Murió Deborah Kerr, y esta es la imagen que viene a mi mente, y por la que Deborah Kerr y Burt Lancaster entraron por siempre en la historia del cine. En un película mítica, donde todos recibieron premios, los únicos injustamente olvidados, han resultado ser los dos que entraron en la leyenda del cine, con esta secuencia de besos mojados, que da mucho más que cualquier escena de sexo actual.
Cuentan que durante el rodaje de 'De aquí a la eternidad', ambos actores vivieron un romance. Cierto o no, uno es capaz de creérselo con la secuencia de la playa. Un amor adúltero, intenso, en una Deborah Kerr alejada al papel que todos pensábamos. En esa secuencia uno entiende a Lancaster, fuerte, grande, seguro, caer de rodillas o desmoronarse delante de la Kerr, y darse un revolcón sobre la arena con un beso inmortal.
Ese es el cine legendario. Aquel que te trae recuerdos de películas mil veces vistas, que nunca cansan. El beso mojado, superó la inmortalidad de la película. Eso siempre estará en nuestra memoria. Y como dice Red en su estupendo homenaje, la Kerr, a lo largo de los años de existencia del cine, repetía en muchas secuencias inmortales. Se van, pero son leyendas vivas. Y esas nunca nos dejan.
En El País | Un beso que se adelantó a su tiempo