Sin la posibilidad de usar una de sus mejores bazas, este thriller policial tuvo que navegas aguas complejas
El tema de los derechos de una franquicia puede ser un increíble rompecabezas que deriva en una inmensa confusión en el público sobre las dispares direcciones que pueden tomar las adaptaciones y secuelas. La saga ‘Terminator’ tiene su fascinante disparate debido a los orígenes de bajo presupuesto y caída de estudios cinematográficos, pero más raro aún queda cuando entra de por medio Dino De Laurentiis y nos llegan series como ‘Clarice’.
No hay corderos que balen
Una serie policiaca de Alex Kurtzman creada para CBS con la intención de capitalizar el éxito de ‘El silencio de los corderos’ a través del icónico personaje de Jodie Foster, pero con la importante limitación de no poder contar con su contraparte el caníbal Doctor Lecter. Así, este thriller de 13 episodios navegó aguas complejas, y puedes comprobarlo en streaming a través de Amazon Prime Video por tiempo limitado ya que el 10 de marzo es su último día en el catálogo.
La australiana Rebecca Breeds se encarga de encarnar a esta Clarice Sterling un año después de los impactantes sucesos de la película de Jonathan Demme. Unos eventos que todavía la marcan mientras regresa al FBI para investigar una serie de asesinatos y delitos sexuales en medio del complejo mundo político de Washington D.C.
Al carecer de los derechos del personaje del doctor Lecter, era obligada la ausencia del mismo durante ‘Clarice’ de igual modo que Sterling terminaba ausente de otras adaptaciones de la saga de Thomas Harris. Es lo que sucede cuando en estas negociaciones se mete gente tan testaruda como la familia De Laurentiis, y termina afectado al potencial de esta serie.
Anclada en el thriller policiaco procedimental más clásico de la televisión en abierto, la serie de Kurtzman termina cayendo más en una especie de derivado de ‘CSI’ que del fascinante laberinto psicológico que era ‘Hannibal’. Si a aquella en ocasiones le podía faltar un elemento más convencional que sirviera de esqueleto, aquí le sobra a raudales.
No consigue tampoco la inquietante atmósfera que Demme lograba a través de la conexión humana con sus personajes, a pesar de que esa suele ser una de las fortalezas del medio televisivo. Sin contraparte protagonista ni tono inquietante que bordee lo terrorífico, a ‘Clarice’ le queda un drama de investigación bastante rutinario que acabó sin pena ni gloria tras una temporada. Una oportunidad desaprovechada.
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