Vivimos, sin duda, tiempos oscuros, y gran parte de culpa de ello la tiene la dinámica en la que está derivando el mundo que nos rodea a causa de la influencia de las dichosas redes sociales. Un simple perfil en Twitter puede condenarte al ostracismo por un comentario poco inspirado y, por el contrario, un copioso séquito virtual —y sus consiguientes likes— podría abrir inimaginables puertas.
Este último caso ha quedado reflejado en unas recientes declaraciones de Sophie Turner, la intérprete que da vida a Sansa Stark en la serie de HBO 'Juego de Tronos'. La británica ha reconocido recientemente en una entrevista con Porter Magazine que se impuso a una actriz "mucho mejor" que ella gracias a sus estimables números en redes sociales —5.4 millones en Instagram, 1.35 en Twitter y 2 en Facebook; ahí es nada—.
"Mucho de lo que he conseguido ha sido cuestión de estar en el momento oportuno y de suerte, pero también, y odio decirlo, tiene que ver con ser muy seguida en redes sociales. Hice un casting para un proyecto y la cosa estaba entre yo y otra chica que es mucho mejor actriz que yo, mucho mejor. Pero yo tenía seguidores, así que conseguí el trabajo. No está bien, pero es parte de la industria cinematográfica actual."
Con sus palabras, Turner no hace más que confirmar las —tristes— prioridades de una industria que quiere comprar el paquete completo con actriz/actor y campaña publicitaria todo en uno. No obstante, lo que no ha trascendido es a qué papel se refiere, pudiendo ser el de sus próximos proyectos 'Berlin, I Love You', 'Huntsville' o, incluso, su incorporación a la franquicia 'X-Men' en el papel de Jean Grey —Fénix—. Sea cual sea, a su competencia no le habrá hecho nada de gracia la situación.
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