Los biopics suelen pecar de ir demasiado sobre seguro, quizás su desarrollo sea demasiado convencional, o quizás no se atreven a cuestionar la imagen que retratan. Hay veces donde tenemos la suerte de toparnos con películas como 'Ferrari', una cinta autobiográfica que no tiene ninguno de esos dos defectos, y que además también es un gran drama de deportes.
La película, que acaba de llegar a Prime México, es la primera obra de Michael Mann desde que 'Hacker: Amenaza en la red' se estrenara en 2015. En esta ocasión el director une fuerzas con Adam Driver para interpretar al magnate del automovilismo Enzo Ferrari. La historia está basada en la biografía escrita por Brock Yates, y explora los problemas familiares profesionales y económicos de un hombre aún lidiando con la muerte de su hijo mientras trata que su equipo gane la callera Mille Miglia de 1957.
El hombre y los coches
Aunque se trata de un biopic muy centrado en la figura de Ferrari como hombre, con el drama teniendo bastante peso en la cinta, hay espacio para las voces de otros personajes, especialmente una Laura Ferrari interpretada por Penélope Cruz que trata de elevar lo mejor que puede lo que en simples términos es el clásico papel de esposa sufridora.
Las carreras también tienen una gran importancia. Hay mucho mimo puesto en las secuencias de vehículos, tanto en entrenamientos como en la magníficamente rodada carrera final, y se reserva bajo la manga un par de momentos ejecutados con maestría. Solo esto ya hace a la película un gran visionado para amantes de los coches.
La película además nos transporta a una era donde la Formula 1 era muy diferente. Se normalizaban las averías y el oficio del piloto era algo muy peligroso. En cierto sentido, Ferrari casi se siente como un oficial, mandando a soldados a un destino incierto. El gran triunfo de 'Ferrari' está en cómo Michael Mann le da tanto peso a los coches como a sus personajes.
Aunque fue muy esperado y muchos celebraron el retorno de Mann a la gran pantalla, la película no obtuvo ninguna nominación en la pasada edición de los Oscars, a pesar de tener ingredientes necesarios para merecer reconocimiento. Quienes sí se mostraron entusiastas fueron en la prensa. "Cada momento del drama se mueve con una sensación de temor a lo que está en juego, de turbulencia emocional subyacente." Dijeron en Variety. "La película de Mann es aún más atractiva por su espíritu reflexivo y contención." Escribieron en Vanity Fair.
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