Ya tenemos incorporadas todas las películas de James Bond en la plataforma de Prime Video. El servicio de streaming de Amazon ha sacado finalmente provecho del mayor aliciente de su recién comprada MGM, sumando a su inmenso catálogo las 25 grandes aventuras del famoso espía sacado de las novelas de Ian Fleming.
Es muy tentador tirar de los grandes clásicos, como 'Desde Rusia con amor', '007 al servicio secreto de su majestad' o 'La espía que me amó'. También están los grandes esfuerzos recientes, como 'Casino Royale', 'Skyfall' o 'Sin tiempo para morir'. Se podría tirar hasta por algo entre medias, como la brutal 'Goldeneye'. Pero hay muchas joyas ocultas dentro de las películas de Bond, y quizá deberíais optar por descubrir una de ellas. Hoy os recomendamos ver 'Licencia para matar' ('Licence to Kill', 1989).
Licencia revocada
Timothy Dalton cogió el testigo de 007 tras la marcha de Roger Moore, y su pasó fue bastante malogrado. Y no porque las películas fueran malas, que no lo son en absoluto, pero el mundo no estaba tan preparado para un Bond tan rudo y oscuro como el que plantearon en aquel momento. Irónicamente, ese ha sido el principal aliciente que ha vuelto un éxito la etapa de Daniel Craig, pero Dalton fue adelantado a su tiempo y su trabajo fue poco apreciado.
Pero hay mucho que valorar, especialmente en 'Licencia para matar', su segunda y última película, estrenada en 1989. Su primera decisión arriesgada está en el punto de partida, donde vemos a un Bond con deseos de venganza contra un poderoso narcotraficante que mató a su amigo. Para ello acepta su suspensión del MI6 para liberarse y poder satisfacer su deseo de sangre. La franquicia tardaría mucho tiempo en meterse en terrenos morales tan sórdidos y complejos, pero aquí logró resolverlos con mucho saber hacer.
Siguiendo la estela de la notable '007: Alta tensión', John Glen renuncia a los divertidos excesos de la era Moore, pero tampoco busca recuperar al completo el toque elegante y suave de la época de Sean Connery. Podríamos hablar de un mayor parecido con la singular aventura de George Lazenby, que opta por un Bond más maduro y emocional. Pero 'Licencia para matar' termina en terrenos más violentos y ambiguos, reflejando un cambio de tendencia en el cine comercial que eclosionaría ese mismo año con la 'Batman' de Tim Burton y Michael Keaton.
'Licencia para matar': más oscura, más interesante
Más oscuridad, más conflicto emocional, más perturbación incluso. El Batman de Keaton comparte mucho con el enfoque que hace Dalton de su personaje. Aunque seguimos teniendo una película Bond, que tiene acción desmadrada y cierta capa de ironía al abordar sus tejemanejes de espías.
Todavía hay espacio para la diversión, pero la película permite al actor explorar los rincones menos agradables y fascinantes del agente. Una interpretación que aún podía dar para mucho, pero la trayectoria fue cortada de cuajo, con un casi reboot años después con Pierce Brosnan, y la era Dalton tratada como un mal recuerdo.
Décadas después, Daniel Craig sería (justamente) celebrado por esa exploración psicológica y mirada crítica al mundo del espionaje. Con esta nueva oportunidad que nos da el streaming, es hora de apreciar justamente una película que, por ideas y por su ejecución muscular de la acción, merece ser considerada top 5 de la franquicia.
Ver 11 comentarios