Edgar Wright es uno de esos directores que es una perfecta coctelera de cultura pop, con películas que se plagan de referencias de todo tipo, especialmente de cine y música. Hay mucha pasión por lo clásico, especialmente por aquellas obras de culto (de ahí su documental sobre 'The Sparks Brothers'), pero no es ignorante sobre los peligros de terminar obsesionado con la nostalgia.
En 'Bienvenidos al fin del mundo', que con el paso del tiempo se está consolidando como su obra maestra definitiva, hace una increíble cantidad de guiños a la ciencia ficción clásica, pero su historia rezuma un sabor agridulce por el estancamiento en el pasado. Una idea que lleva aún más lejos en la que, por otro lado, es una de sus obras menores: 'Última noche en el Soho'.
Tuve sueños y los partí en dos
Una de sus películas que más prometían, con un paseo por el Londres de la British Invasion que ofrece referencias al terror psicológico de primera, como 'Repulsión', o al giallo además de un buen reparto con Thomasin McKenzie, Matt Smith o la estelar Anya Taylor-Joy. Un viaje en el tiempo que ya se puede ver en streaming a través de Amazon Prime Video.
McKenzie es una joven diseñadora de moda que se siente fuera del tiempo. Le encanta la cultura, la música y los diseños clásicos de los sesenta, y eso le hace chocar con sus jóvenes compañeros en la universidad de moda de Londres. En su traslado a una habitación cerca del Soho para alejarse de la residencia descubre que puede viajar atrás en el tiempo, proyectándose en una despampanante aspirante a actriz interpretada por Taylor-Joy. La experiencia le irá demostrando que el pasado que tanto idolatra no es tan hermoso como se imagina.
Wright vuelve a mostrar que a nivel de realización de escenas impresionantes está entre los mejores de la profesión, creando momentos de gran tensión psicológica y también secuencias fastuosas y ambiciosas en cuanto a puesta en escena. También hay espacio para instantes que parecen viajes de ácido, jugando con la distorsión de la imagen para alcanzar la pura psicodelia.
'Última noche en el Soho': viaje turbulento
Son escenas que puedes sacar de su contexto y quedarte prendado con ellas por su dirección, por los movimientos que los actores realizan, por la magnífica fotografía de Chung Chung-hoon y por cómo emplea de maravilla la música de la época. Wright siempre muestra un gusto exquisito por la referencia, y es lo más salvable de 'Última noche en el Soho', que sufre por un guion desajustado y turbulento.
Es una pena no poder hablar aquí de otra gran obra de uno de los mejores directores de género fantástico, porque además cuenta con detalles y una idea central potentes para ello. 'Última noche en el Soho' queda en su lugar entre los puestos bajos de su, por otro lado, excelente filmografía. No por ello deja de ser una explosión de color y denuncia del acoso que vale la pena destacar. Ojalá las películas fallidas fuesen tan atrevidas y estimulantes.
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