La percepción con las secuelas, por norma general, suele ser de recelo hasta que realmente se demuestre lo contrario. Se prefiere la frescura del descubrimiento que proporciona el original, aunque este por lo general esté más atado o rígido por tener que servir de introducción a un mundo o unos personajes, volviéndose algo arquetípicas en el proceso. Cierto, las secuelas tienen muchas probabilidades de fallar y no resultar tan sorprendentes, pero a veces tienen más potencial porque no tienen tantas responsabilidades argumentales.
Las mejores secuelas no sólo se ciegan por las posibilidades de hacer más cosas de manera más grande, sino que sacan todo lo que funcionaba en la primera entrega para llevarlo a su expresión definitiva sin la preocupación de que hay que dar a conocer un universo. En ocasiones, eso significa más locura, más desmadre, más diversión, más ir a por todas. O lo que es lo mismo, significa ser 'Dos policías rebeldes II'.
Rebeldes para siempre
La primera secuela de la franquicia liderada por Will Smith y Martin Lawrence, todavía dirigida por Michael Bay, cumple ya 20 años de su estreno en salas de cine. No sólo una entrega más potente y hilarante que la primera, haciéndola de facto la mejor película de la saga Bad Boys, sino también un ejemplo de cómo una segunda parte consigue explotar el verdadero potencial de unos personajes, de unos actores y/o de su director. Una gran película policial que se puede ver en Amazon Prime Video.
Los policías rebeldes de Miami, Mike Lowrey (Smith) y Marcus Burnett (Lawrence), siguen resolviendo casos de la manera más inapropiada y alejada del código de conducta, aunque el proceso ira desgastando su relación profesional y de amistad hasta llegar a un punto crítico. La siguiente podría ser su última misión juntos. Aunque su siguiente encargo no será nada pequeño, ya que tendrán que dar caza al peligroso y sangriento narcotraficante interpretado por Jordi Mollà.
La película llega ocho años después de la primera 'Dos policías rebeldes', y se nota de la mejor manera. Mismamente en Michael Bay, que pasa de ser un director debutante a ser uno de los grandes disruptores en el cine de acción de mayor escala. Así que en esta secuela puede quedarse a gusto con mayores peripecias visuales, para secuencias de acción más ambiciosas, para darse más rienda suelta con el humor incorrecto a través de lo visual y de dejar improvisar a sus actores.
'Dos Policías Rebeldes II': libre de ataduras
Actores que también se muestran más dominantes de su oficio y también muestran mejor química juntos. Lawrence ya tiene plenamente dominado el equilibrio de la comedia dentro de la acción más explosiva, y Smith ya no tiene que demostrar que es una estrella sino que la es con todo derecho. Aquí se siente más dominante del cuadro general además de más divertido.
Es una película donde hay espacio para todo, hasta de un Michael Shannon hilarante en su breve tiempo en pantalla o de una desquiciada introducción con el Ku Kux Klan. Algunos argumentarán que trata de hacer demasiado y que dos horas y media se sienten más desequilibradas que en la película original, pero en su caso tener menos ataduras permite que los mejores momentos sean más impresionantes. Francamente, ojalá 'Bad Boys for Life' se sintiera así de desternillante y libre.
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