En el año 2000, la revista femenina Bust escoge a John Cusack como uno de los cuatro hombres que todas las mujeres aman junto a David Bowie, John Waters y John Doe (un desconocido, por entendernos). Una década antes había sido portada de Esquire como miembro fundacional de la "nowhere generation", anunciando: "¿Cínicos? Por supuesto. ¿Duros? Apuesta por ello. ¿Ambiciosos? Seguro". En 2023, el actor ha pasado de serlo todo a no ser nada. Y es que, ¿qué fue del actor más querido de los 90? ¿Qué pasó con John Cusack?
El ascenso inesperado
John Cusack nació el 28 de junio de 1966 (no hagas las cuentas: está a punto de cumplir los 57) en una familia ya apegada al cine. Su padre, Dick, decidió trabajar como actor tras tener éxito como anunciante, y llegó a salir en películas como 'El fugitivo'. De hecho, de sus hermanas, tanto Ann como Joan acabaron dedicándose también al séptimo arte.
Y eso que, en su primer casting importante, Rob Reiner casi se niega a recibirle por ser menor de edad. Finalmente, a sus 17 años, Cusack se emancipó legalmente y pudo protagonizar 'Juegos de amor en la universidad', que consiguió estatus de culto en Estados Unidos y se convirtió en un pequeño gran éxito. El camino estaba asfaltado para el actor, que ya había aparecido en pequeños papeles secundarios en '16 velas' o 'El desafío americano': dejó la universidad después de solo un año y se dedicó en cuerpo y alma a hacer cine.
Durante los 80, John Cusack empezó a encadenar comedias de instituto y dramas adolescentes, mejores o peores: 'Más vale muerto', 'Cuenta conmigo', 'Un verano loco' u 'Ocho hombres'. Pronto se convirtió en una pequeña estrella del firmamento hollywoodiense que estaba a punto de eclosionar tras conocer a Cameron Crowe y rodar 'Un gran amor', que le dio su primer gran plano icónico: él, bajo la ventana, con la cadena de música en las manos sonando 'In your eyes' de Peter Gabriel. Así es como nacen los mitos.
Los locos 90
Durante los años 90, John Cusack no dejó de trabajar jamás, empalmando trabajos con Woody Allen ('Balas sobre Broadway') con otros junto a Al Pacino ('City hall'). Era una estrella hecha y derecha. Tanto, que incluso empezó a tontear con el guion en 'Un asesino algo especial' y a hacer cine mainstream en aquella época donde aún era un trabajo artesanal: 'Con Air' fue el inicio de cinco años donde la estrella lo fue todo.
Pocos actores han tenido una racha tan buena como la que tuvo Cusack entre 'Con Air' y 'Identity'. Por las pantallas fueron pasando 'Cómo ser John Malkovich', 'Medianoche en el jardín del bien y del mal', 'La delgada línea roja', 'Serendipity' y, por supuesto, 'Alta fidelidad', la película de Stephen Frears de la que se convirtió en motor, cara y alma, y que, además, se dedicó a producir y co-guionizar.
Pero el actor no supo adaptarse a las novedades del Hollywood post-2000 y fue perdiendo fuelle. En 2006 apareció en su primera película directa a vídeo, 'The contract', junto a Morgan Freeman, y tres años después protagonizó su último gran bombazo, '2012'. Desde entonces, cine directo a vídeo, declaraciones poco afortunadas y series de televisión que no llegaron a buen puerto.
La casa de putas
Fue durante la gira de promoción de 'Maps to the stars', la película de David Cronenberg de 2014 en la que hacía un papel secundario. Si en años anteriores ya se había metido con el cine de superhéroes diciendo que se negaba a meterse en "unas mallas", aquí atacó directamente a todo el mundo del cine. “No puedes conseguirlo: es una casa de putas y la gente se ha vuelto loca", comentaba referente a la dominación de las franquicias.
No sentó muy bien a los productores, pero aún menos otra cosa: su visión política. John Cusack es muy de izquierdas. Mucho. Tanto, que verle en una pantalla puede dividir al público, especialmente cuando se ha posicionado visceralmente en contra de Donald Trump, ha viajado a Rusia para hablar con Snowden, ha participado en protestas tras la muerte de George Floyd e incluso ha fundado una organización para fomentar la libertad de prensa. Mezcla ambos problemas en una coctelera, suma su falta de atractivo para el público actual y el resultado son las 14 películas directas a vídeo en las que ha aparecido desde 2010, incluyendo adaptaciones de Stephen King ('Cell') y cintas en las que añadió su cara cuatro años después del rodaje ('Singularity').
En 2016, John Cusack vendió su casa de Los Angeles y se mudó a un piso de Chicago, y sus intentos por volver a actuar no han tenido éxito. El remake de 'Utopía' fue un fracaso sonoro y no ha sido capaz de pillar un papel protagonista en otro proyecto donde se sienta cómodo. Puede que Cusack haya sufrido un ninguneo por sus ideas políticas, o puede que simplemente haya perdido lo que le convirtió en uno de los grandes. Quizá todo se deba a malas elecciones en su carrera o a no haberse conseguido adaptar a un nuevo Hollywood más pendiente de las licencias que de los actores que las protagonizan. Lo que está claro es que es uno de esos viejos lobos que siempre pueden intentar volver a la carga. De momento, en Chicago es feliz fotografiando atardeceres... ¿Y ahcaso no es eso todo lo que alguien podría desear?
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