Siempre nos fascina cuando una película que sabemos (a posteriori) que ha tenido poco presupuesto consigue hacer maravillas y una película consistente e impactante. Pero no nos engañemos, las limitaciones presupuestarias son un dolor y a veces conducen a lo que muchos podrían entender como "errores garrafales" que empañan el conjunto, impidiendo disfrutar de otras virtudes.
Es cierto que no siempre tenemos que pasar ciertos problemas si nos impiden disfrutar de la cinta (cada uno tiene derecho a sus líneas rojas), pero a veces se pueden encontrar otros elementos llamativos o de interés cuando se ofrece el beneficio de la duda a películas con recursos de cine de guerrilla.
Por ello sé que la recomendación de hoy puede generar ciertas pegas, y no soy ignorante de ellas, pero creo honestamente que hay valores en 'Anabel' realmente fascinantes que lo mismo no poseería con un presupuesto mayor.
El terror de compartir piso
Porque a veces, más presupuesto implica responder a más exigencias que liman la propuesta en orden de hacerla más vendible. No es el caso de esta película de culto española, disponible a través de Amazon Prime Video (también en FlixOlé y en Filmin), que incluso con recursos exiguos consigue Antonio Trashorras la película que quiere en casi todo momento. Y esta es un thriller clásico con aires de Roman Polanski, además de detalles de comedia comprometida y cargada de bilis de Luis García Berlanga.
Aquí se vale con el triángulo de Ana de Armas, Rocío León y Enrique Villén para ir desarrollando un relato de intriga y tensión psicológica a ratos surrealista. Las dos primeras interpretan a dos compañeras de piso de carácter diferente, la primera trabaja de camarera y disfruta mucho de la noche mientras que la segunda se pasa casi todo el tiempo estudiando oposiciones. Ambas necesitan cubrir una habitación para costear el piso.
Ahí entra el personaje de Villén, un parado de 50 años que logra convencerlas para alquilarle la habitación restante que, en los días posteriores, trata de servirlas en todo lo posible para compensar sus retrasos en el pago. Pero desde su llegada empezaran a darse interacciones inquietantes y hasta empezarán a sucederse fenómenos extraños que destaparán algunos secretos enterrados en esa vivienda.
'Anabel': crisis mental y habitacional
A través de la atmósfera paranoica, de un guión intrincado aunque al mismo tiempo sencillo y de imágenes surrealistas mayormente en blanco y negro, Trashorras hace una sutil pero mordaz pieza sobre la devastación de la crisis económica y de vivienda que mantiene toda la vigencia y la carga venenosa.
Con referencias bien claras que se notan en cada elección de plano y de montaje, crea una película que se vanagloria en el homenaje pero que funciona por sí misma. No es una película precisamente digerible, a pesar de que sus agradecidos 75 minutos de duración dan a entender lo contrario. Incluso resultan evidentes algunos problemas derivados de su presupuesto limitado.
Estoy al tanto de ellos y no facilitan la experiencia, pero no creo que deban evitar apreciar algunas de sus interesantes ideas o ese carácter irredento con el que decide abordar temas truculentos. Además, se pueden apreciar pequeños detalles en la interpretación de De Armas que anticipan la gran estrella que va a terminar protagonizando 'Blonde'. Es justo darle el beneficio de la duda.
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