Más conocido por sus papeles en televisión y teatro que en cine, y concretamente por su protagonista en ‘Curro Jiménez’ (1976), de Álvaro del Amo, el intérprete Félix Sancho Gacia, ha fallecido en Madrid, a los 75 años de edad, este miércoles al filo de la medianoche, a causa de complicaciones de un cáncer.
Nacido en Madrid en 1936, Sancho Gacia vivió en el exilio en Montevideo, ciudad a la que su familia huyó a causa de la Guerra Civil, pocos años después de que él naciera. En Uruguay fue discípulo de la gran Margarita Xirgu, ya que declaraba que “quería ser actor desde que tengo recuerdos”. En 1963 regresó a España, comenzó a trabajar como episódico en el espacio ‘Gran teatro’ y seguidamente tuvo un papel en ‘La otra mujer’ (1964), de François Villiers, su debut en el cine.
Otras de sus películas son ‘La ciudad no es para mí’ (1965), de Pedro Lazaga; ‘¡Es mi hombre!’ (1966), de Rafael Gil; ‘El último día de la guerra’ (1970), de Juan Antonio Bardem; ‘Simón Bolívar’ (1969), de Alessandro Blasetti; ‘Marco Antonio y Cleopatra’ (‘Antony and Cleopatra’, 1972), de Charlton Heston; ‘La hora bruja Jaime’ (1985), de Armiñán; ‘Montoyas y Tarantos’ (1989), de Vicente Escrivá; ‘Muertos de risa’ (1999), de Álex de la Iglesia; ‘La mirada del otro’ (1998), de Vicente Aranda; ‘Martín (Hache)’ (1997), de Adolfo Aristaráin; ‘Cachito’ (1995), de Enrique Urbizu; ‘Tocando fondo’ (1993), de José Luis Cuerda.
En este siglo, estrenó ‘La Comunidad’ (2000), ’800 balas’ (2001) y ‘Balada triste de trompeta’ (2010), para Álex de la Iglesia; ‘El robo más grande jamás contado’ (2002), con Daniel Monzón; ‘La caja 507’ (2002), a las órdenes de nuevo de Enrique Urbizu, y ‘Entrelobos’ (2010), de Gerardo Olivares.
Algunos de los trabajos de Sancho Gacia para la pequeña pantalla son el personaje de El Empecinado en ‘Los desastres de la guerra’ y el asesino Jarabo en ‘La huella del crimen’. Años después protagonizó ‘Lobos’ y ‘Días de luz’. Su hijo, Rodolfo Sancho, continúa ahora en sus pasos.
Vía | El País.
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