad mental:

Enloquecí porque sentía que el proceso de animación era demasiado lento. Podía mirar por encima del hombro de un animador una semana y volvía una semana después y poco había cambiado, Así que, para mantenerme en mis cabales, me dediqué a trabajar en otras cosas.

La revista Wired publica un artículo con los entretelones de la problemática producción. Un adelanto: aquel trailer que vimos en abril del 2005, fue realizado por varios de los animadores para salvar sus puestos de trabajo.

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