Hoy, jueves 19 de agosto de 2021, es un día triste para los amantes del mejor cine de artes marciales, porque el legendario Sadaho Maeda, más conocido como Shinichi "Sonny" Chiba, ha fallecido a los 82 años de edad a causa de complicaciones derivadas de la COVID-19 según ha confirmado su manager y agente, dejando tras de sí un legado con más de 200 créditos.
Adiós a una leyenda
Chiba comenzó a formarse como artista marcial en 1957, durante su etapa universitaria, de la mano del maestro de Karate Mastuatsu "Mas" Oyama, a quien interpretaría en los filmes 'Kenka karate kyokushinken', 'Kyokuskin kenka karate burai ken' y 'Karate baka ichidai'. Gracias a su preparación, alcanzó el cinturón negro (primer dan) en 1965, y logró niveles similares en disciplinas como el judo, el kendo, el bujinkan, o el kempo.
Fue en 1961 cuando, tras dos títulos televisivos, dio el salto a la gran pantalla con 'Kenka karate kyokushinken'; primer filme de una extensa filmografía que se extendería a lo largo de cinco décadas tanto en el medio catódico como en el cinematográfico, donde participó ocasionalmente como coreógrafo durante sus últimos años en activo.
Tras acumular un buen número de créditos, Sonny Chiba alcanzaría el estrellato en 1974 gracias a la celebrada 'The Street Fighter' de Shigehiro Ozawa, estrenada en Estados Unidos con una calificación X debido a sus altos niveles de violencia; aunque, más allá del rol como Takuma Tsurugi y de la infinidad de papeles que interpretó a lo largo de su vida, puede que muchos le recuerden gracias a Quentin Tarantino.
El de Knoxville puso a Chiba en el candelero en los años 2003 y 2004 gracias a los dos volúmenes de 'Kill Bill', en los que el actor dio vida al maestro Hattori Hanzo; el mejor fabricante de katanas del mundo responsable de forjar el arma de Beatrix Kiddo. Su último trabajo, 'Bond: Kizuna', se estrenará de forma póstuma este mismo 2021.
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