Entre los cinco candidatos al Oscar en la categoría de mejor actor, todavía no he conseguido decidir si mi favorito es Johhny Depp o Viggo Mortensen.
El primero consigue representar en Sweeney Todd todo el dolor y el ansia de venganza en cada una de sus expresiones, pero es imposible imaginar Promesas del Este, con otro actor interpretando el personaje del chófer que no sea Mortensen.
Sobrio, elegante, intrigante, atractivo, inquebrantable... Es un auténtico placer verlo en la gran pantalla, y además protagoniza una de las escenas más comentadas del año, en la que demuestra no sólo que es un actor valiente, sino que (dejarme ser frívola por una vez) tiene un cuerpazo que quita el sentido.
Si ya habéis visto la película, o si no os importa adelantar un fragmento, podréis disfrutar a continuación del famoso momento en la sauna. Un poco violento, también hay que decirlo, por si queda algún despistado que no se lo espera.
Esto y el gesto amenazante de Viggo hincándose dos dedos en el cuello, son de lo mejor de la película.
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