Carrie Fisher saltó al estrellato mundial como la Princesa Leia, una de las principales protagonistas de las tres películas originales de 'Star Wars' con las que George Lucas cambió la industria a finales de la década de 1970 y principios de los 80. Lo que se desconoce de su carrera es su faceta de guionista, algo que ya tuvo su impacto temprano en 'La guerra de las galaxias'.
Fisher hizo apariciones ocasionales en la pantalla grande, incluidas las de 'Hannah y sus hermanas', 'No matarás... al vecino' o 'Cuando Harry encontró a Sally', pero no pudo sacarse de encima la carga que le otorgó el encasillamiento de 'Star Wars'. Además, las perspectivas de carrera de Fisher a finales de los 80 y más allá se vieron obstaculizadas por su lucha contra el trastorno bipolar y una relación problemática con el abuso de alcohol y drogas, algo que en los últimos años de su carrera, le llevó a hablar públicamente sobre sus experiencias con la enfermedad mental y la adicción.
Un guion con problemas para dar un giro a su carrera
Fisher recibió elogios por afrontarlo y escribió varios libros de gran impacto, entre los que destacan 'Postales desde el filo' o 'Wishful drinking'. En abril de 2016, tan solo ocho meses antes de la muerte de la actriz, a los 60 años, apareció tras el micrófono en un evento de preguntas y respuestas en el Festival de Cine de Tribecca. Durante la entrevista, Fisher reveló jovialmente que ciertas deficiencias en los guiones de Lucas la llevaron a seguir una carrera como guionista.
Fisher eligió una línea con la que tenía un problema en particular en el debut de la franquicia en 1977, 'Una nueva esperanza', y la repitió tres veces para ilustrar lo que le molestaba de ella:
“He colocado información vital para la supervivencia de la Rebelión en los sistemas de memoria de esta unidad R2. .”
Continuando con la sesión de preguntas y respuestas, Fisher reveló que su odio por la línea en cuestión fue la razón por la que tomó la decisión de pronunciarla con un acento británico, creando un momento muy discordante y artificial en el montaje final de la película. Resulta que el difunto coprotagonista de Fisher, Alec Guinness, quien interpretó el papel original de Obi-Wan Kenobi, también estaba insatisfecho con algunos de los diálogos de Lucas.
Ayúdame, Obi-Wan
Como contábamos en una anécdota del legendario actor relacionada con su desdén a la saga, en ese momento escribió en una carta en la que afirmaba que:
“Cada dos días me llegan nuevos diálogos basura en trozos de papel rosa, y ninguno hace que mi personaje sea claro o incluso soportable”.
Esto hizo que a partir de ese momento, Fisher pasara a modificar el trabajo de diálogo notoriamente dudoso de los guionistas de 'El imperio contraataca' (The Empire Strike Back), George Lucas, Lawrence Kasdan y Leigh Brackett. Hablando sobre cómo modificó esas líneas en una entrevista con Phoenix New Times, declaró:
“Como actriz es más fácil volver a escribir porque sabes lo que cabría en tu boca en cuanto al diálogo. Le decíamos a George Lucas: ‘Puedes escribir esto […] pero no puedes decirlo’”.
Sus esfuerzos para modificar el guion se han reflejado en una copia anotada de Fisher del guion original con marcas escritas a mano a lápiz o pluma, con diálogos tachados, sugerencias, notas sobre personajes, emociones garabatos, reescrituras de diálogos que revelan que Fisher fue responsable de varias líneas icónicas, como cuando Han Solo (Harrison Ford) dice: "Nunca me digas las probabilidades". Fisher se convertiría más tarde en una de las guionistas más buscadas en Hollywood, trabajando nuevamente con Lucas en 1992 para su serie de televisión 'Las aventuras del joven Indiana Jones' o con Steven Spielberg en 1991 en 'Hook'.
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