Si le preguntas a la mayor parte de la generación que vio 'Verano azul' por primera vez cuándo se emitió, probablemente te digan que recuerdan aquel verano, de junio a agosto de 1982. Y sin embargo, lo hizo de octubre de 1981 a febrero de 1982, las fechas a priori menos propicias para disfrutar de las aventuras de Pancho, Javi, Desi, Bea, Tito y, por supuesto, Piraña. La serie, dirigida por Antonio Mercero, fue un bombazo y lanzó a Miguel Ángel Valero a la cima del estrellato patrio, pero aquella subida acabó pronto por decisión propia... Para dedicarse a otras cosas mucho más lucrativas que el show business. Es posible que en una de las muchas repeticiones de 'Verano azul' te lo hayas acabado preguntando: ¿Qué pasó con Miguel Ángel Valero? ¿Qué fue de Piraña?
¡Chanquete ha muerto!
En la Supertele del 6 de febrero de 1982, Antonio Ferrandis aparecía con su mítico acordeón y una frase al lado anunciaba su terrible destino: "Chanquete se muere el domingo". Bam. Trauma asegurado. Si no querías spoilers, mala suerte. Y era cierto: el día siguiente a la publicación de la revista, en el episodio 'Algo se muere en el alma', TVE nos regaló la mítica frase "¡Chanquete ha muerto!", que anticipaba el final del verano de la pandilla (y que seguro que has visto en cualquiera de sus 14 repeticiones a lo largo de los años).
Al salir de la serie, cinco (¡cinco!) de los intérpretes decidieron aprovechar su nueva fama para probar suerte musical: José Luis Fernández y Juanjo Artero formaron un dúo llamado 'Pancho y Javi', que grabaron un disco, 'Amor de verano', repleto de guiños a la serie que les hizo famosos, como 'El viejo pescador' o 'Bueno para ti, malo para mí', en cuya letra ambos se enamoraban de la misma chica ("¿Cómo hacemos si una chica nos gusta a los dos? No se puede hablar más claro, si me toca a mí perder, pues qué le vamos a hacer"). Tras ellos fue Antonio Ferrandis, con el disco 'Qué bonito es navegar... con Chanquete', tratando de seguir el tirón, con canciones referidas al mar como 'Glub, glub, glub' o 'El pirata Malapata'. Ambos grupos fueron un fracaso que no dejó temazos míticos, pero no ocurrió lo mismo nuestro Piraña.
Y es que Miguel Ángel Valero se juntó con Miguel Joven, que interpretaba a Tito (y que volverá a aparecer al final del artículo), para montar el grupo de música Los Pirañas, cuyas letras escribió, entre otros, Gloria Fuertes. Su primer disco se llamó -ojo al disimulo- 'Verano azul', y os confieso que hoy por hoy sigue siendo muy disfrutable (dentro de lo trash, claro). Pero, por más que sea un gozo, temazos como 'El vaquero rockero' no fueron su gran éxito, sino 'Comer, comer', en la que ambos hablaban de sus buenas tragaderas ("Quiero comerme doscientos jamones, diez melocotónes y un pavo con miel, Quiero comerme judías, pimientos, buñuelos de viento y ciruelas sin piel") y que triunfó de la mano de Chispita en la inenarrable película 'Chispita y sus gorilas'. Sin embargo, aquí acabó la carrera musical de Valero... que no la interpretativa.
Buenas noches, señor Piraña
Y es que, aunque lo de la actuación le vino del cielo (fue elegido por el propio Mercero de manera inmediata en un casting multitudinario), no dudó en continuar este camino durante tres años más, donde se codeó con la élite de la comedia española de la época. Junto con Andrés Pajares y Fernando Esteso participó en 'Padre no hay más que dos' (adelantándose a Santiago Segura) y, poco después, junto a su compañero musical Miguel Joven, se marchó a participar en una gira circense veraniega. Era 1982 y lo del circo aún se llevaba.
También en 1982 hizo un papel secundario, además de en 'Chispita y sus gorilas', en la mítica 'Buenas noches señor monstruo', rodada a más gloria del grupo Regaliz, interpretando al hijo de Drácula. Tras un descanso de un año, Valero fichó por 'La bola de cristal', donde hizo del Detective Mantequilla, y en 1985, a las órdenes de Mariano Ozores y junto a José Luis López-Vázquez, Juanito Navarro y Gabino Diego, terminó su carrera fulgurante con 'El rollo de septiembre'. Y después, con las mismas, a los quince años decidió dejar el show business.
Ha cumplido: más allá de programas nostálgicos, el antaño conocido como "Piraña" abandonó el cine y la televisión para abrazar el profesorado... y la política. Pero ya llegaremos a eso. Y es que, ya centrado en sus estudios, nuestro protagonista hizo la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones, convirtiéndose en Doctor gracias a la tesis 'Modelo de provisión de servicios interactivos de telemedicina en el hogar sobre redes de banda ancha', con la que sacó sobresaliente cum laude. Nadie vio venir esto cuando cantaba 'Comer, comer'.
Política azul
En 2007, Valero se convirtió en profesor de la asignatura de Ingeniera Telemática en la Universidad Politécnica de Madrid, y esta habría sido su vida (con diferentes puestos aquí y allí) si no fuera porque en 2014 el Ministerio de Sanidad español le nombró director del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT) debido a su experiencia, y con los años acabó siendo nombrado director de la Oficina de Accesibilidad por el Ayuntamiento de Madrid, trabajando junto a Jose Luis Martínez-Almeida.
Un año después dimitió para dedicarse a ser profesor en la universidad, "que es lo que realmente quería", según le dijeron en su momento varias fuentes a El País. Todo acabó de buenas y actualmente "Piraña" sigue trabajando, a sus 53 años, como profesor de la Politécnica, y más concretamente como delegado del director para Accesibilidad y Responsabilidad Social.
Miguel Ángel Valero ha crecido, tiene hijos y sigue viajando de vez en cuando a Nerja, donde su amigo Miguel (o sea, Tito, os dije que volvería) es ahora guía turístico de la ciudad. En todas las fotos que puedes encontrar tras una simple búsqueda en Internet sale sonriendo de oreja a oreja. Francamente, después de una trayectoria como esta, ¿qué más le puedes pedir a la vida que ser feliz?
En Espinof | Qué fue de Charlie Korsmo, el niño de 'Hook' que pasó de trabajar con Steven Spielberg a licenciarse en el MIT
En Espinof | Las mejores series de 2024
Ver 0 comentarios